miércoles, 30 de septiembre de 2015

Cuatro dólares y pico

Cd. Victoria.- Calurosa mañana de martes 29 en la capital tamaulipeca, se va septiembre, avanza el otoño, el del 2015 y el de tantas vidas.
¿A cómo está el dólar?, le pregunto en voz baja a la pantalla de cristal donde ya parpadea el logo de Windows, para abrir luego el navegador y finalmente el portal financiero. Compra 16.55, venta 17.30.
Ora, pues, lo que sigue es la calculadora, también virtual, cierta versión gratuita de Mofsoft que emula las operaciones de las viejas sumadoras con su panel lateral semejante a una hojita blanca.
Amanezco con la inquietud de traducir a moneda norteamericana el recién homologado salario mínimo nacional. Va la división, los 70.1 pesos diarios entre la cifra de 17.3, paridad del billete verde en ventanilla.
Y luego el resultado, con dos dígitos fraccionarios: 4.05, cuatro dólares con cinco centavos al día.
Escarbo ahora en la red y encuentro un reporte de CNN-Expansión que data del 15 de mayo pasado, sobre los salarios en el mundo. Aparece una tabla con los diez países que registran los niveles más altos del orbe.
Abismal la comparación con México, escandaloso el resultado. En cualquiera de dichas naciones el pago por hora de trabajo (por hora, ojo) supera a la jornada entera en la patria nuestra.
Van algunos: Australia (9.54), Francia (8.24), Alemania (7.19), Estados Unidos (7.25)…
Ya ni le sigo, pienso en voz alta, mientras hago acopio de memoria. La tragedia de los minisalarios se fraguó en el último bienio de JOSE LÓPEZ PORTILLO (1981-1982) cuando su desastre financiero lo lleva a doblar la cerviz ante el FMI y aceptar que todo debía subir (gasolinas, luz, agua, transporte, canasta básica) menos el ingreso de los trabajadores.
El calvario se alargaría en los posteriores sexenios de MMH, CSG, EZPL, VFQ, FCH y el actual de EPN.

VALOR CENTRAL
Y, bueno, está de moda en ciertos ámbitos de la vida pública hablar de valores y lamentar, con un chisguete de añoranza, que se han perdido, se fugaron, evaporaron, volatilizaron, acaso por culpa de la modernidad (o la postmodernidad, ya no sabe uno).
Pienso luego que al pagar mal un valor de valores como es el trabajo se abaratan también las prendas morales asociadas al mismo: lealtad, disciplina, compromiso, puntualidad, eficiencia, perseverancia, aprendizaje, honestidad, congruencia…
Y resulta que por dichos valores la Comisión Nacional de Salarios Mínimos estipula un monto diario de siete monedas doraditas con centro niquelado, más un botón pequeñín de diez centavos, que caben justos en la palma de una mano.
Se diría que en esta medida aprecia la citada comisión no solo el trabajo sino las cualidades humanas que le son asociadas.
Y, oiga usted, luego escuchamos cada cosa. Embebido en su esquizofrenia, VICENTE FOX propuso hace tiempo instalar una especie de COCOPA para pacificar a los millares de jóvenes que han incursionado en la delincuencia y convencerlos de que regresen al trabajo legal.
Acaso VICENTE se visualice como un moderno flautista de Hamelin, encabezando a largas filas de sicarios en paso alegre rumbo al mundo feliz del salario mínimo. Perversa la burla, locura cruel.

RECONOCIMIENTO
En fin. No bien había anunciado la celebración de sus siete años invictos al aire con su programa radiofónico “Zona Tres”, la colega y amiga victorense ADRIANA HEREDIA nos sorprende con una mejor noticia.
Su nombre aparece en la lista de periodistas galardonados por el Senado de la República con la Presea y Reconocimiento a la Trayectoria Profesional en Comunicación 2015.

Tiene cita, pues, para recibir su premio en la capital del país, a las cuatro y media de la tarde en la vieja casona de Xiconténcatl, antigua sede del Senado, el próximo jueves primero de octubre. Felicidades.

martes, 29 de septiembre de 2015

La víspera y el trueno

Cd. Victoria.- Repasando archivos y constatando fechas, fue un 20 de enero de 2010 cuando consigné en esta columna la designación del doctor RODOLFO TORRE como precandidato único del partido tricolor a la gubernatura.
Cabría tomar ese dato como referencia, sin olvidar los necesarios ajustes que derivan de recientes cambios en nuestro calendario electoral.
Cabe la pregunta, ¿Nos iremos a la vacación navideña con alguna sospecha fundada en cuando a la identidad del susodicho?
Hay quien piensa que sí, por lo menos en esta capital cueruda de urracas y cotorras, universalmente afamada (como la vieja Sicilia) por sus secretos tan (pero tan) celosamente guardados que todo mundo los conoce.
Aunque en otras trincheras consultadas se dice que nones, basándose en el estilo personal de ENRIQUE PEÑA NIETO, a la sazón Presidente de la República y jefe nacional de su partido.

