lunes, 28 de mayo de 2018

El PRI, ¿cuarto lugar?

Cd. Victoria, Tam. - Entre los detalles curiosos de la más reciente encuesta publicada por MASSIVE CALLER (mayo 24) destaca que los candidatos del PRI al senado, ALEJANDRO GUEVARA y YAHLEEL ABDALA, continúan siendo rebasados hasta por los indecisos.
Para fines prácticos, la representación gráfica de dicho sondeo señala tres barras verticales más largas que aquella donde queda representada la intención del voto favorable al partido tricolor.
Encabeza el recuento con 33.56% la franja azul del PAN, que postula a la mancuerna de ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA y MARÍA ELENA FIGUEROA.
Le sigue con 27.10% la que se muestra en color rojo oscuro y es de MORENA, cuyos candidatos son el doctor AMÉRICO VILLARREAL y LUPITA COVARRUBIAS.
En negro, con una proporción del 17.16%, aparece el sector identificado como “no sabe”, que en buen cristiano representa a los llamados “indecisos”.
La cuarta franja es la del PRI, en tonalidad rojo claro, con ALEJANDRO y YAHLEEL como candidatos, a quienes dicha casa encuestadora adjudica el 16.30% de las simpatías.
Los abanderados de Nueva Alianza, ÓSCAR MARTÍN RAMOS y GRACIELA SANTANA. con su barrita aguamarina, andarían en el 2.96% y los del PVEM, PATRICIO KING y MELVA SOLÍS, quedarían al final de la tabla con 2.92%.
Desde luego, como suele decirse en el reino de la estadística electoral, apenas se trata de una fotografía, la imagen de un momento, dentro de una película más larga podrá observar variaciones importantes, antes de culminar en el día de las votaciones.
Hoy en día, todas las agencias dedicadas a estos menesteres han añadido la advertencia de que los números presentados no son, en sentido estricto, un pronóstico, sin duda para prevenirse contra posteriores reclamos.
El resultado final se encuentra en construcción, está sujeto a cambios leves o sustantivos, ajustes, en el entendido de que la voluntad del votante aún puede modificarse.
De cualquier manera, resulta llamativo, en el caso de los candidatos priístas, que ni siquiera sumándole la totalidad de los indecisos (posibilidad remota que raya en lo utópico) lograrían alcanzar a la dupla puntera, la de ISMAEL y MARÍA ELENA.
Aritmética elemental. Si fuera factible añadir a los 16.30 puntos de ALEX y YAHLEEL, el total de quienes fueron incluidos en la categoría de “no sabe” (17.16) se ubicarían en 33.46. Es decir, dos décimas abajo de sus contrincantes albiazules.
Y mire usted que la pareja constituida por GUEVARA y ABDALÁ se ha fletado en recorridos intensos por todo el estado, que incluyen, entre sus atractivos, críticas severas contra las autoridades estatales, asumiendo puntualmente su condición actual de opositores.
Si ello no les permite salir del tercer lugar, habría que pensar (como en el caso de PEPE TOÑO MEADE) que hay un desgaste severo de la marca (PRI) con la que vienen cargando a cuestas.
Algunos dicen que como una lápida, otros que baldosa. El caso es que se trata de un lastre difícil de cargar, luego de un gobierno como el de PEÑA NIETO que incumplió las expectativas sembradas en su campaña presidencial de 2012.
Nunca como ahora, hay exgobernadores del PRI sujetos a investigación (o presos, en proceso) acusados de corruptelas escandalosas. Multimillonarias.
Igual, el reclamo popular apunta hacia los compromisos fallidos como la muy explícita promesa (festinada y televisada en cadena nacional) de que se habrían terminado los gasolinazos.
Lo cual, como hasta un niño lo sabe, jamás se cumplió, pues los aumentos a los combustibles nunca se interrumpieron y el presidente ni remotamente se sintió obligado a explicar la razón.
Igual se habló de que la reforma energética bajaría sustantivamente las tarifas eléctricas. Tampoco sucedió, por el contrario, las cuotas de luz están más caras que nunca y siguen subiendo.
Tales inconsistencias tienen el agravante de que golpean directamente al bolsillo familiar, sin distingo de clases sociales.
Ello, en un país que cada día desarrolla mejor memoria, equivale a algo muy parecido a una burla. Un insulto a la inteligencia del ciudadano en todas sus expresiones.
Lector, radioescucha, televidente, navegante en redes y (algo más contundente) en su calidad de elector, mexicano que ejerce su capacidad de sufragar y (de manera concomitante) aplicar el voto de castigo. Misión cívica y responsabilidad para la cuál está llamado el próximo julio.
Llamémosle frustración, decepción o genérico enojo, de cualquier manera, se la van a cobrar en estos tiempos de maduración, cuando la gente ya no quiere perder tiempo en otorgar su confianza a quienes de manera palmaria le han fallado.
Se esperaba otra cosa, la expectativa era clara, la gente se siente defraudada. Acaso PEÑA NIETO no entendió que el voto de 2012 ya no tenía aquella mansa incondicionalidad de los años dorados.
Ahora estaba condicionado a una palabra concreta: resultados. Sobre todo, en aspectos clave donde la campaña peñista hizo tan claro hincapié.
Tampoco los compromisos en materia de seguridad se cumplieron. En 2012, terminaba el sexenio de CALDERÓN, signado por la violencia, y PEÑA prometió un gobierno eficaz en dicha materia.
Fijó como prioridades el trabajar de frente para disminuir de manera sustancial delitos como el homicidio, el robo con violencia, la extorsión, el secuestro. Hoy la estadística lo condena.
El país se sigue desangrando. Ni disminuye el índice de criminalidad, ni hay paz en las comunidades rurales. La extorsión reina con un desparpajo lastimoso, los asaltos al transporte de carga federal se han disparado, con el añadido de que ahora también la delincuencia descarrila trenes para saquearlos.
La industria del huachicol es ya una economía paralela a la actividad formal de PEMEX. Manos oscuras protegen y solapan a quienes roban y compran combustible mal habido.
Para colmo, Tamaulipas entra ahora por la puerta grande al índice nacional de feminicidios. Se dice fácil, pero seis mujeres asesinadas de un jalón (y con lujo de crueldad extrema) en la capital del Estado, ya es estadística grave que pesa y duele.
Que nadie se llame a engaño, en su declive final, el gobierno peñista cosecha lo que sembró.


