lunes, 27 de junio de 2022

Relevo generacional

Cd. Victoria, Tam.- Fiel a su linaje tricolor, al presidente LÓPEZ OBRADOR le gusta hablar en clave, mandar mensajes cifrados, señales sólo para iniciados, puntualizar entre líneas y operar desde el metalenguaje, dejando siempre un margen de ambigüedad que genere polémica y le permita seguir controlando la agenda.
Obstinado en traer a cuento el tema de la reelección y luego negarla, ANDRÉS MANUEL insiste en que su reemplazo en 2024 representará “un relevo generacional”.
Lo dijo el jueves 11 de marzo de 2021 en su conferencia matutina, cuando confesó estar “muy contento, porque hay relevo, porque es de la generación que sigue.”
Volvió al asunto el lunes 5 de julio de 2021, también en la mañanera, cuando se preguntó: “¿Quiénes pueden sustituirme?”, respondiendo de inmediato que por “el flanco progresista o liberal hay muchísimos”, enlistando en esta categoría a CLAUDIA SHEINBAUM y MARCELO EBRARD, para entonces rematar: “afortunadamente hay relevo generacional.”
El argumento se va a repetir el domingo primero de mayo de 2022, durante su gira en Dos Bocas, Tabasco, donde el mandatario refrendó su compromiso de no buscar la reelección al concluir su administración, habló de que su partido ganará “por paliza” y de nuevo mencionó: “Va a haber relevo generacional.”
Más recientemente, el pasado lunes 20 de junio de 2022, en Coatlán del Río, Morelos, tras inaugurar una sucursal del Banco del Bienestar, LÓPEZ OBRADOR reiteró que al final el sexenio se retirará de la política y México “vivirá un relevo generacional”.
Tanta insistencia en el tema no puede ser gratuita. Cabe pensar en una intención de fondo que hoy prepara el terreno para en su momento darle la razón a quien la esgrime.
 
CUESTIÓN DE EDADES
Si recordamos que AMLO nació el 13 de noviembre de 1953 y cumplirá 69 años en cinco meses más, veremos que todos los prospectos de MORENA son más jóvenes.
La pregunta es con cuántos años de diferencia podríamos considerar que se aplique aquello del relevo generacional. No hay respuesta todavía, pero sí algunos datos.
Por orden cronológico, MARCELO EBRARD nació el 10 de octubre de 1959, cumplirá 65 en 2024 y tiene 6 años menos que el Presidente.
En el mismo orden, RICARDO MONREAL nació el 19 de septiembre de 1960, cumplirá 64 años en 2024 y tiene 7 años menos que el Presidente.
Le sigue CLAUDIA SHEINBAUM, quien nació el 24 de junio de 1962, cumplirá 62 años en 2024 y tiene 9 años menos que el Presidente.
Más joven todavía (aunque no lo parezca) es ADAN AUGUSTO LÓPEZ, quien nació el 23 de septiembre de 1963, cumplirá 61 años en 2024 y es (aunque muchos no lo crean) ¡10 años más joven que el Presidente LÓPEZ OBRADOR!.
Hasta aquí los aspirantes principales y (a estas alturas del partido) se diría que los únicos. Ello, salvo que usted le crea al autor de esta columna cuando presume la existencia de un caballo negro.
En tal caso habría que incluir a LÁZARO CÁRDENAS BATEL, quien nació el 2 de abril de 1964, cumplirá 60 años en 2024 y tiene 11 años menos que el Presidente. Es, ciertamente, el más joven de los cinco.
 