HERMES RELOADED
Para Tamaulipas, pues, pudiera sobrevenir algo cercano a un “eruvielazo”, si hemos de recordar la forma como se resolvió el caso mexiquense en marzo de 2011, a favor del entonces alcalde de Ecatepec ERUVIEL AVILA.
De sopetón y sin decir agua va, cuando las redes sociales se debatían y arrebataban entre los nombres del diputado federal LUIS VIDEGARAY y el presidente municipal de Huixquilucan ALFREDO DEL MAZO, entonces llegó ERUVIEL.
El gobernador saliente, un PEÑA NIETO ya para entonces encaminado de manera franca tras la Presidencia, asestaría así un albazo ejemplar, ofreciendo con ello una probadita en torno a su estilo personal de administrar las sucesiones regionales.
Por semanas los medios especularon mucho en cuando a sus razones. Se argumentó que (1) VIDEGARAY estaba contemplado para empresas mayores (lo cuál fue cierto) y que (2) DEL MAZO habría sido vetado por la mano peluda de Agualeguas, debido a una vieja rivalidad familiar, aunque también (3) que ERUVIEL, a la chita callando, traía buenos números.

ACLARACIÓN PUNTUAL
Buenos (ojo) aunque no necesariamente los mejores. La popularidad en la víspera debe ser contemplada aquí como elemento coadyuvante, entre un conjunto amplio de variables (trayectoria, preparación, experiencia) y, muy particularmente, la confianza de quien decide.
Indispensable entender lo anterior para quedar advertidos desde ahora que toda popularidad previa al proceso interno ni es ni puede ser factor decisivo.
Ello, en la medida en que puede estar adulterada por la exposición mediática del momento. A la cuál no todos van y por ello está sesgada, carece de valor concluyente.
Y esto significa que cualquier medición temprana (y mire usted que ahorita, en el presente otoño, es muy temprano) constituye una foto del momento.
Registra ruido, matraca, vocinglería especulativa, pero no reporta factores de mayor peso como la credibilidad comparativa de cada aspirante o la percepción ciudadana de sus capacidades.
Sería cruel que contempláramos esto como un concurso de belleza que deba regirse por alguna suerte de “aplausómetro”, algo propio de los certámenes de baile televisivos.

FINIQUITO
La balanza, pues, dará de qué hablar en su momento (ni antes ni después, decía la vieja regla) aunque la diferencia en tiempos de la alternancia es que quienes naufraguen deberán ser rescatados.
No los pueden dejar sueltos, a riesgo de que ese capital político ruede en una dirección distinta a la del partido oficial.
Los tiempos, pues, marcan enero, con algunas luces pálidas en diciembre que acaso algunos telescopios de precisión puedan detectar, no todos.
O, mejor dicho, será difícil saber quién está en lo cierto ante la exuberancia de pronósticos fraguados en la subjetividad de la simpatía y la debilidad de la conveniencia, aunque sin prospectiva alguna.
Animo, ya falta menos.

lunes, 28 de septiembre de 2015

No en Tamaulipas

Cd. Victoria.- Se llama JAIME HELIODORO RODRÍGUEZ CALDERÓN, le dicen el Bronco y nació el Día de los Santos Inocentes, un 28 de diciembre de 1957.
Año en el que, por cierto, han venido al mundo no pocas celebridades, de BIN LADEN al subcomandante MARCOS, entre otros (y otras).
Asume JAIME la gubernatura de Nuevo León entre esperanzas de cambio ligadas a (1) su carácter frontal, (2) su candidatura independiente y (3) la moralización prometida en campaña.
Aunque justo sea decir que, al no tener partido, tampoco llega acompañado de una bancada propia en el Congreso local, ni de alcaldes afines.
Trepó sólo, ahí radica su fuerza y también su debilidad. Dice carecer de compromisos aunque igual adolece de ayuda más allá del Ejecutivo a su cargo.
Lo valida su chamba como alcalde en el municipio de García (2009-2012) en los peores años del estallido delictivo que envolvió al país desde 2010.
Destaca su reciedumbre ante la irrupción criminal. En ese camino sobrevivió a dos atentados, a partir de lo cuál su imagen trascendió los límites municipales para llevarlo a romper con el PRI y proyectarlo a la gubernatura.
En particular, llama la atención esa oferta que no sabríamos si ubicar en el desnudo terreno de la justicia o en la oscuridad del revanchismo político. Enjaular a su antecesor RODRIGO MEDINA.