miércoles, 23 de mayo de 2018

La magnitud del daño


Cd. Victoria, Tam. – Los observadores más imparciales del segundo debate coinciden en que la experiencia representó un tropezón para ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, entre otras razones porque los adversarios supieron focalizar mejor sus flancos débiles.
Sus contradicciones (que no son pocas) y sobre ellas golpearon sin piedad, sin que el tabasqueño esgrimiera argumentos para defenderse. Fue como un bombardeo inclemente, con muy pobres baterías antiaéreas.
De ahí la pregunta que suele aflorar luego de cualquier debate. ¿Qué tanto y de qué manera se movieron los cartones, los números, a consecuencias de dicho encuentro?
Sin tener cifras a la vista (ahora sí que a puro ojo de buen cubero) me atreví a comentar ayer que la estadística podría mostrar incrementos interesantes en las intenciones del voto por ANAYA y MEADE, con castigo (y a cuenta de) las simpatías de LÓPEZ OBRADOR.
Pero también me animé a prevenir que no sería mucha la pérdida. Entre otras razones porque la opción por AMLO es un asunto de fe, sobre todo en la base de la pirámide social, el sector más amplio de la población.
Si usted lector (lectora) consulta a las clases medias urbanas y universitarias, no dudo que encuentre una cantidad importante de reclamos contra las incongruencias de AMLO.
Señalamientos muy sentidos sobre sus desbarres, despropósitos, malas maneras, lagunas informativas, marrullerías, mañas y truculencias.
Radicalmente distinta será la respuesta si hacemos dicha pregunta al sector social de la agricultura (incluyendo pequeños propietarios), oficios diversos como plomero, carpintero, albañil, electricista, mecánico automotriz, mesero, empleado de gasolineras, talleres mecánicos, vulcanizadoras.
Al obrero fabril, esa carne de maquiladoras que sobrevive con sueldos infames, al empleado del sector servicios, a los jubilados y a buena parte del magisterio.
La respuesta es AMLO, AMLO, AMLO…
Y, la verdad, a este ramillete amplio de grupos sociales, les importa muy poco todo lo malo que las redes y medios digan de ANDRÉS MANUEL.
Podrán escuchar con atención todas las disertaciones, argumentaciones, razonamientos en contra del mesías macuspano y su respuesta será la misma: como quiera van con LÓPEZ OBRADOR.
De aquí la pregunta planteada en el título de esta columna: ¿de qué tamaño es el agujero que dejan por saldo los yerros del tabasqueño en Tijuana?, ¿cuánto suben sus adversarios, ¿cuánto baja él?
La respuesta tiene que ver con la expectativa de sus contrincantes. Los cálculos de sus respectivos cuartos de guerra. Los de MEADE, ANAYA y (si es que existe) el del BRONCO.
Solo que PEPE TOÑO y JAIME están perdidos desde el inicio. Para fines prácticos no existen, si lo que nos importa hoy es delinear los términos de la recta final.
Lo dije al principio de la contienda, insisto ahora. La única opción para los enemigos de AMLO (guste o no) es RICARDO ANAYA y esto implica desfondar (corrijo ahora: saquear) los activos de MEADE y echar fuera a los independientes.
Ya se fue MARGARITA, sigue el BRONCO. Entre otras razones, por ruidoso, altanero, improductivo, inútil. No le quita votos a LÓPEZ OBRADOR (como soñaron algunos) le roba votos al antiobradorismo.
La fuerza de ANDRÉS MANUEL ha cobrado tal magnitud territorial, que solamente uniendo a TODOS sus contrincantes habría una cierta (incierta, acaso) posibilidad de enfrentarlo con éxito.
Para ello, hay dos nichos electorales de dónde pueden crecer.
(1) Los indecisos, cuyos cálculos (según las casas encuestadoras) varían entre el 20% y el 35%.
(2) Los simpatizantes más recientes de AMLO, expriístas, expanistas, experredistas, exindecisos.
Estos dos rubros son la esperanza real de esa concatenación desigual, informal y sorda de fuerzas que se ha propuesto desde distintas trincheras (y bajo las más diversas ideologías) propinar al PEJE su tercer tropezón al hilo. Y exigirle, de paso, cumplir su promesa de irse a la chingada.
Ya veremos de qué tamaño es el golpe. Aunque tengo rato advirtiendo que la devoción a MORENA es de orden religioso, mítico, atávico. No cambia con razonamientos.
De ahí la feliz displicencia mostrada por el macuspano donde quiera que se presenta. Se da el lujo (mire usted) de ya no solamente solicitar el voto para él, sino para su congreso.
Muy seguro (según piensa) de haber amarrado el Poder Ejecutivo, ahora invoca al electorado para que le conceda (además) la mayoría legislativa que necesita para sacar sus planes adelante, sin trabas ni estorbos. Al menos la Cámara Baja.
De aquí la inquietud entre propios y extraños por conocer la magnitud del daño sufrido por el obradorismo en este segundo (y desafortunado para él) debate en la Universidad Autónoma de Baja California.
Lo cual nos lleva a decir que para cantar victoria, el antiobradorismo tendría que (1) haberle arrebatado una decena de puntos porcentuales al candidato de MORENA, meta difícil y (2) concentrar dicha ganancia en un solo candidato (aunque sabemos que son dos).
De aquí el absurdo (surrealismo puro) en quienes todavía piensan que tiene algún sentido apostarle a un proyecto fracasado, inviable, como el de PEPE TOÑO MEADE o (peor todavía) la payasada cruel que encarna JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN.
A como van las cosas, el (más que probable) triunfo de ANDRÉS MANUEL en julio próximo se fincará, por principio (1) en su tesonera y terca lucha de tantos años y (2) en una conjunción grosera de errores cometidos, uno tras otro, por su amplio ramillete de adversarios.


