Cd.
Victoria, Tam. Siguiendo las pautas
de la vieja cultura priísta, medios y redes de Tamaulipas se han dado a la
tarea de especular sobre la expectativa de ajustes que hoy se abre en la cúpula
política estatal, gobierno y partido.
No es mala fe, digamos que pura inercia.
Siete décadas de trato con la familia tricolor establecieron dicha práctica,
confiriéndole valor de regla.
En ocasión de informe o al concluir elecciones
(1) el cambio de rutina y si les fue mal (2) entonces hablamos de limpia general,
barredora, golpe de mano, enroques mayores diseñados para fortalecer al jefe
del Ejecutivo.
Es decir, otorgarle un margen ampliado
de libertad que le permita disponer de sus recursos humanos y ejercer con total
firmeza las facultades propias del cargo, para nombrar, renovar, optimizar su equipo.
El gobernador CABEZA DE VACA está
plenamente facultado para ello y debe hacer uso de dicha función con total
tranquilidad de conciencia. En el entendido (y en la inteligencia) de que los
tiempos así lo demandan.
¿Áreas susceptibles de renovación?...
sin duda las más vinculadas a la inconformidad ciudadana que se expresó en el voto
de castigo, el voto anti-PAN (anti-PRI, anti-PRIAN).
Por ahí, precisamente, podría empezar la
rendición de cuentas. En cuáles áreas se encuentran los factores que alejaron
al ciudadano del partido albiazul enfriando el entusiasmo de apenas dos años atrás.
La Secretaría de Educación, por ejemplo,
donde HÉCTOR ESCOBAR luce hoy enredado como gato en bola de estambre, con ese
software de nómina que parece diseñado por su peor enemigo.
No fluyen los pagos, no llegan con la recurrencia
debida ni la puntualidad acostumbrada, hay nutridas quejas de maltrato,
recortes injustificados y despidos a lo largo y ancho de la geografía
magisterial. Amén de un diálogo muy pobre en resultados con la cúpula sindical.
Y estamos hablando de gente que en 2016 mostraba
con felicidad el logotipo de los cuernos azules cuando otorgó su total apoyo a
la candidatura de CABEZA DE VACA y ahora llegó contrariada a su encuentro con
la urna.
Otro caso es la subsecretaría de
Ingresos, donde los afanes recaudatorios de ARTURO SOTO alcanzaron un ritmo frenético
que la prensa calificó de terrorismo fiscal, invadiendo en su neurótica
cobranza áreas municipales y federales.
Por igual, ESCOBAR y SOTO se encargaron
de sembrar el camino de agravios, rencores y malquerencias al régimen y a su
partido.
Con puntualidad macabra y una
perseverancia digna de mejores causas, ambos contribuyeron al inocultable revés
sufrido por el PAN tamaulipeco donde se perdieron (hasta hoy) seis de nueve diputaciones
de mayoría, amén de la fórmula senatorial.
Responsabilidad que igualmente atañe y
deja muy mal parados a los principales responsables de la operación política, la
dirigencia partidista de KIKO ELIZONDO y la Secretaría General de Gobierno a
cargo del señor VERÁSTEGUI.
Desde luego, cada mandatario elige su ritmo,
momento y coyuntura para realizar los ajustes que juzgue pertinentes.
En el caso de Sonora, la gobernadora priísta
CLAUDIA PAVLOVICH anunció la renovación en su equipo de trabajo apenas una
semana después de la elección presidencial.
En Tamaulipas corre paralela la doble sensación
(1) del cambio inevitable y (2) una fecha todavía por definir, y cuyos plazos
probables acaso tengan que ver (dicen los observadores) con el arribo del nuevo
congreso nacional en septiembre, el informe segundo de la administración estatal
o acaso el sexto del presidente PEÑA.
Hay también eventos intermedios como la
renovación próxima de la dirigencia nacional blanquiazul, hoy en fase de
preparación y donde los gobernadores (a falta de un “primer panista” del país) tienen
participación muy activa.
Aunque también sigue metiendo ruido el
asunto de las impugnaciones. Se conocen al menos tres propósitos expuestos por
los abogados de MORENA:
(1) Anular la elección municipal de
Reynosa, impulsando la instauración de una junta de administración civil para
truncar el proyecto reeleccionista de MAKI ORTIZ.
(2) Rescatar la diputación federal de
mayoría en Nuevo Laredo, donde los seguidores de AMLO aseguran que el ganador
fue HERIBERTO CANTU DEANDAR, candidato de la coalición “"Juntos haremos historia””.
(3) Y anular también la votación por el
distrito 6 con cabecera en Mante, por su exuberante número de irregularidades. Eso,
en calidad de mientras, en lo que se preparan sanciones, en lo económico y lo
penal.
El caso es que la canícula tamaulipeca nos
aturdió este año más de lo esperado. Vivimos un verano tórrido, sofocante, no exento
de sorpresas, donde la palabra “cambio” parece haber adquirido dimensiones telúricas.
Metafísicas, acaso.