FORMA SIN FONDO
Con el frenesí de quien descubre el hilo negro, los primeros apuntes de la prensa norteamericana señalaban que el Bronco ostenta, en calidad de sello personal, un hablar franco como el de VICENTE FOX.
Aplicando la lupa al mito vaquero, la comparación entre JAIME y VICENTE acaso sirva para alertar contra el peligroso error de confundir franqueza con sinceridad.
Constituye un lugar común de la propaganda regionalista cierto afán por mitificar la presunta autenticidad del espécimen urbano que adopta modales de hombre de campo.
Se aplica al temperamento norteño y se le atribuye alguna suerte de devoción por la verdad directa (“hablar al chile”, en su descripción vulgar) sin miedo ni cortapisas, “al pan, pan y al vino, vino”.
¿Pero en verdad es cierto esto?...
El modelo es más viejo y gastado de lo que se piensa. Al norte del río Bravo, RONALD REAGAN fue, al mismo tiempo, orador sagaz de franqueza formidable y uno de los más grandes mentirosos que haya pasado por la Casa Blanca.
No muy lejos el caso de DONALD TRUMP, bocón mendaz, incorregible. Que alguien tenga la lengua suelta no garantiza una conexión neuronal mínima dándole sustento.
De ahí el deslinde. La franqueza alude a la forma, a cierto estilo que se ufana en la economía de palabras, aunque no necesariamente en la verdad o en el conocimiento de causa.
La autenticidad, por el contrario, significa decir lo que realmente se piensa y siente, mostrar las verdaderas intenciones o (mejor aún) donde el hablar y el saber vayan de la mano.
En este sentido, un capitalino (chilangos, les llaman) puede ser absolutamente sincero aunque le dé veinte vueltas a sus argumentos antes de tocar el meollo del asunto, entre citas al calce, precisiones anticipadas y paréntesis dentro de los paréntesis.
A la inversa, un rancherón como FOX pudo emplear un lenguaje directo para decir las falacias más insolentes, trucos de marketing, mentiras deliberadas como aquella de arreglar Chiapas “en 15 minutos”.

¿MODELO DE CONDUCTA?
Habría que recomendar, entonces, prudencia a quienes hoy asumen que el modelo del Bronco es exportable al vecindario regional, incluyendo Tamaulipas.
Constatar si su estilo franco tiene propósitos reales. Esperar a verlo interactuar con un poder legislativo abrumadoramente ajeno. Ello, amen de comprobar si su propuesta se funda en ideas y no en meras ocurrencias.

Y entonces sí, sobre resultados, platicamos.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Ayotzinapa, 12 meses

Cd. Victoria.- Este fin de semana cumple un año el secuestro y asesinato de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
Los resultados son contradictorios. Por un lado, el gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO se encuentra hoy en condiciones de exponer un número importante de avances concretos en la persecución y castigo a las bandas criminales involucradas en la masacre.
Sin embargo, tras 12 meses de intensa indagación, el trabajo que resta por hacer acaso sea de importancia similar al realizado, dado que (1) aún no hay explicación plausible sobre la forma en que ocurrieron los hechos ni tampoco (2) evidencia concluyente que demuestre el paradero de las víctimas, incluyendo aquí el destino más probable, el de su presunta incineración.