martes, 22 de mayo de 2018

Fallaron los mantras


Cd. Victoria, Tam. – La noche del domingo los cuatro candidatos presidenciales se declararon ganadores.
Y lo hicieron con argumentos más o menos semejantes: “tenemos la mejor propuesta”, “la mejor oferta política” y toda la fraseología previamente masticada, predigerida.
Por supuesto, no siempre hay un ganador. Entre otras razones por la dificultad que entraña cualquier valoración. Y hasta cabe pensar que los dos encuentros televisados de la presente contienda (abril 22, mayo 20) entran en dicha categoría.
Mire usted, aunque a veces lo parezcan, los debates son muy distintos al boxeo. No existe, por ejemplo, un equivalente al nocaut.
Ni algo que se asemeje al conteo exacto de golpes, como el que realizan los jueces con pluma y papel desde la primera fila.
De hecho, no cabe tal aritmética, porque tampoco hay jueces. Lo que hay es público, moderadores, observadores y toda una parafernalia de opinólogos que difícilmente se pondrán de acuerdo.
Por ello, en el caso de los encuentros entre candidatos, resulta algo difícil que un diagnóstico prevalezca, al grado de lograr consenso. Aceptación general.
Ello, salvo que se trate de una superioridad apabullante como la de JOHN F. KENNEDY sobre RICHARD M. NIXON aquel 26 de septiembre de 1960. Caso excepcional.
Para fines locales debiéramos preguntar qué significa ser ganador, cómo se mide y si existen parámetros para determinar quién fue el mejor.
Claro, hay estadística, consulta al auditorio, aunque ello no es garantía de objetividad. En todo caso representa una suma de subjetividades. Hay mucho de irracionalidad y sentimiento en ello.
En particular, cuando se tienen claras simpatías por algún contendiente y estamos dispuestos a magnificar, sobrevalorar, su más pequeño acierto.
Y también en ocasión de antipatía franca. En tal caso, lo que se enfatiza es la conducta errónea del contrario.
Sin embargo, en la medida en que dicha “suma de subjetividades” acude a la urna y se contabiliza para declarar un ganador, debemos considerarla con la seriedad necesaria.
Aunque esto no resuelve del todo el problema, ya que las respuestas varían mucho en función (precisamente) del sentimiento, favorable o desfavorable hacia tales y cuales candidatos.
Incluso la palabra “triunfo” pudiera tener un significado distinto para cada participante.
Por citar un caso, en el primer debate, representó un éxito para LÓPEZ OBRADOR el control que logró sobre sus emociones, evitando sus proverbiales estallidos de cólera.
Solo que aquel 22 de abril no triunfó sobre sus competidores, triunfó sobre sí mismo.
Era indispensable el autocontrol por ser el candidato puntero, al que no le convendría arriesgar demasiado, en aras de conservar la envidiable ventaja que entonces y ahora tiene.
Sin embargo, en esa misma contienda de abril ANAYA también ganó algo. No victoria definitiva (difícil de precisar) sino utilidad neta, ventaja concreta.
El haber logrado (por ejemplo) desplegar con amplitud sus capacidades discursivas, luego de semanas muy oscuras en las que su esfuerzo parecía centrado en sacudirse a la PGR.
Y lo hizo lo suficientemente bien para ser calificado después por la propia MARGARITA como “un buen polemista”.
Exprimera dama que se retiró en la víspera del segundo encuentro verificado en Tijuana.
Recinto universitario donde los anfitriones fueron YURIRIA SIERRA y LEÓN KRAUZE. Dos conductores en lugar de tres, para cuatro contendientes en vez de cinco, AMLO, ANAYA, MEADE y RODRÍGUEZ.
En la víspera RICARDO ANAYA había difundido un video donde aparece pegándole a una perilla de techo, concentrado en la maniobra, pero con lentitud de novato.
El candidato gira la cabeza para sonreír a la cámara y levantar la “V” de la victoria, anunciando su esfuerzo por pulir, precisar, focalizar su metralla discursiva contra el escurridizo AMLO.
En el primer debate ANDRÉS MANUEL había hecho efectiva la consigna de conservar la cabeza fría mediante una prudente distancia hacia los lancetazos de sus antagonistas.
Si de algo sirve la experiencia, para este segundo programa en Tijuana, tanto RICARDO, como JOSÉ ANTONIO y el propio JAIME habían tomado nota de dicha táctica escapista instrumentada por LÓPEZ OBRADOR.
Estaban conscientes de la maniobra estilo avestruz. Esquivar los asuntos difíciles, derivar la conversación hacia temas aledaños, rehuir aquellos puntos candentes para los cuáles no tiene respuesta válida. Evitar a toda costa los callejones sin salida.
Y una constante, antes y ahora. Cuando no tuviera nada que decir, recurrir a su colección de coartadas y frases hechas para toda ocasión.
Sin importar sobre cuál asunto le inquieran, siempre tendrá a la mano cartabones como la mafia del poder, la corrupción del PRIAN y el argumento de que le pueden llamar “peje” pero “no lagarto”.
También sus tres normas de conducta, “no mentir, no robar, no traicionar”.
Sin olvidar que la purificación de la clase política vendrá por ósmosis, por contagio, en automático, a partir de que el presidente de la República sea honesto. De la cumbre a la base de la pirámide.
De todo eso y más carga en su morral. Son algo parecido a “mantras” que el hombre memoriza y repite, como letanías. Fórmulas mágicas que esta vez, en Tijuana, no lo protegieron del todo, algo falló.
Crecidos ANAYA, MEADE y RODRÍGUEZ, lo encararon con mayor puntería. El candidato de MORENA había mostrado sus cartas en el debate anterior. Esta vez lo midieron.
Ahora lo acorralaron y por ello no tuvo más recurso que retomar esa malhadada costumbre de insultar (“canallita”), descalificar (“fifí”) o recurrir al viejo chiste de cambiar la cartera del bolsillo, llamando (entre líneas) “ladrón” a quien se acerque.
¿Hay ganador?... En plural, tal vez. Se diría que avanzó PEPE TOÑO MEADE, porque la política exterior es un tema que maneja con soltura, fue canciller.
Pero, sobre todo, se consolidó RICARDO ANAYA como el único adversario fuerte de LÓPEZ OBRADOR, muy por encima de MEADE.
Las encuestas que vienen podrían dar cierta luz sobre el tamaño de la pérdida, cuánta es la merma sufrida por AMLO en este segundo debate. De seguro, la hubo.
Pero no creo que mucha, porque su voto duro no reposa en la razón, ni en la convicción, sino en algo parecido a la devoción religiosa. Atavismos tan arraigados no cambian fácilmente.
Y, bueno, quien pareció llegar al límite fue el BRONCO. Ignorante, brutal, autoritario, no acredita autoridad moral, profesional, ni intelectual, para gobernar siquiera Nuevo León. Muy apenas le alcanza para alcalde de Villa García.
Pena ajena, la que produce JAIME RODRÍGUEZ. Tanta que hoy empieza a cobrar forma la inquietud ciudadana en favor de su pronto retiro. Participante apestado, la gente no lo quiere en el tercer debate.
Que regrese por dónde vino.