AMÉRICO EN TORREÓN
Segunda reunión partidista de unidad nacional. La plana mayor de MORENA encabezada por MARIO DELGADO y CITLALLI HERNÁNDEZ volvió a mostrar músculo este domingo nada menos que en Torreón, Coahuila.
El lector recordará que apenas dos semanas atrás, el también domingo 12 de junio, la cúpula guinda hizo lo propio en Toluca, Estado de México.
En ambos casos estamos hablando de entidades federativas que tendrán elecciones a gobernador el próximo 2023. Las últimas antes del megaproceso presidencial de 2024.
Excluido en Toluca el disidente RICARDO MONREAL, su presencia en Torreón dio una nota especial a dicha asamblea informativa. Donde por cierto no estuvo MARCELO por encontrarse convaleciendo de COVID, pero sí asistieron CLAUDIA y ADÁN AUGUSTO, cuyas porras y mantas de apoyo dieron al ambiente un toque preelectoral.
Todo ello, ojo, ¡en pleno 2022!, es decir, cuando todavía faltan 23 meses y pico para la elección que (escrito está) tendrá lugar el 2 de junio de 2024.
Entre los oradores anote usted al mandatario electo de Tamaulipas AMÉRICO VILLARREAL ANAYA quien compartió al micrófono su reciente experiencia en las urnas.
-“No fue fácil”, dijo el médico victorense, pues “la población tuvo que elegir; no podía continuar el modelo neoliberal de corrupción, intimidación, extorsión a la población, para tener beneficios. Un grupo de gente enquistada en el poder político y económico para su beneficio.”
Añadiendo luego:
-“Ahora llega MORENA con principios, humanismo, respeto a los derechos humanos y en todas las acciones de gobierno deben estar presente siempre el desarrollo y el bienestar social. Los tamaulipecos eligieron por ese cambio.”
-“Con unidad, inclusión y participación logramos que saliera a votar masivamente la población, como nunca -más del 53 por ciento- y nos dio un triunfo histórico -más de 731 mil votos- a favor de la transformación.”
-“No lo hubiéramos hecho sin la movilización, la participación, la unidad, porque tuvieron un gran operativo de estado el día de la elección. La voluntad de los tamaulipecos y tamaulipecas imperó.”

lunes, 20 de junio de 2022

Américo y Andrés Manuel

Cd. Victoria, Tam.- Primero de octubre, fecha de doble importancia para Tamaulipas y para México. Inicia el nuevo gobierno del doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y también el bienio final de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Por reformas al calendario político, el sexenio federal ya no termina el 30 de noviembre sino el 30 de septiembre. Y esto significa que el primero de octubre empieza una cuenta regresiva de dos años para la administración obradorista.
Bienio en el que AMÉRICO y ANDRÉS MANUEL estarán presidiendo en paralelo las jefaturas de los poderes ejecutivos, estatal y nacional. Dos años juntos, 24 meses, de manera formal.
Aunque la experiencia mexicana nos dice que el poder presidencial empieza a declinar de manera inexorable cuando su partido designa candidato. En ese momento la cargada oficialista empieza a transferir en forma gradual pero irreversible su capital político al sol que nace.
Además importa considerar que el día de la elección se adelantó un mes. En 2018 tuvo lugar el día primero de julio; para 2024 la fecha se corre al 2 de junio. Lo cual apresura los procesos internos de selección, ya de por sí muy acelerados
Si tomamos como referencia el proceso anterior, importa recordar que LÓPEZ OBRADOR registró su precandidatura en las oficinas de MORENA el martes 12 de diciembre de 2017.
Por todo ello cabe preguntar, en la perspectiva actual, ¿cuánto tiempo faltaría para que el candidato (candidata) oficialista a sucederlo hiciera lo mismo, con miras a los comicios de 2024?...
Es decir, ¿en qué momento, entre verano y otoño del ya próximo 2023 tendría MORENA abanderado robando reflectores al actual presidente?...
A manera de metáfora, los teóricos del viejo presidencialismo dicen que habría algo parecido a una transfusión de sangre (fuerza, vitalidad) entre el mandatario y el candidato. Este último crece a costa de la energía que devora de su antiguo jefe.
Y con ello empieza un proceso irreversible de debilitamiento para concluir con la total pérdida de poder, lo cual se consuma con la entrega de la banda presidencial, que ya no será el primero de diciembre sino dos meses antes, el primero de octubre.
 
