lunes, 18 de julio de 2022

LEA y AMLO, ¿vidas paralelas?

Cd. Victoria, Tam.- La muerte del expresidente LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ trae a cuento comparaciones insistentes con ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR. El semanario PROCESO lo aborda en su trabajo de portada este domingo.
Los herederos de JULIO SCHERER GARCÍA tienen razones de sobra para recordar la enemistad de ECHEVERRÍA con los medios. Su odio a la crítica, el carácter maquiavélico y ese temple autoritario que lo llevó a fraguar el golpe contra el periódico EXCELSIOR el último año de su gobierno, el 8 de julio de 1976.
Curiosamente, LUIS murió el mismo día 8 de julio pero de 2022, es decir, 46 años después.
Es lugar común señalar sus parecidos con AMLO. La animadversión de ambos hacia la prensa, la vocación de redentores, su decisión de que la economía se maneje desde Presidencia, el nacionalismo petrolero, el presunto liderazgo tercermundista y (por ende) sus desencuentros con Washington.
Todo ello es cierto, aunque las diferencias no son menores. La carrera de ECHEVERRÍA es absolutamente burocrática y chilanga, entre la meritocracia de oficina, la recomendación, el influyentismo, la palanca y el ascenso escalafonario.
Importante fue en sus inicios de carrera la ayuda del poderoso suegro JOSÉ GUADALUPE ZUNO, exgobernador de Jalisco.
Entre los cargos de importancia, será jefe administrativo en la SEP, oficial mayor del PRI y oficial mayor en Gobernación, subsecretario y después secretario en el mismo palacio de Bucareli.
Toda la chamba de LUIS es tras bambalinas, entre oscuros laberintos gubernamentales. Las batallas que libra son de buró, donde reinan los valores entendidos, zancadillas, golpes bajos, complicidades y traiciones.
Muy lejos siempre de la competencia a cielo abierto por el poder. Sin participar jamás en contienda electoral alguna, todo en lo oscurito. Su primera y única campaña fue por la Presidencia en 1970, mero requisito pues la tenía ganada de antemano.
 
DISTINTO CAMINO
La carrera de ANDRÉS MANUEL fue muy diferente, viene de la lucha social. Quiso ser gobernador de Tabasco en 1988, a los 35 años de edad, abanderado por el Frente Democrático Nacional (FDN).
Pierde ante el tricolor SALVADOR NEME CASTILLO. Grita el fraude, emprende marchas y organiza plantones que en nada cambian los resultados.
Busca nuevamente la gubernatura en 1994, abanderado por el PRD. Pierde ante el tricolor ROBERTO MADRAZO PINTADO. Grita el fraude, emprende marchas y organiza plantones que tampoco cambian los resultados.
Su primer éxito llega en 1996 cuando gana la elección interna por la presidencia nacional del PRD. En 2000 conquista la jefatura del gobierno capitalino. Buscará sin fortuna la Presidencia en 2006 y 2012, pero triunfará al tercer intento, en 2018.
ECHEVERRÍA en cambio se formó en la ortodoxia más pura del sistema. Pulió su carácter en la obediencia, la sumisión abyecta ante el superior jerárquico, donde acatar sin chistar era regla implacable.
La lucha de AMLO es a contracorriente. Enemigo público número uno del PRI y el PAN, hubo de sobreponerse a golpes macizos y reiterados de la maquinaria gubernamental. Cayó y se levantó muchas veces.
Se lo dijo en su cara DIEGO FERNÁNDEZ en aquel célebre debate televisivo (marzo del 2000). La narrativa de AMLO “es el discurso perfecto de un luchador social, no se podría esperar otro.”
Curiosamente, esta inercia de lucha que formalmente inicia en 1988 y culmina en 2018, lo lleva hoy en día a seguir confrontándose con sus adversarios, como si aún estuviera en la oposición. Por increíble que parezca, su antigobiernismo sigue vivo. Se llevó el discurso antisistema a la cúspide del sistema. A la silla presidencial.
 
DIFERENTE PAÍS
ECHEVERRÍA, en cambio, fue candidato por dedazo y ganaría en elección meramente simbólica, sin posibilidad alguna de perder. Se impuso con un (hoy inconcebible) 86% de los votos, contra el 14% del panista EFRAÍN GONZÁLEZ MORFÍN.
El PRI obtuvo en 1970 el 100% de los escaños senatoriales y el 80% de los diputados federales. El partido tricolor tenía el control de todas las gubernaturas (incluyendo todos los congresos locales) y el 99% de los ayuntamientos.
Gobernaría LUIS sin oposición legislativa, con prensa sometida y opinión pública débil. Sin esos contrapesos en medios, cámaras, gubernaturas y alcaldías que le ha tocado enfrentar a LÓPEZ OBRADOR desde que llegó en 2018.
Ciertamente, ambos se parecen en muchos aspectos, el estilo personal de gobernar, su protagonismo discursivo, el gusto por el folklor y también su maniqueísmo.
Intelectuales orgánicos de aquel sexenio (CARLOS FUENTES, FERNANDO BENÍTEZ) planteaban que en México nomás había dos opciones: “ECHEVERRÍA o el fascismo”, decían, sin admitir posturas intermedias.
Hoy AMLO lo plantea con otras palabras. “O se está en favor de la cuarta transformación o se está en contra de la cuarta transformación”. Sin medias tintas.
Aunque sus historias personales, los medios que emplearon para llegar al poder, el marco jurídico electoral que privó durante sus respectivos ascensos, las dificultades a vencer y el perfil de sus adversarios fueron enteramente distintos.
Tras la muerte de ECHEVERRÍA los paralelismos abundan en redes y medios. Se subrayan equivalencias, semejanzas. Las diferencias son todavía mayores.