viernes, 18 de mayo de 2018

Debate para cuatro


Cd. Victoria, Tam. – Vaya manera inesperada y atípica de renunciar a una candidatura. En programa televisivo grabado por la mañana (Tercer Grado) y cuyo contenido debería ser difundido en la noche.
Sobre el cual, los chicos de Televisa no se aguantaron la tentación de ofrecer un avance (todo sea por ganar audiencia) y soltar la noticia-bomba, revelando la parte medular. Que MARGARITA ZAVALA abandonaba la contienda presidencial.
Triunfo del marketing, sin duda. Filtrar avances que difundían la decisión, dando así la noticia del día (y de muchos días) garantizando con ello que (para más detalles) el país entero estuviera atento a la emisión nocturna.
Tras la revelación, todos los portales noticiosos hicieron suyo el asunto en horas del día, dando gusto (sin proponérselo) a la empresa televisora. Se va, se va, se fue, se bajó de la competencia, dijo adiós.
Ello, más la pregunta obligada que puso fuego al hervor de ver el programa. Melón o sandía: ¿con quién se suma, a quien endosa su capital electoral, por quién se inclina, MEADE o ANAYA?
Al final del día, la declinación esperada jamás llegó. Entre otras razones porque no está en la ley y también porque ella llegó a la cita con la firme determinación de evadir cualquier pregunta al respecto.
Y vaya que la inquirieron en dicho tema en distintos lenguajes, pero de manera compulsiva. Yo diría que todos: LEOPOLDO GÓMEZ, DENISSE MAERKER, JOAQUÍN LÓPEZ DÓRIGA, CARLOS LORET, RAYMUNDO RIVA PALACIO, LEO ZUCKERMAN y RENÉ DELGADO.
Pero la gentil dama jamás dio su brazo a torcer. Con sonrisa dulce pero bien pensada, se zafó elegantemente del cuestionamiento que (directa o indirectamente) la atosigó una y otra vez. Ya dinos a quién apoyas.
La respuesta fue “nones”, eso se verá adelante, por lo pronto me salgo, zafo, sin beneficiario a la vista, con evasivas propias de CAPULINA, no lo sé, quien sabe, puede ser, tal vez, a lo mejor.
El curioso apremio de los entrevistadores no era para menos. Queda claro que la renuncia de MARGARITA fue tan solo la mitad de la noticia.
La mitad restante quedó flotando en el aire, deja un vacío, representa un hueco pendiente de ser llenado. ¿A dónde van sus votos, quien está llamado a engullir ese capital político?
Al día siguiente (jueves) en el cotidiano monitoreo de la noticia, el mejor diagnóstico no vino de los académicos habilitados como columnistas. Ni de los columnistas que adoptan poses de académicos.
El dictamen más directo y lapidario fue de los caricaturistas. En Milenio Diario, monero RAPÉ representó a ZAVALA con la figura postrada, vencida, de un esqueleto y su inconfundible chal color guinda.
A su lado, MEADE y ANAYA expresan las condolencias de rigor.
“¡Qué valiente mujer!”, dice RICARDO, mientras que PEPE TOÑO añade: “Mi respeto y admiración.”
Solo que ambos tienen cuerpo de buitres y se preparan para disputarse los despojos de la competidora caída, los restos, es decir, sus votos.
También en Milenio, en versión de HORACIO (Horax), MARGARITA camina con rostro triste y cuerpo de planta del que se desprenden pétalos blancos, símbolos de su capital electoral.
Atrás, en fila, la siguen con inocultable codicia, sus ahora exadversarios. Primero ANAYA quien, con risita nerviosa, estira el brazo para capturar el primer pétalo.
En seguida MEADE, levantando la mano con hosca torpeza, como pidiendo turno y con ello un lugar en el reparto. En la cola el BRONCO, machete y fuete en cada mano, la mirada estrábica de quien no mira más allá de sí mismo.
En la visión de ROCHA, cartonista de La Jornada, la señora ZAVALA mira al frente y de cuerpo entero. Con expresión lánguida sostiene la flor implícita en su nombre. A su lado, MEADE y ANAYA arrancan los petalitos, recitando la consabida letanía del “me quiere, no me quiere.”
Finalmente, RICTUS, en El Financiero, dibuja a MARGARITA de rostro compungido, brincando al agua desde un modesto barquito de papel que ya se hunde en un mar color turquesa. Prendido de su chal, un CALDERÓN pequeñito hace esfuerzos por sostenerse.
En ambos flancos, desde dos buques (rojo y azul) MEADE y ANAYA le lanzan salvavidas, en gesto de aparente generosidad.
“¡Por acá!”, dice el primero, “¡Es por acá!”, reitera el segundo.
Pero lo curioso es que ambas embarcaciones dispuestas al rescate se están hundiendo, fatalmente. Valiente ayuda que lleva a pensar en salvadores buscando ser salvados.
El caso es que la exprimera dama dijo adiós a la contienda, a cuatro días del segundo debate presidencial, de tres rounds acordados.
Evento que ahora tendrá lugar en Tijuana, con variantes nunca experimentadas, preguntas de grupos ciudadanos, modalidad conocida como Audiencia Pública o “Town Hall”.
Y distintos conductores, como serán YURIRIA SIERRA (Excelsior) y LEÓN KRAUZE (El Universal, Letras Libres).
Se mudan ahora al gimnasio de la Universidad de Baja California en Tijuana, el 20 de mayo, a las 21:30 horas (centro).
Elemento inesperado, variable interesante, será el que aporte la salida de MARGARITA. El tiempo se repartirá entre cuatro y no cinco.
Y esto significa una concentración mayor en las exposiciones de ANDRÉS MANUEL, RICARDO, JOSÉ ANTONIO y JAIME.
Mayor espacio para cada cual, intercambios más sustantivos (cabe esperar) o por lo menos más agudos, al verse estrechada la confrontación de posturas.
Sobre el particular, las especulaciones inundan la red, con proyección a mediano plazo que quizás no dibuje escenarios, aunque sí expresa las inquietudes del votante.
¿Renunciará el BRONCO después del segundo debate para reducir el tercero (12 de junio, Mérida) a una confrontación directa entre LÓPEZ, ANAYA y MEADE?
Pronóstico o simples deseos, ya se verá.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Oscar y Xico, la pugna


