miércoles, 16 de mayo de 2012
Morir escribiendo
Cd. Victoria, Tam.- CARLOS FUENTES MACIAS se fue a los 83 años cumplidos, estaba entero, no padecía oficialmente alguna enfermedad grave, cierta hemorragia interna (úlcera, probablemente) lo sorprendió bajo la regadera provocando el desmayo que lo conduciría al Hospital Ángeles de la capital mexicana donde falleció horas después.
El día del deceso (martes 15) había publicado su colaboración póstuma en diario REFORMA y cuyo título bien podría identificarse como un grito de guerra final: “Viva el socialismo. Pero...”
Era, por cierto, la segunda parte de una reflexión iniciada el día anterior (lunes 14) donde abordaba el triunfo de FRANCOIS HOLLANDE en la Francia que FUENTES conoció bastante bien en distintas etapas de su vida y donde ejerció como embajador entre 1975 y 1977.
El escritor mexicano falleció, efectivamente, el mismo día que HOLLANDE tomó posesión, opinando sobre su llegada, las promesas y los límites de una izquierda moderna.
Cito las palabras con que inició su texto penúltimo del lunes 14:
-“La historia se anuncia. Luego duerme la siesta. Y, al cabo, despierta”, escribió, para luego evocar el mayo francés, sus recuerdos del 68, MARX y RIMBAUD.
Sintomático, sin duda, que su artículo complementario del martes 15 se extienda también sobre la política europea pero no obstante dedique su último párrafo al tema electoral mexicano.
Cito textual:
-“Nota mexicana. Me preocupa e impacienta que estos grandes temas de la actualidad estén fuera del debate de los candidatos a la presidencia de México, dedicados a encontrarse defectos unos a otros y dejar de lado la agenda del porvenir.”
Ese fue el punto final de sus colaboraciones en REFORMA y en la prensa mexicana.
Su última palabra, “porvenir”, tiene sabor a esperanza y revela nítidamente hacia donde enfocaba su vista. A media jornada expiró.
Blanco de numerosos reclamos por su cosmopolitismo y cierta lejanía con sus raíces, se diría que FUENTES se despidió reconciliado con su tierra, junto a su esposa SILVIA LEMUS.
Trotamundos incansable, el destino quiso que muriese en la capital mexicana, el lugar que alguna vez bautizó como la “región más transparente del aire”.
Hoy creo que la fecha precisa de su fallecimiento permitirá a los mexicanos recordar el 15 de mayo de otra manera y con un efecto compensatorio.
En los años venideros rememoraremos las letras de FUENTES al tiempo en que la cúpula magisterial se regocija de su ignorancia.
Horas antes, el Presidente FELIPE CALDERÓN había encabezado la ceremonia por el Día del Maestro, junto al titular de la SEP JOSÉ ÁNGEL CÓRDOVA y la dirigente sindical ELBA ESTHER GORDILLO.
La celebración ocurre cuando la relación del SNTE con su entorno político parece haber alcanzado su punto más bajo, no solo en el trato con CALDERÓN, sino con los principales candidatos en campaña: PEÑA NIETO, VAZQUEZ MOTA y LOPEZ OBRADOR.
Durante el día los portales electrónicos mostraban imágenes de maestros disidentes portando monigotes de la propia ELBA ESTHER y del mandatario que permitió su arribo en 1989: CARLOS SALINAS.
Al momento de escribir estas líneas la familia de FUENTES ya habrá decidido el destino de sus restos mortales.
Tras su paso obligado por GAYOSSO, se informó que sería velado en su domicilio para este miércoles recibir el homenaje de rigor en Bellas Artes.
En días recientes el novelista había anunciado al diario español El País la conclusión de su libro "Federico en su balcón", al tiempo en que preparaba otro más: "El baile del centenario".
También en la víspera le fue concedido el doctorado Honoris Causa por la Universidad de las Islas Baleares de España.
Reconocimiento que se sumaría a premios como el Rómulo Gallegos, el Príncipe de Asturias y el Cervantes, entre otros.
La consistencia y lucidez de sus textos últimos me hace pensar en un hombre que administró su vida con la sabiduría suficiente para llegar al final con una integridad envidiable. Murió escribiendo y, vaya paradoja, murió sano.