 

lunes, 11 de julio de 2022

La guerra del bótox

Cd. Victoria, Tam.- Sinceramente ignoro si algún dirigente nacional del PRI utilizó antes con tanto afán la neurotoxina botulínica para enderezar el semblante, borrar las preocupaciones de su frente y planchar las huellas del tiempo.
Al menos entre los varones, ALEJANDRO, “Alito”, MORENO CÁRDENAS, sería el primero o el más notorio. Es práctica común en el mundo del espectáculo.
El también exgobernador de Campeche resulta ejemplo fehaciente de las volteretas que da la política, a veces en tiempo demasiado corto.
Apenas en las semanas previas el hombre había destacado como el héroe de la lucha legislativa contra la reforma eléctrica.
Se mostraba triunfal en programas de televisión, concedía entrevistas, multiplicando su presencia en redes y dejándose querer por la especie de “presidenciable” que sus incondicionales han propalado.
En tiempo muy corto todo se vino abajo. Su viacrucis empieza cuando se divulgan grabaciones con la expresión aquella de que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos”, “hay que matarlos de hambre”.
Lo dicho en el contexto es todavía más grave (aunque menos vistoso) mire usted, cuando afirma haber entregado “una maleta” al propietario de un medio de comunicación local que luego lo siguió atacando
Por ello tendría en planes mentarle la madre al citado editor y de paso exigirle que le regresara la maleta, lo cual se antoja difícil, acaso imposible. Si algo regresa, es la maleta vacía.
 
CATEO Y DENUNCIAS
Órale, aunque su martirologio apenas arrancaba. Al mismo tiempo empezaron a publicarse filtraciones en redes y medios sobre la gran riqueza que amasó como mandatario campechano (2015-2019), denuncias que la prensa del sureste ya conocía desde hace años.
Una orden judicial permitió a la policía ministerial del mismo estado catear una ostentosa residencia del personaje, donde después se dijo fue encontrado un teléfono celular con fotografías de sus compañeras de partido, diputadas priístas posando desnudas. Imágenes que ellas mismas le habrían enviado.
El trato que ahora le dan los medios nacionales empeoró de golpe. Ahora se le ve como un ladrón, abusador de mujeres, especie de “bon vivant”, dado al desenfreno, frivolidad y lujos a costa del erario.
En Campeche se conocía mejor su historia previa como gobernante autoritario y represivo. Sus malos tratos y sus arranques iracundos en el ejercicio del cargo. Igual se le ubica como coleccionista de propiedades que superan varias veces el valor de los ingresos declarados al fisco.
Para la opinión pública nacional que poco conocía de estas cosas, el bravo dirigente que se alzó victorioso en sus batallas legislativas contra la 4T, en pocos días derivó en un vulgar saqueador del erario, en términos cercanos a sus colegas, el veracruzano JAVIER DUARTE DE OCHOA y el neoleonés JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN, el Bronco.
Temeroso de ser capturado, “Alito” se embarcó en un viaje por el viejo continente donde llevó su queja de presunto “perseguido político” a foros como la Internacional Socialista.
De regreso al país se topó con que existía una “alerta migratoria” en su contra. Lo cual lo entretuvo un rato en el aeropuerto capitalino y si bien no hubo detención significó un calambre más en su haber.
 
VAN POR ÉL
Y es que el gobierno morenista que encabeza LAYDA ELENA SANSORES SAN ROMÁN tiene la mira puesta en “Alito” MORENO, con el caso en manos de un fiscal estatal de lujo. Nada menos que RENATO SALES HEREDIA, quien entre otros cargos fuera Comisionado Nacional de Seguridad en tiempos de PEÑA NIETO.
Aunque los problemas de “Alito” tienen una doble vertiente. Por peculado y tráfico de influencias en lo que respecta a la justicia estatal. Pero también habría enriquecimiento ilícito y fraude fiscal, lo cual incumbe a la federal.
Doña LAYDA ha instaurado una versión tropical de la “mañanera” obradorista. Una suerte de “talk show” semanal denominado “Martes del Jaguar” donde la feroz dama publicita sus acciones de gobierno y de paso aporrea a críticos y adversarios. Comprobado de sobra está que tiene la mano muy pesada.
Fue en ese espacio donde la gobernadora dio a conocer los audios de “Alito” contra medios y periodistas. También las charlas de este último con su cirujano plástico y el chisme de las presuntas fotografías de diputadas desnudas.
Tremebunda señora, con su presencia voluminosa, labios en flor, cutis de piedra, rostro volcánico inflado por la fórmula botulínica antes citada; atuendos amplísimos y floridos. Sin olvidar el pelo rojo fosfo que cae lacio y pesado sobre frente y hombros, estilo “chapuzón”.
Para redondear la anécdota, la mandataria campechana cumplirá en breve 77 años, pues nació el 7 de agosto de 1945 (ojo al dato) un día después del bombazo en Hiroshima (agosto 6).
Lo cuál acaso coincida con su carácter explosivo, telúrico, radioactivo.