Cd. Victoria, Tam. – Las comparaciones son inevitables, se diría que indispensables. Dos mítines, dos arranques de campaña, sendas estrategias de reclutamiento electoral y posicionamiento en los medios.
A media semana, la comidilla del día. Quién juntó más gente, medido longitudinalmente, en cuadras, ¿Tres ALMARAZ, dos y media XICO?...
Y también a quien le fue mejor en su comparecencia con los chavos de ULSA, ¿cuestionado ALMARAZ, exitoso XICO?
Más todavía, con qué alianzas cuenta cada cual, su respectivo arsenal político conformado por financieros, operadores, “influencers”, gurús, sombras del pasado en vías de rehabilitación. Fantasmas.
A quién apoyan quienes y desde donde, dentro y fuera del estado.
El esperado choque de trenes está en marcha. En días previos, una frase recorría redes y medios anunciando el diagnóstico: “Victoria está enferma”, insistían, preparando el camino al arribo inminente del auxilio médico.
Y el galeno llegó, puntual a la cita, ahondando el peritaje. La capital, dijo el doctor GONZÁLEZ URESTI, se encuentra en “cuidados intensivos”. Ora pues.
Corre y se va corriendo. La audacia de XICOTÉNCATL contra la experiencia de OSCAR. La carta del gobernador CABEZA DE VACA, versus el último reducto del geñismo.
Tocayos por segundo nombre, FRANCISCO JAVIER versus EUGENIO JAVIER.
Lo que queda de aquel famoso y multicitado “Corazón de Tamaulipas”, cuyo personero hoy se debate entre afrontar la extradición o sortear únicamente la acusación local.
El expediente sureño, altamirense, que por ahora lo retiene en Tamatán. Aunque el fin de mes habrá noticias, vendrán definiciones.
Dictámenes de la justicia que podrían abonar elementos de color a la competencia, en cualquier dirección.
Para los seguidores de OSCAR está claro. Saben que en este proceso se juegan la supervivencia política de su líder. La derrota sería fatal, el triunfo oxígeno puro.
Aquel viejo sueño de competir por la gubernatura, acariciado desde que fue titular estatal de Finanzas y se enamoró perdidamente de la silla, a fuerza de verla tan cerca.
Tras contemplarla largamente, creyó tenerla a la mano el día que murió RODOLFO. Encontró entonces oportuna ayuda para que columnistas nacionales incluyeran su nombre como prospecto firme a la candidatura relevista.
No faltaron gacetilleros que lo dieran por un hecho, era el bueno, el único. Su nombre se catapultó a la prensa chilanga. Lo proyectaron.
Aunque después el fiel de la balanza apuntaría en otra dirección y el señor extesorero hubo de conformarse con su curul local.
Atrás los fielders, pecho a tierra. Guardaría para más adelante su sonrisa del millón de dólares.
Pensamiento esencialmente aritmético el suyo. Suma, resta y divide, pero (sobre todo) multiplica, eleva al cuadrado al cubo, a la enésima potencia, con aquellas cualidades de Rey Midas que (de sobra) lo distinguen.
Perfil idóneo para las dos cosas que mejor sabe hacer: dinero y votos.
El doctor XICO, en cambio, viene de un lapso corto en la dirección del Hospital General, el ejercicio privado de la medicina y un intento fallido tras la misma presidencia en 2016, entonces como independiente.
Conoce el camino, aunque nunca lo ha vivido con la presión ni el compromiso que significa el ser candidato del partido gobernante. Lo está sintiendo ahora, por primera vez.
La alta responsabilidad de sacar adelante una elección compleja, en la que finca grandes esperanzas el propio gobernador CABEZA DE VACA.
Y deberá lograrlo, además, frente a un contrincante de mucho peso. En el sentido político, claro, aunque también literal (masa, volumen), incluso económico.
Sabe bien XICOTÉNCATL que OSCAR defenderá con todas sus fuerzas la corona, tiene a mano el presupuesto municipal, así como una bien entrenada oficina de comunicación social. A la vieja usanza, la antigua escuela que no ha perdido eficacia ni “punch”.
Y también compromisos con los medios que datan formalmente de 2016, pero que podríamos rastrear varios años atrás, desde aquella siembra de favores que (hombre previsor) emprendió, con paciencia de tejedor, desde Finanzas, durante la administración geñista.
El alcalde con licencia tiene rato operando en colonias y comunidades rurales. Las conoce bien, de manera personal trata a sus líderes. Aunque quizás por ello (porque lo identifican y recuerdan sus promesas) enfrenta también reclamos.
No hay agua, la inseguridad sigue en alza, los servicios públicos están del carajo…
Caso contrario, al médico neopanista le ayuda la ventaja de no haber gobernado todavía. Cualquier tema resulta abordable, bienvenido el diagnóstico crítico, sobre el rubro que fuere. Escriba ahí secretario.
Hoy la novedad se impone. Ninguna problemática le es ajena. Todo sirve, ayuda, nutre el diagnóstico, aporta argumentos a la campaña, cargas de artillería. Eso que llaman antipropaganda.
Por ello, al sonar la campana, el retador se levanta primero de su silla, a toda prisa camina hacia el centro del encordado, inflama el pecho, alza los hombros, amaciza la guardia, lista la metralla para el jab, el gancho, el uppercut.
En el bando opuesto, defender el cetro es razón que obliga a la mesura, más conservador su trote por el ring, más prudente, se atiene a la técnica, el colmillo que dan los años.
Justo es señalarlo, la reelección asoma como experiencia nueva para el votante mexicano, tamaulipeco, victorense. También las variables que aporta dicha modalidad al diseño de escenarios en todas las trincheras.
Distintos los tiempos, cuando los alcaldes volvían después de una década o con intervalo de dos o tres trienios. El recuerdo colectivo operaba a su favor.
Los candidatos podían acogerse a las dulzuras de la nostalgia, en el entendido de que la memoria popular es selectiva y suele acordarse más de lo bueno.
Había justificaciones de sobra. Después de todo no fue tan ratero. Sí robó, pero repartió. Es cabrón, pero buena persona.
Operaba en ello la coartada falaz de que todo tiempo pasado fue mejor y detallitos así. Ese perdón engañoso que solo los años conceden.
Ahora será diferente. Con la reforma jurídica que estrenamos el próximo julio, la postulación para un periodo inmediato obliga a valorar el momento actual. No hay lugar para la nostalgia, la distorsión. El reclamo es en tiempo real.
Y mire usted que luce amplia la lista de puntos vulnerables, ahí donde no cumplió, acá donde la gente piense que no trabajó lo suficiente, allá donde dijo hacer y no hizo.
Severo el juicio en las verdades a medias y en las mentiras flagrantes. Gastos que solo aparecen en el papel y quien sabe a dónde se fueron. De todo ello podrán ocuparse redes y medios.
Tela hay de donde cortar.