CALENDARIOS DISPARES
Vieja tradición tamaulipeca, el que los gobernadores inicien cuando la administración federal va de salida. El ingeniero AMÉRICO VILLARREAL GUERRA llegó bajo el lamadridismo (1986) pero a los dos años tuvo que vérselas con SALINAS (1988). Igual les ocurrió a los señores CAVAZOS, YÁRRINGTON, HERNÁNDEZ, TORRE y CABEZA DE VACA.
Coincide pues, la primavera política estatal con el periodo invernal de los mandatarios nacionales. De los seis años que gobernará AMÉRICO, solo dos se compaginan con la presidencia de ANDRÉS MANUEL. Para los cuatro siguientes habrá otro mandamás en Palacio Nacional.
Tema importante si recordamos que muchas de las políticas marcadas por el actual presidente difícilmente sobrevivirán al cambio de régimen. Viene un ajuste de prioridades.
Aún ganando MORENA (que es altamente probable), ¿habrá mañaneras en octubre de 2024?, ¿el sucesor de AMLO dormirá en Palacio?...
Mejor aún, ¿sobrevivirá al cambio de sexenio la consigna de “abrazos no balazos” determinando el comportamiento de las fuerzas armadas y la propia Guardia Nacional?...
A este último punto quiero referirme. Hay muchas maneras de interpretar la palabra “abrazos”. Para LÓPEZ OBRADOR significa inacción, manga ancha, pobre o nula respuesta de las corporaciones de seguridad ante las bravatas de los cárteles.
Lo ha dicho recio y quedito, con lujo de confirmación, una y otra vez, defendiendo con énfasis su criterio de tolerancia sistémica a las acometidas del crimen organizado. Dejar hacer, dejar pasar, porque también son pueblo, dicho tal cual.
De manera sutil, el doctor VILLARREAL ANAYA parece tener una interpretación alternativa del tema. Diferencia que acaso no lo contraponga, pero sí asoma como variante. Lo dijo en campaña y también en el primer debate.
Según AMÉRICO, la palabra “abrazos” hace referencia al conjunto de políticas sociales que buscan corregir las condiciones de pobreza identificadas como causas profundas de la actividad delictiva.
Interesante, porque una cosa es promover la justicia redistributiva y otra (muy distinta) quedarse con los brazos cruzados ante la embestida criminal.
Vuelvo ahora al principio de esta columna. Son únicamente dos años los que estarán juntos, AMÉRICO y ANDRÉS. El poder de este último empezará a menguar muy pronto, en el último tercio de 2023.
Por ello la referencia que hago a la fecha mágica del primero de octubre. Cuando AMÉRICO asuma, al poder de PEJE le restarán un año de plenitud y otro de franco declive.
Es factible, pues, ir dando curso de manera gradual a esa variante semántica de la palabra “abrazos” que, administrada con prudencia y tacto, tendría el tiempo a su favor. La gente se lo va a agradecer.

lunes, 13 de junio de 2022

Hablan las cifras

Cd. Victoria, Tam.- Números, dígitos, guarismos que por sí mismos nos cuentan muchas cosas de la pasada elección (y las previas) en Tamaulipas y otros estados.
Comparto algunos, no sin antes advertir que el proceso aún no termina y se trata de datos provisionales, sujetos a litigio y probables ajustes, en función de los reclamos que hoy se ventilan ante el Tribunal Electoral.
Los porcentajes incluyen décimas y centésimas, mientras que las cantidades están redondeadas en millares, para facilitar su manejo.
(1) En 2016, el candidato de MORENA a la gubernatura, HECTOR, “Guasón”, GARZA GONZÁLEZ, obtuvo 32 mil votos. En 2022, el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA cosechó 710 mil. En números redondos, la ganancia es de 680 mil.
En porcentajes, el “Guasón” logró hace seis años el 2.25% del total, mientras que el doctor VILLARREAL ANAYA habría conseguido el 49.99%. El progreso para MORENA es de 47.74%
(2) En 2016, el panista FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA obtuvo 721 mil votos. En 2022, el también albiazul CESAR, el “Truko”, VERÁSTEGUI OSTOS habría logrado 628 mil.
Entre una elección y la otra se observa una pérdida de 93 mil votos para el segundo. En porcentajes, CABEZA DE VACA cosechó el 50.15% en 2016. Este 2022, VERÁSTEGUI obtendría el 44.20%. El retroceso sería de 5.95%.
(3) En 2016, GUSTAVO CÁRDENAS GUTIERREZ, candidato de Movimiento Ciudadano (MC), consiguió 84 mil votos. Este 2022, ARTURO DIÉZ GUTIÉRREZ registra 44 mil.
Para el partido naranja ello representó un verdadero desplome, 40 mil votos menos que en la contienda anterior. En porcentajes, GUSTAVO logró el 5.81% de la votación total, ARTURO solamente el 3.15%. El retroceso sería de 2.66%.
(4) Las cifras del PRI son verdaderamente trágicas. En 2016, su candidato BALTAZAR HINOJOSA OCHOA obtuvo 517 mil votos. Este 2022, el partido tricolor aportó solamente 64 mil votos a la coalición “Va por Tamaulipas”.
Lo cual, en números redondos, implica una pérdida de 453 mil votos. En porcentajes la caída del PRI es apocalíptica, de 36.03% a un triste 4.53%. El retroceso es de 31.5%.
(5) Tamaulipas fue la entidad donde la disputa se observó más cerrada, lo cuál desmiente las cifras alegres que ambas trincheras ofrecían en la víspera, presumiendo que su respectivo candidato arrasaría con 25 o 30 puntos de ventaja.
Optimismo que luego se recicló por algunas horas en las encuestas de salida, donde la realidad objetiva fue desplazada por los buenos deseos de quienes patrocinan dichas encuestas.
Al final, la diferencia fue de cinco puntos, suficiente para calificarla como un triunfo claro del doctor VILLARREAL ANAYA, pero muy lejos del manejo propagandístico que la mayor parte de las encuestadoras hicieron.
Al final, se confirmó lo que tantas veces me permití advertir en esta columna, que sería una “carrera parejera” con final cerrado y ganador con ventaja apenas necesaria.
(6) El nuevo gobernador tendrá bajo sus dominios un porcentaje muy alto de tamaulipecos que votaron por la opción contraria, en su mayoría militantes y simpatizantes panistas, a quienes es justo identificar como los más leales, numerosos y entusiastas dentro de la multipartidaria que abanderó a CÉSAR VERÁSTEGUI.
Lo dije líneas arriba, el PRI aportó muy poco a la suma final de votos, pese a que sus operadores electorales suelen ser bastante caros en sus pretensiones y algo estrafalarios en materia de gastos personales. Mucha labia y poca efectividad.
Peor todavía, a menudo terminan siendo un verdadero fiasco en materia de resultados y ello lo sabe ahora el ingeniero VERÁSTEGUI, como antes lo supieron BALTAZAR HINOJOSA (2016) y JOSÉ MANUEL ASSAD (2006).
Bolsear y empinar candidaturas parece ser la especialidad de esos operadores chatarra que vuelan como plaga de langosta, de campaña en campaña, devorando lo que encuentran a su paso.
 