LOGROS INNEGABLES
Importa subrayar que a resultas de las primeras investigaciones perdieron su cargo el entonces gobernador de Guerrero ANGEL AGUIRRE y el alcalde de Iguala JOSE LUIS ABARCA, quien posteriormente sería arrestado junto con su esposa MARÍA DE LOS ANGELES PINEDA.
El número de detenidos sobrepasa al centenar y medio, incluyendo delincuentes, policías y funcionarios de seguridad pública municipal, de Iguala y del vecino ayuntamiento de Cocula.
Entre acciones de la justicia y ajustes de cuentas criminales, el clan familiar de MARÍA DE LOS ANGELES (incluyendo padres y hermanos) está prácticamente desmantelado.
El último eslabón, su hermano SALOMÓN JR, (el Salo o El Molón) cayó 11 días después de la desaparición de los normalistas, el 8 de octubre de 2014.
El mes de octubre de 2014 será recordado porque los golpes del gobierno contra el hampa asentada en la región norte de Guerrero y el vecino estado de Morelos se sucedían uno tras otro, a la orden del día.
Apenas una semana antes, el primero de octubre, en el contexto de la averiguación sobre el mismo caso, cayó también el último de los hermanos BELTRÁN, de nombre HECTOR, en San Miguel de Allende, Guanajuato.
La misma suerte correrían los líderes de la organización “Guerreros Unidos”. Antes del caso Ayotzinapa, en mayo de 2014, había sido aprehendido MARIO CASARRUBIAS (conocido como “el Sapo Guapo”).
Tres semanas después del caso Ayotzinapa, el 18 de octubre, se informó que su hermano SIDRONIO CASARRUBIAS fue capturado por fuerzas federales en la carretera México-Toluca.
De la misma banda, BENJAMÍN MONDRAGÓN (el Benjamón) se habría quitado la vida en una casa de seguridad al verse acorralado por el ejército en Jiutepec, Morelos, el 14 de octubre.
La cadena de golpes se habrá de extender durante los siguientes meses hasta el 17 de septiembre pasado, cuando el flamante Comisionado Nacional de Seguridad, RENATO SALES, reportó la captura de GILDARDO LÓPEZ, "El Gil", identificado como el líder que operó la desaparición de los normalistas.

LA INSATISFACCIÓN
Sin embargo, por razones humanamente explicables, no hay ni puede haber conformidad o sosiego en la opinión pública nacional (y, por extensión, la internacional) mientras los cadáveres no aparezcan.
Lo cuál significa una pesada baldosa para el gobierno federal si tomamos nota de las declaraciones emitidas por los detenidos que coinciden en confirmar la especie en torno a cuerpos incinerados y arrojados al caudal del cercano río San Juan.
A un año de los hechos, la atención de la opinión pública ha regresado con mayor fuerza a la noche de los acontecimientos, reencontrándose con una serie de detalles demasiado obvios que parecen haber quedado fuera de la investigación desde el primer día.
Y es que Iguala, mire usted, es el tercer municipio en importancia de los 81 que tiene Guerrero, después de Acapulco y Chilpancingo.
Está muy lejos de ser una aldea bucólica perdida en selva, desierto o montaña (como pretendían los despachos de prensa norteamericanos los primeros días) sino que se ubica en un bien comunicado valle en la así llamada Región Norte del Estado, al paso de la Autopista del Sol, entre otras vías.
Por dichas razones cuenta con destacamentos importantes de las dos grandes corporaciones estatales, la Preventiva, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública y la Ministerial, que es el brazo armado de la Procuraduría guerrerense.
Habrá que considerar también al ejército, el 27 Batallón de infantería (entre cuatro y cinco compañías, más de medio millar de efectivos) y la Policía Federal, dependiente de SEGOB.

INACCIÓN CULPOSA
Por igual resulta indispensable subrayar que los hechos no ocurrieron de manera inesperada, sino que hubo escarceos previos como la balacera en un negocio de autolavado o las ráfagas contra el autobús del club deportivo que debieron poner en alerta a todas las corporaciones estatales y federales.
Lo que sea que haya pasado, ni fue en despoblado ni los tomó por sorpresa. En ello se basa la sensación detectada en el ánimo nacional en el sentido de que dichas corporaciones nada hicieron para impedir el secuestro de los jóvenes por parte de los policías municipales.
Lo cuál ocurrió ante sus ojos (“en sus narices”, dice la gente) sin que ninguna de esas autoridades estatales y nacionales se dignara intervenir.
Estaríamos pues ante un caso de inacción brutal, aterradora. En cualquier democracia que se respete, un primer paso por parte del Gobierno de la República debió ser el arresto de las principales autoridades estatales y federales, civiles y militares, destacamentadas en el lugar, para que respondieran por la pasividad observada.
Nada ocurrió. Todos los encargados (fallidos) de garantizar la seguridad en Iguala siguen libres, incluyendo el comandante del 27 Batallón, el coronel JOSÉ RODRÍGUEZ PÉREZ, al que solamente se le reubicó en otro cuartel, sin mayores pesquisas.
La pregunta básica: ¿Quién puede tener tanto poder para ANULAR a todas las dependencias, reducir a soldados, policías federales, preventivos estatales y ministeriales del Estado al papel de meros espectadores, pasivos (en el mejor de los casos) o acaso coadyuvantes, como se sospecha hoy?

