martes, 29 de mayo de 2012

La agenda ausente


Cd. Victoria, Tam.- En su escrito final publicado el mismo día que murió, CARLOS FUENTES concluiría una aguda reflexión sobre la democracia francesa.
La cuál remató con una “nota mexicana”, el párrafo último donde recrimina a los candidatos presidenciales el no abordar los grandes temas de nuestro tiempo por estar dedicados “a encontrarse defectos unos a otros”, dejando de lado “la agenda del porvenir”.
Párrafos atrás, FUENTES había señalado algunos puntos cruciales de la actualidad francesa y europea.
Entre ellos, las “posibilidades de la reforma social” en un régimen capitalista, la necesidad de “un gobierno que se defina menos por su perfil tecnocrático” y más por “el humanismo",-
Lo cuál significa una preocupación mayor “por la calidad del trabajo, la remuneración salarial y la descentralización administrativa.”
Pensando en los retos del nuevo presidente FRANCOIS HOLLANDE, el escritor mexicano se preguntaba: “¿Más austeridad? (…) ¿Cómo convertir la austeridad no sólo en virtud, sino en motor del crecimiento?, ¿Y es más, en convicción colectiva?”
Y aconseja entonces al gobierno que ese 15 de mayo rendía protesta en París… 
“El socialismo en el poder debe presentarse como una affectio societatis que concierne no sólo a la empresa o al trabajo, sino al conjunto social…”
¿Affectio societatis?, me pregunté. 
Nada que Google no pueda subsanar. Transcribo la primera definición encontrada:
-“Affectio Societatis es una noción proveniente del derecho romano que designa al vínculo que, mediante el afecto y la confianza, une a algunos hombres entre sí para el trabajo societario.”
Viene a cuento el artículo de FUENTES hoy que veo a los cuatro candidatos mexicanos avanzar hacia la recta final de la campaña y rumbo al segundo debate sin haber agotado mínimamente la agenda nacional.
Nadie ha tocado (por ejemplo) la ineficiencia colosal de nuestro sistema bancario, nacido de la privatización salinista con promesas de modernidad que jamás se cumplieron y un enfoque nacionalista que tuvo vida de mariposa.
En pocos años, el ahorro nacional quedó en manos de bancos extranjeros sin que ello mejorase la relación abusiva que las instituciones de crédito y ahorro tienen con sus clientes, sus altas tasas de interés y el excesivo cobro por sus servicios.
Los posicionamientos respecto a los sindicatos se reducen a señalar las malas maneras de personajes como ELBA ESTHER GORDILLO o CARLOS ROMERO DESCHAMPS, aunque ni por asomo se plantean la necesidad de un manejo transparente y democrático de los mismos.
Van y vienen propuestas para paliar o mitigar la pobreza, aunque se cuidan mucho de no abordar un problema medular: la caída brutal del salario en el último cuarto de siglo.
Peor aún, se pretende ahora una reforma regresiva en materia laboral que ya causó estragos (y millares de indignados ocupando las plazas) en el continente europeo.
Hablan de derechos humanos pero no se preguntan por que han fracasado las respectivas comisiones (la nacional y las estatales) creadas para defenderlos.
Será acaso porque estas dependencias carecen de dientes y su función se reduce a escuchar a las víctimas y turnar más arriba las quejas. Nadie se atreve a plantear siquiera la posibilidad de convertirlas en fiscalías.
En seguridad social, no basta decir que tendremos un mejor IMSS o un mejor ISSSTE. Sigue pendiente el gran desafío en este campo que se resumiría en tres verbos consecutivos: depurar, fusionar, descentralizar.
Habría que incluir al ferrocarril entre las privatizaciones fallidas (en este caso, del zedillismo) que con la llegada del capital extranjero restringieron su servicio al transporte de carga, desdeñando al transporte de pasajeros que en las naciones del primer mundo cumple un papel fundamental.
La agenda de partidos y candidatos parece, pues, diseñada en función de criterios dictados por el marketing. 
Tratan sólo aquello que suene a “música para los sentidos” pero se resisten a manejar aspectos esenciales, necesariamente incómodos.