COMPARATIVO NACIONAL
Tamaulipas registró la menor ventaja entre el primero y el segundo lugares, si observamos cómo quedaron las otras cinco entidades. Van en orden alfabético, recordando que las cifras son preliminares, todavía sujetas a cambios:
+Aguascalientes, MARÍA TERESA JIMÉNEZ (PAN) obtuvo el 53.76% de los votos, contra el 33.52% de NORA RUVALCABA GÁMEZ (MORENA). Diferencia: 20.24%.
+Durango, ESTEBAN VILLEGAS VILLARREAL (PRI) obtuvo el 53.74%, contra el 38.85% de MARINA VITELA RODRÍGUEZ (MORENA). Diferencia: 14.89%.
+Hidalgo, JULIO MENCHACA SALAZAR (MORENA) obtuvo el 61.56% contra el 31.33% de CAROLINA VIGGIANO AUSTRIA (PRI). Diferencia: 30.23%.
+Oaxaca, SALOMÓN JARA CRUZ (MORENA) obtuvo el 60.56% contra el 25.04% del aliancista ALEJANDRO AVILÉS ÁLVAREZ. Diferencia: 35.52%
+Quintana Roo, MARA LEZAMA ESPINOSA (MORENA) obtuvo el 56.0% contra el 16.13% de la aliancista LAURA FERNÁNDEZ PIÑA. Diferencia: 40.27%.
¿Equidad de género?, antes de la elección había siete gobernadoras. Con el triunfo de MARA y TERESA llegan a nueve. Siete de MORENA y dos del PAN.
Enhorabuena, bienvenido el avance, aunque el número sigue siendo insuficiente si recordamos que son 32 entidades federativas. Para una justicia plena les harían falta siete más.