lunes, 4 de julio de 2022

Antonio de la Cruz

Cd. Victoria, Tam.- “Cero impunidad” promete el presidente LÓPEZ OBRADOR en el caso del periodista ANTONIO DE LA CRUZ y su hija, doble crimen perpetrado en la mañana del miércoles anterior cuando salían de su domicilio en esta capital.
Loable propósito, pero la memoria reporta que son 12 los colegas mexicanos asesinados en el presente 2022 y lo que priva es eso, la impunidad.
Por lo pronto estamos ante unas declaraciones que siguen un guion ya establecido cuando ocurren estas tragedias. Suelen decir lo mismo.
Posicionamientos de rigor, respuestas de cajón, lamentaciones sin alma, de mera rutina, redactadas en frío. Clichés muy gastados que siguen un cartabón ya muy visto y leído desde que tenemos memoria.
En ambos niveles de la justicia las fórmulas burocráticas se imponen. Anuncian que llegarán “hasta las últimas consecuencias” en la investigación y castigarán a los responsables, “caiga quien caiga”.
Compromisos gubernamentales no muy distintos a los que asumieron las autoridades tras conocerse el asesinato de MANUEL BUENDÍA TELLERGIRÓN aquel 30 de mayo de 1984. De ello han pasado 38 años.
Lo cual aplica, por desgracia, en Tamaulipas, desde casos antiguos como los de NORMA MORENO FIGUEROA y ERNESTO FLORES TORRIJOS (entre otros) a los más recientes de CARLOS DOMÍNGUEZ RODRÍGUEZ y HÉCTOR GONZÁLEZ ANTONIO.
Sin ánimo de caer en el pesimismo, es poca la esperanza que priva en el medio periodístico respecto a la eficacia de las autoridades encargadas. Y no es mucha la confianza porque recordamos episodios similares. Hay memoria.
Es larga y accidentada la lucha de familiares y amigos por esclarecer estos crímenes donde la tardanza es regla y afloran cínicamente los llamados asesinos de paja. El recurso tramposo de culpar a alguien, quien sea, solo para presentar trabajo y presumir resultados que ni lejanamente lo son.
La comunidad periodística tamaulipeca estará al pendiente de lo que informe la Fiscalía General de la República (FGR) que desde el siguiente día ejerció la atracción del caso.
Se recordará que los hechos ocurrieron a plena luz del día en una zona habitacional. Cabe esperar que los vecinos hayan aportado datos útiles para dibujar el perfil del atacante.
Y también que las cámaras de videovigilancia puedan decir algo sobre ese motociclista que pudo haber cruzado por arterias vecinas como Prolongación Democracia, Avenida del Maestro y el libramiento Portes Gil minutos antes y minutos después de cometer su infamia.
Pero no debemos engañarnos. Identificar al ejecutor sería tan solo el primer paso, la verdadera meta es saber quién dio la orden y por qué.
 
OTRA HISTORIA
El homicidio de MANUEL BUENDÍA cometido bajo el gobierno lamadridista (1984) se pudo esclarecer medianamente cinco años después (1989) al arrancar el sexenio de CARLOS SALINAS DE GORTARI.
Ayudó mucho el que se trataba de un columnista de prestigio internacional y también porque sus amigos igualmente famosos persistieron en el reclamo de justicia, entre otros, MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA, LEON GARCÍA SOLER, VIRGILIO CABALLERO, IVÁN RESTREPO, MIGUEL SÁNCHEZ DE ARMAS, ELENA PONIATOWSKA y CARLOS MONSIVÁIS.
Aun así, el caso BUENDÍA dejó cabos sueltos. Fue identificado el autor material, RAFAEL MORO ÁVILA, agente de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y también capturado el autor intelectual, JOSÉ ANTONIO ZORRILLA, exdirector de la DFS.
Aunque la acción de la justicia ahí se detuvo, pese a que la opinión pública pedía levantar la mira, jalar hilos más arriba y llegar al por entonces secretario de Gobernación MANUEL BARTLETT DÍAZ, superior de ZORRILLA.
Pero lejos de castigarlo, el presidente SALINAS premió a BARTLETT haciéndolo titular de la SEP (1988) y gobernador de Puebla (1993). Hoy es director de la Comisión Federal de Electricidad.