lunes, 14 de mayo de 2018

Decálogo entre nubarrones

Cd. Victoria, Tam. – La oferta educativa de MORENA dada a conocer este sábado en San Pablo Guelatao, Oaxaca, refleja con gran nitidez esas dos naturalezas antagónicas que habitan en una misma persona de nombre ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Mixtura de propósitos generosos y posturas extravagantes. El decálogo fue presentado en sociedad durante un evento masivo donde trabajadores del SNTE y la CNTE participaron como organizadores y público. Orquestando arriba y aplaudiendo abajo.
Diez mandamientos, en efecto, donde el ANDRÉS MANUEL lúcido y sensible se entremezcla con ese otro LÓPEZ OBRADOR terco y caprichoso que predica y opera en base a ocurrencias.
En el primer caso, el del candidato razonable y bien plantado, se ubicarían los propósitos 1, 5, 7, 8 y 10, encaminados hacia metas viables y loables.
Por principio, merecería el apoyo y el mejor de los aplausos un gobierno que logre (punto 1) “fortalecer la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares.”
Y, en efecto, resulta necesario (punto 5) “fortalecer a las escuelas normales y a la Universidad Pedagógica Nacional para actualizar métodos de enseñanza y aprendizaje y mejorar la calidad de la educación”.
También se observa plausible (punto 7) su dicho de “elaborar conjuntamente con los maestros, padres de familia, con pedagogos, especialistas, un plan educativo que mejore de verdad la calidad de la enseñanza sin afectar los derechos laborales del magisterio.”
En el mismo tenor, se escucha congruente (punto 8) el respeto a la independencia de los trabajadores educativos, para que el gobierno no intervenga en la vida interna de sus organizaciones y garantice la plena democracia sindical.
Por igual se antoja atractiva la propuesta (punto 10) de eliminar las cuotas escolares para que el gobierno asuma la responsabilidad de proporcionar mantenimiento a los planteles, destinando el presupuesto suficiente. Hasta aquí vamos bien.

CLAROSCUROS
El lado incierto de dicho decálogo asoma en los mandamientos 2, 3, 4, 6 y 9, plagados (en mayor o menor medida) de incongruencias.
La del punto 2, porque no representa novedad alguna el prometer “alimentación en todas las escuelas de educación básica de las zonas pobres y marginadas del país”, si recordamos la muy antigua tradición institucional de los desayunos escolares.
AMLO tendría que especificar la diferencia entre su plan y los programas similares desarrollados por décadas bajo gobiernos priístas y luego adoptados en administraciones del PAN y otros partidos, incluyendo el PRD.
¿Cobertura, frecuencia, cantidad, contenido nutricional?, vaya usted a saber, pero la idea es presentada con la felicidad de quien anuncia entre trompetas el portentoso descubrimiento del agua tibia.
En el inciso 3 habla de otorgar “una beca mensual para evitar la deserción escolar” a todos los estudiantes de preparatoria o nivel medio superior. Ande usted.
El planteamiento emplea la palabra “todos”, no precisa nivel de ingresos en sus destinatarios, ni siquiera aclara si dicha beca estará supeditada a resultados (mínimos de calificación) o, por lo menos, la aprobación del ciclo escolar (año, semestre, tetramestre).
Por el mismo rumbo va el punto 4 donde establece que habría una beca de 2 mil 400 pesos mensuales para estudiantes universitarios de escasos recursos. Gesto que parece disfrutar intensamente siempre que lo anuncia. Regalar, a puños, dinero del contribuyente.
Las dudas son las mismas: ¿Si el alumno reprueba le sostendrán la beca?, o bien, ¿cuántas materias tendrá que reprobar antes de perder dicha ayuda?, ¿puede eternizarse como fósil y seguir cobrando?
En este mismo inciso cuarto, el candidato asegura tajantemente que “no habrá rechazados”. Promete así, garantizar el 100% de la inscripción a todos los jóvenes que quieran entrar a las universidades.
Pero se equivoca ANDRÉS MANUEL en el diagnóstico si cree que las universidades rechazan a sus solicitantes únicamente por falta de cupo o de dinero para pagar las cuotas.
Igual ocurre porque reprueban el examen de admisión. Resulta entonces escalofriante su propuesta de eliminar el control de calidad como filtro obligado entre los estudiantes de nuevo ingreso.
Sin los conocimientos y aptitudes necesarios, resulta una verdadera aberración abrir la puerta a cualquiera que porte un papelito donde acredite haber cursado preparatoria (o equivalente).
Tampoco explica el tabasqueño de qué método se valdrá para que las universidades (en su mayoría, autónomas, incluyendo la UNAM) acaten dicha disposición, en automático. ¿Por ósmosis?, ¿varita mágica?
Siendo instituciones donde (por antonomasia) reside el pensamiento crítico, ¿cómo hará para que obedezcan sin chistar y qué medidas tomará en caso de que se opongan o, sencillamente, desoigan sus propuestas?

