Cd.
Victoria, Tam. Aquellos años del
presidente SALINAS (1988-1994) fueron los más difíciles para el entonces
naciente Partido de la Revolución Mexicana (PRD) y su dirigente fundador
CUAUHTÉMOC CÁRDENAS.
Como principal enemigo del régimen, tendría
que aguantar con una buena dosis de estoicismo las permanentes agresiones de
los medios afines al sistema, a ratos orquestadas, aunque también producto de espontáneos,
sin duda deseosos de quedar bien con el gobierno tricolor.
No hacía falta inventar la nota, a
menudo bastaba con magnificar el dicho de algún malqueriente interesado en ganar
pasajera fama a costa de una declaración tremendista.
Ocurrió, pues, que un distinguido
priísta de su terruño familiar (Michoacán) señaló sin pruebas y con lujo de estridencia,
al ingeniero CÁRDENAS de corrupto.
Vino entonces la respuesta del aludido
que, en un tono desacostumbrado y visiblemente molesto reviró:
-“¡Miren quien me dice puta, PETRA la de
la arracada!”
En singular o plural (arracada o
arracadas) la frase pertenece al ingenio popular (¿el teatro clásico español?) y
tiene también variantes en el nombre (PETRA, JUANA, CHUCHA, PANCHA, LOLA), pero
con la misma intención y significado.
Desautorizar una crítica por el perfil de
quien la emite, hacer incluso mofa de un señalamiento recordando que su autor
tiene fama pública de practicar aquello que señala.
Como reclamo observa similar orientación
a frases como “mira quien habla”, “el burro hablando de orejas”, “tú ni hables,
no te vayas a morder la lengua” y argumentos afines.
Algunos, por cierto, de origen bíblico,
como el “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.”
Y es que la imaginaria “PETRA la de la
arracada” sería algo así como un estereotipo visible de aquella conducta que estaría
criticando. De aquí el sarcasmo.
TEMA
RECIENTE
Viene a cuento el asunto tras la (por
demás) ruidosa acusación de VICENTE FOX tildando al presidente LÓPEZ OBRADOR de
“mandilón”.
Término que ya había empleado en su
campaña contra el priísta FRANCISCO LABASTIDA (“mandilón”, “mariquita sin
calzones”).
El detalle es que dicho sometimiento a
la voluntad de la cónyuge se encuentra entre las características más subrayadas
(visibles, conocidas) del propio FOX.
El periodismo y la literatura de aquel
sexenio (2000-2006) se desparraman en anécdotas al respecto, ante la influencia
determinante, contundente, que observó la primera dama MARTHA SAHAGÚN JIMÉNEZ en
la toma de decisiones.
Algunos autores identifican la mano de MARTHA
en cuestiones tan delicadas como la asignación de contratos y proveedurías, el
nombramiento de funcionarios y hasta en la fallida decisión de desaforar y
encarcelar al entonces jefe político de la capital mexicana ANDRÉS MANUEL LÓPEZ
OBRADOR.
El caricaturista HELIO FLORES en EL
UNIVERSAL llegó a bosquejar una silla presidencial de dos plazas, un par de asientos,
algo parecido a un “love seat”.
Otros cartonistas dibujaron a FOX en el triste
papel de títere o muñeco guiñol, con la señora SAHAGÚN manejando los hilos y
operando el control a trasmano.
El mismo VICENTE tuvo la ocurrencia de utilizar
el término “pareja presidencial” para referirse a la mancuerna que hacía con su
esposa en el ejercicio del mando.
Empleaba para ello un argumento ridículo.
Que, “como todos los matrimonios modernos”, ellos (VICENTE y MARTHA) hacían
suyo el dicho de que “las decisiones se toman en pareja.”
Frase, por cierto, sacada de contexto.
En sexenios previos, las campañas gubernamentales de planificación familiar
habían empleado dicho eslogan para subrayar la importancia del diálogo en el
campo específico de la salud reproductiva. Asunto que ni lejanamente aplicaba
al caso FOX-SAHAGÚN.
ESPEJO
NEGRO
Y la fama llegó a grado tal que su relevo
en el mando, FELIPE CALDERÓN HINOJOSA (abogado y conocedor puntilloso de estos detalles)
se vio en la necesidad de declarar, ante la televisión nacional, que había
llegado a Los Pinos con la firme determinación de “reivindicar la
responsabilidad personal del presidente”.
Ello, para tomar distancia clara respecto
al “tema de la pareja presidencial” al señalar que “la Constitución marca un
poder y una responsabilidad personalista, unipersonal…”
Y es que doña MARTHA (como lo llegó a
reseñar, entre otras, la escritora argentina OLGA WORNAT) metía su cuchara
prácticamente en todo. Peor aún, ella decidía.
Se le considera incluso responsable de no
pocas defecciones observadas en el equipo original de FOX a lo largo del
sexenio, incluyendo las del consejero de Seguridad ADOLFO AGUILAR ZINZER y del canciller
JORGE CASTAÑEDA.
Resulta entonces un contrasentido
colosal que ahora FOX quiera imponerle el estigma de “mandilón” a LÓPEZ
OBRADOR, cuando el propio VICENTE hace gala de dicha etiqueta y hasta la cacarea
ruidosamente.
La paja en el ojo ajeno. Como cuándo el
mismo expresidente mexicano, desde su farragosa cuenta de #Twitter, se atreve a
llamar “bocón” a DONALD TRUMP.
También le ha dicho “ignorante”, mire
usted lo que nos ha tocado ver, cuántas perlas en tan poco espacio y luego dicen
que la política no es divertida.
Es, incluso, tan detallado VICENTE
cuando endereza denuesto tras denuesto contra TRUMP, que igual podría estar mirando
al espejo y describiéndose a sí mismo.
Todo ello, sin detenerse mínimamente a
razonar que acusador y acusado comparten tal defecto. El burro hablando de
orejas, efectivamente.