¿A QUIÉN RECLAMAR?
Y tanto poder se requiere para anular a un repertorio diverso de instancias gubernamentales que por ello los padres de familia terminaron responsabilizando al Presidente de México.
Lo cuál resulta improbable porque ENRIQUE PEÑA NIETO y su equipo, en todo caso, se ubican entre la parte afectada. El escándalo los arrastró al momento en que celebraban la exitosa consecución de sus reformas.
En este sentido, el caso difícilmente encajaría dentro de lo que se conoce como Crimen de Estado, aunque ciertos medios y organizaciones pretendan verlo así.
Y no lo fue, entre otras razones, porque al momento en que se desencadenan los hechos no había (siquiera) Estado en funciones, ya que las autoridades en los tres niveles se encontraban anuladas por los poderes fácticos que operan en esa zona convertida en floreciente productora y exportadora de heroína.
Y aunque el Gobierno de la República, prácticamente desde el primer día, esté dando pasos en el camino correcto al golpear con severidad a las redes delictivas de esa región (CASARRUBIAS, PINEDA, BELTRAN, el GIL), el reclamo social hoy imperante deriva de un hecho medular, aún sin resolver.
Los autores materiales (“Guerreros Unidos” y similares) actuaron con un descaro escalofriante, sin encontrar resistencia entre un abanico amplio de autoridades.
Los verdugos tuvieron manos libres frente al inexplicable vacío de poder, sin duda muy cercano al concepto de estado fallido. Estado ausente, al menos en ese momento y en ese lugar.
Cabría dudar en que ABARCA haya tenido dicho poder. La pregunta es quién (o quiénes) efectivamente lo tienen, más allá de sus cuñados PINEDA, más arriba de sus socios CASARRUBIAS y BELTRÁN LEYVA.
Y más allá también de las costosas tareas periciales, los cadáveres incinerados, el llanto de madres y hermanos, los plantones, marchas y cartelones en plazas y parques del extranjero, la explicación final descansa en dicho vacío. La respuesta, hoy más que nunca, está en Iguala.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Los misteriosos cincuentas

Cd. Victoria.- Un rápido vistazo al tránsito de las generaciones por la gubernatura tamaulipeca aporta datos atractivos no sé si para el análisis académico aunque sí de interés periodístico.
El primer traspaso de poderes al que tuve oportunidad de asistir en calidad de reportero se verificó el 5 de febrero de 1987.
El doctor EMILIO MARTÍNEZ MANAUTOU, un matamorense nacido en 1919, entregaba el mando al ingeniero AMÉRICO VILLARREAL, victorense que vio la luz en 1931.
Entre uno y otro (meses más, meses menos) 12 años de diferencia.
En 1993, el ingeniero VILLARREAL dejaría las riendas del Estado a un economista de Matamoros llegado al mundo en 1946, MANUEL CAVAZOS.
En números cerrados, días más, semanas menos, el tranco fue de 15 años.
Al siguiente cambio de estafeta (1999) CAVAZOS transferirá el poder a un paisano suyo nacido en 1957, TOMÁS YARRINGTON.
Considerando de nueva cuenta sus respectivas fechas de nacimiento, el brinco fue de 11 años.
Y esto significa que en tan sólo tres cambios de administración estatal (1987, 1993 y 1999), el salto generacional fue (meses mas o menos) de 38 años, mismos que separan las fechas en que nacieron EMILIO (1919) y TOMÁS (1957).
Importa hacer notar que cada uno de los cuatro mandatarios arriba considerados nació en una década distinta del siglo 20. Los dieces, los treintas, los cuarentas y los cincuentas.

EL MEDIO SIGLO
El cambio vino después. Ignoro qué magia habría operado al llegar la década de los cincuentas pero el reloj político parece haberse detenido.
En 2004, TOMÁS (1957) entrega el mando a un relevo apenas dos años menor, EUGENIO HERNÁNDEZ (1959).
En términos futboleros se diría que luego de varios balonazos largos, el arribo de EUGENIO observó todo el aspecto de un pasesito corto, una amigable pelota al pié.
Aunque los oriundos de esa década seguirían siendo noticia.
En 2010, tras el trágico deceso del doctor RODOLFO TORRE (1964), el arribo de su hermano EGIDIO representa un retorno a la generación de 1957.
Misma a la cuál pertenecen algunos aspirantes que en el presente 2015 se apuntan para la grande: ALEJANDRO ETIENNE (diciembre del 57) y ENRIQUE CÁRDENAS (septiembre del 57).
Pero ahí no acaba la cosa. Si consideramos también a los paisanos que se afanan por el mismo cargo desde sus méritos en el altiplano y con apoyo del Distrito Federal, pues hombre, también tienen sus orígenes en la multireferida década de los cincuentas la diputada PALOMA GUILLEN (junio de 1954) y MARCO BERNAL (noviembre de 1953).