DICHOS Y HECHOS
En cuanto al punto 6, a nadie sorprende el que reincida en su oferta de cancelar la reforma educativa. El asombro nace cuando promete enviar desde el inicio de su gobierno las correspondientes iniciativas de reformas.
Y ello porque en una reciente entrevista televisiva (el programa Tercer Grado) había asegurado de manera categórica que no promovería nuevas leyes ni cambios a la Carta Magna en sus primeros tres años de gobierno.
Solo que (ojo) el echar abajo la referida reforma docente (como ahora lo reconfirma) exigiría la aprobación de cambios constitucionales.
Ahí mismo, en el sexto mandato de su decálogo, ofrece justicia a los trabajadores “cesados injustamente”, a “presos políticos” y “víctimas de la violencia”.
Hábil gancho de venta, pensado en una audiencia concreta. Digamos que tiene todo el aspecto y empaque de un mensaje para consumo local. Es diestro el hombre en esos tiros de precisión.
Bástenos recordar que LÓPEZ OBRADOR ha encontrado serias dificultades para ser admitido entre grupos radicales como la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) que controlan, con la CNTE, al magisterio en dicho estado.
A ellos van dirigidas las promesas de (1) reinstalar a profesores cesados, que en realidad eran aviadores y comisionados cobrando sin trabajar y (2) liberar a presuntos “presos políticos”, muchos de ellos responsables de delitos comunes (y nada políticos) como tomar carreteras, quemar autobuses y vandalizar oficinas públicas.
Pero así es ANDRÉS MANUEL, el candidato líder en las encuestas, al que 18 años de ataques parecen haberlo inmunizado contra toda crítica y le han formado una coraza impenetrable.
El señor perseverancia que hoy marcha por la República como domador y franquiciario del mítico tigre mexicano, representación de la furia popular, vieja pesadilla entre las élites desde tiempos de PORFIRIO DÍAZ.
Predador feroz al que AMLO promete serenar si gana el próximo julio o bien dejarlo suelto, si los resultados oficiales le son desfavorables. Por sí o por no, el miedo es real.


viernes, 11 de mayo de 2018

Aves y tempestades


Cd. Victoria, Tam. – El homicidio doloso ha escalado en este país a extremos de crueldad nunca antes vistos. A los verdugos no les basta matar.
Además mutilan, decapitan, descuartizan, incineran y disuelven en ácido a víctimas que, por igual, pueden ser enemigos o ciudadanos pacíficos, gente inocente.
Bajo este ánimo social que sobrevive entre el horror cotidiano, resulta alarmante el que un candidato presidencial haya propuesto en el más reciente debate (domingo 22 de abril) cortar las manos a los ladrones.
Aquí mismo comenté que cuando la moderadora AZUCENA URESTI preguntó si tal expresión debía entenderse de manera literal, el “Bronco” JAIME RODRÍGUEZ, jocundo y orondo, confirmó lo dicho.
Luego añadiría que “el país necesita golpes duros”, aunque tal propósito exija modificar la Constitución.
Apenas al día siguiente del debate, el 23 de abril, apareció la primera víctima de tan ruidoso exhorto.
El cadáver de un presunto delincuente fue arrojado en Acapulco con las manos cercenadas por una banda rival. Un narcomensaje reconocía haberse inspirado en la consigna del Bronco.
“Aquí está el primero”, decía el recado, amenazando de paso a ladrones y extorsionadores con aplicarles el mismo castigo.
Ahí no paró la cosa. Entre el 23 y 24, aparecieron otros dos cadáveres sin manos en Yehualtepec, Puebla, ajustes de cuentas entre grupos rivales, con el sello del Bronco. Y la cuenta sigue.

LA FURIA DE GIJÓN
Conocidos son los exabruptos de FRANCISCO IGNACIO TAIBO MAHOJO (PACO TAIBO II, conocido como PIT II) escritor hispano-mexicano, prolífico, exitoso, leído, reconocido.
Asturiano de origen (Gijón, 1949), azteca por adopción, respetado en el mundo editorial por la diversidad de géneros que ha sabido abordar en diferentes etapas de su carrera: novela negra, cuento, ensayo, biografía.
Activista de izquierda, promotor cultural, colaborador primero de CUAUHTÉMOC CÁRDENAS y hoy de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Su padre, FRANCISCO IGNACIO TAIBO LAVILLA (PACO IGNACIO TAIBO I, también conocido como PIT I) fue un recordado caballero de las letras, escritor, dramaturgo, periodista, productor de televisión (Gijón, 1924, Ciudad de México, 2008).
Pues bien, el señor PIT II (MAHOJO) le ha regalado a este país algunos lances de furia que no solo agravian a la adolorida conciencia nacional, sino que comprometen a su candidato LÓPEZ OBRADOR.
A él debe AMLO las explicaciones que a toda prisa ha tenido que ofrecer (en calidad de control de daños) por los exhortos de PACO a expropiar empresas de dirigentes patronales que (tras un eventual triunfo de MORENA) disientan con su programa de gobierno.
Y se expropiaría, entiéndase, no porque dichas empresas sean de importancia estratégica, ni porque su estatización ocupe un lugar en la filosofía económica del obradorismo. 
Se les arrebatarían únicamente por protestar. Castigo al inconforme, garrote a quien se oponga.
Antes había dicho que los gobernantes mexicanos y sus aliados extranjeros responsables de la privatización energética merecen, como destino final, “el cerro de las Campanas, donde serán fusilados por traidores.”
Promontorio queretano donde terminaron sus días el emperador MAXIMILIANO y sus generales MIGUEL MIRAMÓN y TOMÁS MEJÍA, un 19 de junio de 1867, por ahí de las 7 y cinco de la mañana.
Esto aconseja TAIBO II contra los privatizadores.

