viernes, 11 de mayo de 2012

Saldos del primer debate


Cd. Victoria, Tam.- La tendencia ascendente de ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR detectada por los sondeos desde mediados de abril parece confirmarse ahora, como saldo inicial del primer debate.
Empate técnico, unas cuantas décimas situaban ayer al candidato de las izquierdas sobre la panista JOSEFINA VAZQUEZ MOTA en el reporte diario de GEA-ISA. Nada definitivo, aunque si muy revelador.
El caso es que sus alegatos frente a las cámaras parecen haber tenido efecto importante en la estadística de indecisos.
Al señor QUADRI también le fue bien: en la misma fuente, este jueves andaba arriba de los cinco puntos porcentuales. Casi cuadruplica el promedio histórico que observó desde el arranque formal de las campañas.
Sin embargo, acaso lo más significativo sea que el abanderado tricolor ENRIQUE PEÑA NIETO siga manteniendo su ventaja de 20 puntos.
Ello, mientras el mes de mayo avanza y ya empezamos a ver cercana la otra orilla, el fin de la contienda.
Cada día que pase sin que esta proporción del voto se modifique significa mucho para los tres candidatos principales.
Empiezan a escasear referentes históricos que nos remitan a casos similares donde ventajas así de holgadas hayan sido revertidas en un plazo como el que resta de casi siete semanas.
Se confirma, pues, que lo verdaderamente interesante del actual proceso es la lucha por el segundo lugar, por la medalla de plata.
Y no es una cuestión únicamente de honor o de aplauso. Lo que está en juego también es quien ocupará la condición de segunda fuerza política dentro del poder legislativo, particularmente en la cámara baja.
Aunque el orden del voto en la urna presidencial no refleje en automático el de las urnas legislativas, la delantera de PEÑA (de conservar su amplitud) sí podría indicarnos desde ahora una tendencia parecida en la cosecha de escaños y curules que logre su partido.
De mantenerse esos números, la izquierda tendría pocos argumentos para una lucha postelectoral equivalente a la del 2006. Habría ganador claro sin mucho que reclamar.
Aunque sí importa saber qué partido (o grupo de partidos) se constituya en segunda fuerza legislativa porque sería el interlocutor natural del nuevo gobierno.
Y esto tendrá relevancia a la hora de las reformas que aún están pendientes: laboral, fiscal, electoral y energética, por lo menos. 
Amén de los ajustes relativos a la nueva estrategia de seguridad nacional que se ponga en marcha a partir del primero de diciembre próximo.
No hay que olvidar que las izquierdas traen entre manos un proyecto postelectoral que no necesariamente tiene que ver con plantones o protestas.
En manos de MARCELO EBRARD y MANUEL CAMACHO SOLIS se encuentra hoy un modelo para armar llamado Frente Amplio Progresista (FRAP) que según palabras del propio CAMACHO estaría inspirado en el esquema uruguayo que hizo converger a todo el abanico de la izquierda en aquel país sudamericano, con agrupaciones de centro que lo mismo incluyen movimientos ciudadanos que grupos empresariales.
Su agenda y programa de trabajo empezarían después del primero de julio y en particular, cuando ya se encuentren plenamente definidas las nuevas bancadas en ambas cámaras.
De fructificar esto, ya no tendríamos diputados o senadores del PRD, PT y MC, sino de unas siglas cercanas al ya mencionado FRAP.
Opinión personal, creo que una tendencia sana y positiva para la democracia mexicana sería el fortalecimiento de las tres opciones fundamentales (el PRI, el PAN y lo que resulte de la izquierda) fusionando a los minipartidos que sean rescatables (PT, MC) y liquidando a las agrupaciones chatarra como el PVEM y el PANAL.
Por lo pronto es un indicador interesante el ascenso gradual pero constante del candidato LOPEZ OBRADOR.
Sin duda habría que buscar referentes en el plano global de partidos en el poder que al ser desbancados en una elección, se desplomen en picada hasta el tercer lugar. ¡Debe haber pocos casos así!