Y LOS DE ENFRENTE
Ello amén de que los últimos dos candidatos panistas a la gubernatura de Tamaulipas son nativos de los cincuentas: GUSTAVO CÁRDENAS (1958) y su cuñado JOSÉ JULIÁN SACRAMENTO (1956).
Con el añadido de que GUSTAVO no solamente lo fue dos veces (contra TOMÁS y luego contra EUGENIO) sino que hoy se está preparando para repetir, sin contrincante a la vista dentro de su partido (Movimiento Ciudadano) donde CÁRDENAS GUTIERREZ es amo absoluto.
Y bueno, en ese tropel de aspirantes que hoy ocupa ríos de tinta a lo largo y ancho del territorio tamaulipeco, habría que hacer un apartado a los nacidos en décadas subsiguientes.
Dejemos esto para un posterior comentario, aunque por lo pronto, a manera de adelanto, habrá que incluir, por los años sesentas, a los señores: BALTAZAR HINOJOSA, PACO CABEZA, EDGARDO MELHEM y RAMIRO RAMOS.
Y por los setentas: ALEJANDRO GUEVARA, LETICIA SALAZAR y CARLOS CANTUROSAS.
Y aunque resulte cansina la andanada de datos, necesario es comentar que tiene su importancia cuando se contrasta con la pirámide de edades que habrá de observar el votante tamaulipeco el próximo 2016.
Finalmente estamos hablando de un mercado electoral donde quienes compiten distinguen segmentos y tejen identidades. El tema da para mucho.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Madrugar y cicatrizar

Cd. Victoria.- Sin importar en manos de quienes queden las candidaturas de todos los partidos a gobernador de Tamaulipas, de algo podemos estar seguros: será necesaria una inmensa “operación cicatriz”, acaso como nunca, particularmente en el PRI.
La explicación es sencilla y ha sido tema de dos columnas anteriores. Hay demasiados aspirantes operando a cielo abierto. Bastantes más de los necesarios.
Y esto significa muchos grupos en movimiento y engorda. Tantos, que cuando los procesos internos terminen, van a seguir en pié de guerra y difícilmente retornarán a sus casas así nomás por decreto.
Pedirán a gritos cariño o amagarán con buscarlo en otra parte, entre otras razones porque desearán recuperar el dinero y tiempo invertidos.
Dicho de otra manera, desde hace tiempo está muerta y enterrada la vieja regla del sistema resumida por FIDEL VELÁZQUEZ con aquella amenaza ladina de “el que se mueve no sale en la foto.”
Lo contrario impera hoy: “debes moverte para que te tomen en cuenta.”

COMPETENCIA
Al respecto, sabrá usted que la disciplina partidista murió con la alternancia, entre otras razones, porque los aspirantes descubrieron que la movilización de gente tiene un valor en el mercado electoral.
Es decir, representa un poder que puede ser endosado a otras causas y reimplantado con éxito en otros partidos.
Gajes de la competencia, aquí entramos a lo que podríamos llamar la “portabilidad” del capital político acumulado en meses de recorridos, presentaciones, discursos, banquetes, presencia mediática y acuerdos con individuos, grupos y sectores, incluidos los innombrables. La grilla acumulada hace roncha.
Y no se les puede pedir hieráticamente “disciplina” a los aspirantes que se quedaron en el camino, como fue tradición hasta los tiempos de AMERICO VILLARREAL y MANUEL CAVAZOS, dos gobernadores que (por cierto) tuvieron serias dificultades en sus elecciones intermedias.
Ello ocurrió, precisamente, porque fuerzas y grupos de origen tricolor se mudaron a la trinchera contraria para buscar, desde allá, lo mismo.
De los indisciplinados sería entonces el reino de la alternancia desde aquellos años ochentas y noventas, mientras no se encontrase un antibiótico.

CONTRA EL TIEMPO
En efecto existen algunos remedios contra este mal que le ha costado al tricolor perder alcaldías y gubernaturas en manos de expriístas.
Dos lineamientos: madrugar y cicatrizar, aplicables incluso a cualquier organización política, llámense PRI, PRD o PAN.
Y es que, a estas alturas, la vieja ambición de “todo para el ganador” representa una invitación franca a desertar, a tocar otras puertas para buscarle salida a la energía humana acumulada.
Aplíquese aquí el dicho vulgar de quien opta por ubicar a sus adversarios adentro (para que orinen hacia afuera) y no a la inversa, que sería algo calamitoso. Ya le pasó al PRD con MORENA en el Distrito Federal.
Siempre tendrá sus ventajas que la cúpula se adelante a las ambiciones de sus militantes más ambiciosos y acorte los tiempos buscando impedir que sus grupos internos crezcan más allá de lo prudente hasta tornarse incontrolables.
En gubernatura como en alcaldías, retardar demasiado las decisiones básicas encarece el segundo aspecto de esta cura: la operación cicatriz que significa la incorporación, la suma de los perdedores (al menos de los más fuertes).
Más ahora que las oposiciones han perdido todo escrúpulo ideológico en la incorporación de cuadros priístas.
Agarran prácticamente todo lo que se caiga de la mesa tricolor, siempre y cuando les represente alguna ventaja en las urnas.
Y mire usted que por ventaja no debemos entender necesariamente la victoria. En muchas ocasiones basta con que incrementen los votos de las urnas plurinominales, que es su fuente primordial de ingresos.

