Decálogo mexiquense

Cd. Victoria, Tam.- No dejar de moverse es una de las consignas que los “imaginólogos” de cualquier campaña aconsejan a sus clientes. Mantente circulando, keep on trucking, para que el adversario jamás pueda centrarte en su mira. 
Trabajar cada día un guión diferente otorgó a RONALD REAGAN la capa de “teflón” que no solamente lo blindó contra la malquerencia enemiga sino de algo por momentos más grave y preocupante: sus fragorosos errores.
No me consta que ENRIQUE PEÑA NIETO tenga buenos reflejos, aunque hay testimonios de que su equipo de trabajo es ágil con la raqueta y compensa con giros rápidos y contenidos nuevos los trompicones del mexiquense.
Así habrá que entender el libreto de diez propuestas que estrenó este lunes en la capital mexicana, ante políticos de diversas militancias, empresarios, intelectuales y organizaciones no gubernamentales.
-“Manifiesto por una Presidencia Democrática”, es el nombre de esta melodía que parece ideada con lujo de precisión para cauterizar ese punto débil que afloró tras la protesta en la Universidad Iberoamericana: su autoritarismo.
Cada inciso parece una respuesta puntual a la sospecha contraria que la opinión pública le atribuye o endilga:
1.- En su punto inicial, “libertad de manifestación”, resuenan aún las voces estudiantiles escuchadas en Cuajimalpa recordándole la represión policial en Atenco.
Por eso afirma que “el ejercicio de la libertad de reunión y manifestación es pilar de nuestra cultura democrática”, ofreciendo proteger “este derecho en todos los espacios públicos del territorio nacional”.
2.- El segundo inciso, “libertad de expresión”, hace frente a su imagen de poseer un bajo umbral de resistencia a la crítica.
Por ello dice que las críticas al presidente “en todos sus estilos y formatos, serán escuchadas, respetadas y tomadas en cuenta” pues “no caben ni la violencia en contra de periodistas, ni la censura”.
3.- En la “relación con los medios” donde hoy lo acusan de gastar demasiado y en beneficio de las televisoras, habla de impulsar una reforma constitucional para crear una instancia ciudadana y autónoma que supervise la contratación de publicidad en todos los niveles de gobierno “bajo los principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento del acceso ciudadano a la información.”
4.- En derechos humanos por igual estaría respondiendo a la ya legendaria barbarie que desde tiempo inmemorial ha caracterizado a las corporaciones mexiquenses.
Ahora propone “protocolos de respeto a los derechos humanos en la actuación de las fuerzas armadas y las policías de todo el país”, asegurando que las recomendaciones de la CNDH “serán acatadas y prontamente adoptadas”.
5.- Cuando promete libertad religiosa bajo un gobierno laico me recuerda los señalamientos que lo ligan con la organización ultraconservadora “Opus Dei”. ¡Muy oportuno este deslinde!
6.- Y al pronunciarse contra la discriminación podría estar incluyendo (sin llamarlas todavía por su nombre) a las minorías sexuales que figuras como MARCELO EBRARD y BARACK OBAMA han incorporado a sus agendas.
7.- En referencia a la división de poderes, no ofrece algo distinto a los buenos propósitos (diálogo y concertación) de todos los presidentes anteriores.
8.- En cuanto a elecciones libres, al anunciar que no tendrá “intervención alguna en los procesos electorales”, acaso los más interesados en ello sean los priístas de provincia que hoy temen una vuelta al dedazo centralista en la selección de candidatos a gobernadores.
9.- En asuntos de transparencia retoma la idea ya planteada por otros partidos de crear una instancia anticorrupción para los tres niveles de gobierno.
10.- El punto final es complemento del anterior y responde al reclamo de que la rendición de cuentas llegue plenamente a estados y municipios.
Lo interesante de este decálogo es que se ventile como un documento abierto a las propuestas de la ciudadanía. 
Veremos que tan elástico y receptivo puede ser.