martes, 7 de junio de 2022

Muy cuesta arriba, la postelectoral

Cd. Victoria, Tam.- Cifras del PREP a las ocho de la mañana de este lunes: AMÉRICO VILLARREAL ANAYA 710 mil 952 votos; CESAR VERÁSTEGUI OSTOS: 628 mil 541. ¿Diferencia?, 82 mil 411.
Expresado en puntos porcentuales, AMÉRICO logró el 49.9952% de los votos, contra el 44.2000% de CESAR. La diferencia es de 5.7952%.
Oiga usted, muy lejos se observa este resultado de dos mediciones previas como son (1) las encuestas de intención al voto que durante toda la campaña nos dijeron que CÉSAR y AMÉRICO ganarían con 25 o 30 puntos de ventaja y (2) las encuestas de salida que daban por triunfadores a ambos, también con muy amplia diferencia.
El desenlace, finalmente, fue de “carrera parejera” como lo comenté varias veces en esta columna. Final de fotografía donde el primer lugar ganó por margen modesto, aunque suficiente.
Competencia cerrada, elecciones reales, bastante más reñidas que las de 2016 donde CABEZA DE VACA, cheque usted, obtuvo 721 mil 049 votos contra los 517 mil 619 de BALTAZAR HINOJOSA. Los comentarios de prensa hace seis años decían que el candidato tricolor había sufrido una derrota contundente.
Dicho en porcentajes se observa mejor: 50.15% contra 36.03%. ¿La diferencia en 2016?, 14.2%
En el presente 2022, la trinchera del ingeniero VERÁSTEGUI ya anunció que peleará en los tribunales, aunque habría que observar con lupa qué tipo de irregularidades serán las que reporten y de qué tamaño es la distancia a remontar.
 
OTRAS LUCHAS
Cabe recordar que en 2006, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR objetó directamente la parte más sensible de cualquier resultado, como es sin duda el conteo de votos.
Por ello su causa fue atendida y el veredicto se alargó, pues había tema sobre el cual litigar y un reclamo que resonaba en todas partes. Voto por voto, casilla por casilla.
En dicha elección, el panista FELIPE CALDERÓN HINOJOSA logró el 35.89% contra el 35.31% de AMLO, lo cual arroja una ventaja inferior al medio punto porcentual, es decir del .48% (¡48 centésimas de punto!).
Tenía ANDRÉS MANUEL márgenes interesantes para pelear porque su impugnación iba directamente sobre un aspecto determinante como es el número de boletas a favor y en contra. Amén de que el margen entre ambas cosechas de votos era inusualmente pequeño.
Cheque usted el contraste. Seis años después, en 2012, la derrota de AMLO ante el priísta ENRIQUE PEÑA NIETO fue muy distinta. La ventaja de ENRIQUE sobre ANDRÉS MANUEL sería de 38.20% contra 32.61%. ¿Diferencia?, 5.59%.
Y otro detallito, en 2012, la principal impugnación al proceso no recaía en el conteo de votos sino en el uso cuantioso de recursos que desde la gubernatura mexiquense realizó PEÑA NIETO durante años, para posicionar exitosamente su imagen.
Justo el reclamo, solo que la relación causa-efecto entre publicidad y resultados se antoja muy difícil de sustentar en los tribunales. Es por ello que la impugnación en 2012 no implicó la toma de calles (como en 2006) ni un litigio jurídico largo.
En pocas semanas AMLO se tuvo que tragar su derrota, sin mayores aspavientos que sus recurrentes declaraciones contra un fraude acaso real, pero difícil de sustanciar.
 
¿VALE LA PENA?
Importan, pues, todas estas remembranzas para preguntarnos por el reclamo del ingeniero VERÁSTEGUI OSTOS. No se trata de irregularidades mayores que salten a la vista y a partir de las cuáles se pueda fincar una relación directa con el cómputo final.
Hasta donde alcanzamos a leer, son conductas ciertamente punibles como el acarreo de votantes y las intervenciones de funcionarios federales en la campaña morenista de Tamaulipas.
Podrán acaso sobrevenir sanciones o amonestaciones al partido y a los propios personajes como MARCELO EBRARD, RICARDO MONREAL o CLAUDIA SHEINBAUM, pero no hay manera de disminuir el margen de ventaja a partir de ello.
Diferencia que (mucho ojo) no es de décimas de punto como la de CALDERÓN sobre AMLO en 2006, sino de 5.79%, superior incluso a la ventaja de 5.59% que logró PEÑA NIETO sobre LÓPEZ OBRADOR en 2012.
El margen cuenta mucho para saber (valorar, responder) qué tan factibles son las luchas postelectorales en cada caso. Por ello, lo que ahora plantea CESAR VERÁSTEGUI tiene sus bemoles.
Ciertamente, el TRUKO es un hombre de lucha, un gallo de pelea que hoy se siente muy comprometido con sus millares de seguidores a llevar el reclamo hasta sus últimas consecuencias jurídicas. Actitud valiente, enjundiosa, válida, plausible.
Sin embargo, considerando el tipo de pecados a denunciar y el margen de sufragios a remontar, parecería poco viable el reclamo. Muy cuesta arriba, en efecto, la lucha postelectoral. Mi impresión es que el triunfo de AMÉRICO ya es irreversible.