martes, 22 de septiembre de 2015

Alianzas, en plural

Cd. Victoria.- A nadie debe sorprender que los aspirantes a la gubernatura en diversas trincheras opositoras retomen nuevamente el asunto de las alianzas, la suma de voluntades en pos de objetivos mayores.
Está hoy en la agenda y el discurso de hombres como PACO CABEZA, GUSTAVO CÁRDENAS y también CANTUROSAS.
La inquietud es cíclica, recurrente, ha existido en todas las democracias y Tamaulipas no tiene por qué ser la excepción, más ahora que el PRD está retomando el tema en su asamblea nacional.
De hecho, el sueño más alto de todo opositor es protagonizar una epopeya colectiva y encabezar una hipotética coalición donde todos los grupos unan fuerzas y empujen parejo a una sola voz.
Y mire usted que el término “alianza” viene del “liar”, del latín “ligare”, amarrar, atar, aunque también enredarse, liarse (a golpes, por ejemplo), mezclarse en una disputa, un embrollo.
Alianza es, en el mejor de los casos, un pacto de mutua conveniencia para los abajo firmantes que, en ocasión de competencia, señala no sólo objetivos sino adversarios comunes. Por ejemplo, el PRI.

¿SOLO ELLOS?
La noticia para quienes piensan que una eventual suma de voluntades PAN-PRD pudiera sorprender al oficialismo es que este último tiene también experiencia en armar su propio “team” junto a compañeros de ruta como el PVEM y el PANAL.
Esta sería una segunda alianza. Y, bueno, si nos apuramos tantito, el aspirante más claro del Movimiento Ciudadano como es GUSTAVO, igual podría nuclear a minipartidos (con y sin registro) que por ahí hayan quedado sueltos.
Todavía falta por ver como van a administrar sus diferencias los señores CABEZA y CANTU, ¿dentro o fuera del PAN?
Sólo uno puede ser candidato de Acción Nacional y por ello la pregunta de si el perdedor estaría dispuesto a levantar la mano al vencedor de una contienda interna.
Si gana CABEZA, ¿CANTÚ lo apoyaría?... (y viceversa).
En una cultura democrática la respuesta debería ser: “Sí, por supuesto.”
Pero la ambición es mucha y escasa la sapiencia. De no haber acuerdo, el capital político reunido en cada trinchera los presionará para que rebasen los límites del partido albiazul.
El sueño, pues, de “todos contra el gobierno” observa hoy una dificultad básica. ¿Quién debería encabezar ese “todos” que tan ruidosamente invocan hoy día?
GUSTAVO dirá que GUSTAVO… CANTÚ que CANTÚ… CABEZA que CABEZA… y hasta la propia edil de Matamoros levantaría la mano diciéndose la más indicada.

GANAR PERDIENDO
La experiencia indica que tanto la izquierda ortodoxa (PRD) como el lopezobradorismo (MORENA) tienen puertas abiertas para inconformes de la más diversa catadura que no logren ser candidatos en sus partidos de origen.
¿Encabezarían CABEZA o CANTÚ algún periplo por el Sol Azteca, como en 2004 lo hizo el empresario ALVARO GARZA o en 2010 JULIO ALMANZA?
De ir cada cuál por su lado, adiós alianza.
El PRD está urgido de llenar de nuevo el cantarito del financiamiento oficial, regidurías, diputaciones plurinominales y canonjías aldeanas obtenidas al amparo de su fama nacional, de la cuál han vivido por años sus clanes familiares.
Ello, aunque defender privilegios y pequeñas cuotas de poder poco tenga que ver con ambiciones reales de triunfo.
Mera supervivencia en quienes desde hace mucho parecen atrapados en su zona de confort. En ganar perdiendo.