GOTA CHICA, VASO GRANDE
Y bueno, la polarización entre enemigos y devotos de AMLO encuentra el peor de sus escenarios en las redes sociales y los espacios que portales informativos conceden al lector debajo de cada nota.
Tan nutrida se observa la artillería chaira como desalmada aflora la cañonera antichaira. La salud mental aconseja hoy día evitar ponerse al alcance de tales extremos.
Defender o impugnar abiertamente al divo de Macuspana es tanto como jalar los bigotes a un león africano.
Por ello llama la atención el caso del periodista RICARDO ALEMÁN, cuyo gozoso pleito con los partidarios de MORENA alcanzó su punto culminante el pasado fin de semana, de manera inesperada.
Se le ocurrió dar retuit a un meme infame. Ahí donde algún contacto anónimo había subido una leyenda, anotando que: “A John Lennon lo mató un fan. A Versace lo mató un fan. A Selena la mató un fan. A ver a qué hora, chairos.”
Si por chairos entendemos la conocida referencia a los seguidores de ANDRÉS MANUEL, resulta clara la invitación a terminar con la vida de su candidato, así fuera de broma. El columnista solamente había reenviado el mensaje añadiendo dos palabras: “Les hablan”.
La respuesta en las redes fue estridente. Sobrerreacionaron, culpando al periodista de estar invitando al magnicidio, dando paso a un linchamiento virtual, sin duda más grave que el tuit en cuestión.
La cosa no paró ahí, en los tres días siguientes sobrevino la debacle. La empresa TELEVISA emitió un boletín anunciando la cancelación del programa “LA MUDANZA”, que transmitía por su canal Foro TV.
Y luego el canal 11 del IPN haría lo propio con la emisión “DESPERTADOR POLÍTICO”, ambos a cargo de citado periodista.
El golpe final vino enseguida, cuando el periódico MILENIO cerró el espacio donde ALEMÁN publicaba su columna “ITINERARIO POLÍTICO”. Lo despidieron.

MIDIENDO LA OLA
Dejemos a los estudiosos de la comunicación el análisis del fenómeno. ¿Cómo fue que un apunte mínimo, casual, provocó una respuesta de tal desmesura, que no solo incluyó a millares de francotiradores anónimos sino además la condena de plumas reconocidas y personalidades políticas?
Me permito citar algunas reacciones:
JULIO HERNÁNDEZ, columnista. “Me parece sumamente peligroso que se aliente o "juegue" con la idea de un atentado político (…) No juegues con estos temas. Podrías explicarte y disculparte.”
EPIGMENIO IBARRA, cineasta: “…es un sicario editorial del régimen corrupto que paga todo lo que escribe. Hoy hace una abierta incitación a la violencia (que) es solo extensión de las campañas de odio (…) #NoAlPeriodismoSicario”
ENRIQUE KRAUZE, escritor: “Peligroso, irresponsable, inadmisible, reprobable, repudiable.”
MARGARITA ZAVALA, candidata: “Inadmisibles los llamados a la violencia o a la agresión; sin cabida las provocaciones irresponsables y llenas de odio; inaceptables las alternativas radicales que pueden alterar la normalidad democrática.”
LILLY TÉLLEZ, locutora y candidata: “Las autoridades deben sancionar de inmediato al periodista.”
TATIANA CLOUTHIER, coordinadora de campaña: “Inadmisible que quien se dice periodista, critica la agresividad y divisionismo, actúe de la misma forma. Creo que hasta daño le hace al espacio donde escribe.”
SANTIAGO NIETO, extitular de la FEPADE: “En buen español (…) se llama apología del delito. Invito al encargado de despacho de la @PGR_mx que por una vez haga cumplir la ley e inicie la carpeta de investigación correspondiente.”

POR AMBAS VÍAS
Pero los excesos van y vienen, obradoristas y antiobradoristas hablan el mismo lenguaje. El día que ALEMÁN desataba esta tormenta, un personaje de signo contrario, el candidato a diputado GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA, armó la suya.
Llamó “pendejo” al escritor MARIO VARGAS LLOSA y reiteró su propuesta de “retirarle el Nobel”, por decir que AMLO podría “empujar a México al desastre.”
En el mismo tenor, el 4 de marzo pasado, CARMEN BOJÓRQUEZ historiadora del Colegio sonorense, había propuesto en su cuenta de FACEBOOK “una quema de libros” del mismo VARGAS LLOSA, por opinar que el triunfo de AMLO sería “un retroceso en la democracia del país”.
Lo dijo a manera de pregunta: “¿Qué les parece (la) quema de libros de VARGAS LLOSA por metiche?”
La autora después borraría el mensaje y en ulteriores publicaciones aclaró que se trataba “de una broma”.
Argumento, por cierto, muy similar a la disculpa ofrecida en video por RICARDO ALEMÁN (“no fue esa la intención, si se tomó mal, lo lamento”).
El común denominador en ambos casos ha sido acogerse a la ambigüedad del lenguaje. El propósito era otro, lo interpretaron de manera equivocada. Yo no fui, fue Teté.
Aunque necesario es decir que cuando una afirmación se expresa en términos claros y tajantes, el margen de error es mínimo.
La pasión le ha otorgado tan agudeza, filo, contundencia, al vocabulario empleado, que torna muy difícil leerlo de manera distinta a su significado literal.
Lo mismo pasa con los desplantes del Bronco. Su exhorto a la mutilación significa eso, cortar manos, no existe sentido metafórico, alegórico, poético, que lo salve.
Las expropiaciones de TAIBO y el llamado a fusilamientos en el Cerro de las Campanas tampoco admiten aclaraciones que busquen relativizar los términos bajo la coartada de “lo que en verdad quiso decir.”
La violencia verbal está ahí y sin duda amerita, requiere, exige (en calidad de urgente) la formulación de un acuerdo, compromiso, pacto de caballeros, entre partidos y candidatos, para frenar esta escalada de terrorismo verbal, antes de que cristalice en daños tangibles.
Sin pretextos, hacerse cargo (todos) de sus palabras.