¿Y PALOMA?
Pasan las décadas y la prensa nacional sigue ubicando a MERCEDES DEL CARMEN como “la hermana del subcomandante MARCOS”, como si en dichas cinco palabras cupiera una trayectoria.
Abogada, exprocuradora, exsecretaria general de gobierno, primera mujer en presidir una legislatura tamaulipeca (la única que lo ha logrado dos veces), nada de eso parece preocupar a unos medios que, no por capitalinos, dejan de ser cerriles.
Desde luego, la dama está en la pelea.


lunes, 21 de septiembre de 2015

El método como discurso

Cd. Victoria.- A ojos del priísmo regional y nacional, la sucesión tamaulipeca 2015-16 tiene visos de acertijo indescifrable. Misterio con varias puntas que se inclina en una o en otra dirección según cuál hebra se jale con mayor destreza.
Quiero pensar el enigma así: demasiados aspirantes por el bando oficial y una duda central en cuanto al fiel (los fieles) de la balanza.
El quid del asunto radica en el procedimiento, quiénes deciden y con qué criterios. Sobran razones para que este punto sea el más resbaladizo para los analistas.
Delicioso lío que, además, tiene su historia, a manera de explicación rápida, en tres tiempos: 
(1) El predominio de una decisión centralizada desde la fundación del PNR en 1929 hasta el cuarto año de ERNESTO ZEDILLO, 1998, cuando el todavía presidente decide ensayar en un puñado de entidades (Tamaulipas, incluida) la cesión de la facultad decisoria a los mandatarios estatales.
Lo dije en esta columna. Viendo cercano el nubarrón de la alternancia, ZEDILLO se cortó el dedo en cachitos y lo repartió entre los gobernadores priístas que en los años posteriores lo ejercerían a plenitud.
(2) Desde entonces hasta 2015, cuatro candidatos a gobernador fueron nominados siguiendo un criterio local: TOMÁS YARRINGTON (1998), EUGENIO HERNÁNDEZ (2004), RODOLFO y EGIDIO TORRE (2010).
(3) Reglas de juego opuestas pero muy claras que habrían de quedar en entredicho a partir del 2012, con el retorno del PRI a Los Pinos.
En efecto, el dueño del dedo había regresado y la gran pregunta es si reclamaría de manera terminante los cachitos repartidos por ZEDILLO.

EL JUSTO MEDIO

La novedad es que entre dos posturas extremas, PEÑA NIETO haya optado por el pragmatismo y decidido en función de las características propias de cada entidad.
Lo cuál incluye medir caso por caso la fuerza del gobernador saliente, la popularidad de los aspirantes priístas y la viabilidad de los opositores.
El tiempo no pasa en balde. Quiérase que no, la experiencia de los últimos 18 años (1997-2015) dejó un saldo interesante para los operadores locales que crecieron sin la supervisión del centro.
Realidad inocultable, la supervivencia de este partido a la derrota del 2000 y su retorno a Palacio Nacional en 2012 se debieron, en buena medida, a la tenacidad de sus gobernadores.
Ellos cargaron con la difícil tarea de cerrar filas y mantener la bandera en alto bajo los sucesivos gobiernos de FOX y CALDERÓN.
No debe extrañarnos, pues, que en la actual plana mayor haya tantos exgobernadores, empezando por los mexiquenses ENRIQUE PEÑA NIETO, CESAR CAMACHO y EMILIO CHUAYFETT.
Sin olvidar a MIGUEL ANGEL OSORIO y JESÚS MURILLO KARAM, exmandatarios de Hidalgo, a ENRIQUE MARTINEZ de Coahuila, PEDRO JOAQUÍN COLDWELL de Quintana Roo y hasta MANLIO FABIO BELTRONES de Sonora.

LA MEZCLA JANAMBRE

Y, bueno, que el dedo ya no sea regla de aplicación universal (ni entero ni en cachitos) complica el trabajo de prospectiva.
Ninguna de las sucesiones anteriores puede servir de referencia pues tanto (1) las decisiones de corte tradicional que se operaron desde el altiplano como (2) aquellas que luego procedieron del 15 Juárez han dejado de existir en su estado químicamente puro.
Visto así, el combustible que activará este proceso tiene una mezcla de ambos ingredientes, pero no sabemos en que proporción. Que tanto es tricolor y qué tanto es naranja.
Mejor aún, dicha proporción cambió drásticamente tras la contienda federal reciente. Las ocho medallas que hoy carga en el pecho el fiel de la balanza naranja le otorgan sin duda mayor contenido regional a dicha mixtura.
No hay recetas y esto hace a la sucesión más estimulante. Es la razón de que (a río revuelto) haya más aspirantes que nunca. Son muchos y andan desatados.
Forma y fondo, por el método hablará el discurso.