lunes, 27 de marzo de 2017

¿Prueba superada?

Cd. Victoria.- Pasó la borrasca, los mecanismos de control acometieron con eficacia y se evitó una crisis penitenciaria que prometía escenarios peores y prensa negra a escala global.
Dos caras del mismo problema, preocupante el reporte gráfico de las primeras horas contrasta con las imágenes más saludables de sábado y domingo.
Nocturna la foto del subterráneo el miércoles. La boca del inframundo por donde emergieron los malhechores. Abierta la sospecha de complicidad, la interrogante apunta en todas direcciones.
Soleado, en cambio, el panorama del zacatal al finalizar la semana, azul el cielo cuando una máquina inyecta cemento colado, en presencia de la prensa.
Majestuosa la noche durante las tomas aéreas de la penitenciaría en llamas, monumental la parte más antigua, la fachada. El fuego como advertencia siniestra, coloración azulosa, variedad de naranjas. Testigo mudo al fondo, la sierra.
Diurna, en cambio, la fila de familiares en visita dominical. Gente pacífica y en orden, luz de día en efecto, símbolo de la normalidad recobrada.
Tras superar la emergencia, la vocería de seguridad a cargo de LUIS ALBERTO RODRÍGUEZ tiene por encargo declarar formalmente recuperada la paz penitenciaria.
Hombre de modales correctos, sus titubeos lo achaparran ante una prensa que lo rebasa y devora. Se trompica con las palabras, la preocupación le gana.
El colmo, para quienes lo siguen desde Internet el sonido es entrecortado, intermitente.
La transmisión gotea, punto y raya, pareciera hablar en clave Morse.
Reporta desde Twitter. Al momento de escribir estas líneas, de los 29 reos fugados se han recuperado 15, restan 14 por ubicar.
Adentro, una acción combinada de fuerzas estatales y federales emprendió limpia de tejavanes y caserío mostrenco. Sin novedad, estas construcciones que llaman “pueblitos”, aldeas.
En mayor o menor medida, están presentes en todos los penales del país, como añadidos que complementan a los pabellones regulares. Casuchas cuya función es meramente económica, legal, ilegal, ambas.
Se compra y se vende, se trabaja artesanía, herrería, ebanistería, hechicería…
Cortes de pelo, fondas, tendajos y hasta adoratorios a la Santa Niña.
Amarilla para el dinero, ámbar atrae la salud, hueso es paz y armonía, la blanca purifica envidias, la verde agiliza la justicia, roja es pasión. La negra es defensa contra fuerzas oscuras.
Por ahí entre esos techos achaparrados estaba la entrada al túnel. Esto explica la determinación con que entró la maquinaria pesada, devastando parejo.
De ahí el enojo de los internos que se extendió de una noche a la siguiente. Pagaron justos por pecadores, decían.
De que los penales son problema antiguo en Tamaulipas da cuenta el reportaje que este domingo publica en grupo Expreso el colega EFRAIN KLERIGAN. La cronología paralela, a cargo de TOÑO DE LA CRUZ.
Desde los sangrientos cacicazgos de OLIVERIO y EQUITERIO, evasiones para todos los gustos. La de Nuevo Laredo en diciembre de 2010 alcanzó la cifra de 141 fugados. En septiembre del mismo año habían escapado 89 en Reynosa.
Y aquel detalle que parecería chusco (acaso digno de WOODY ALLEN) si no fuera tan grave. Custodios y directivos huyendo en estampida, junto con los reos.
La retrospectiva abarca tres décadas y puede ser consultada en la siguiente dirección: http://bit.ly/2nkbK1O
Y, bueno, volvió la paz a Tamatán, la pregunta es por cuánto tiempo, porque las condiciones de sobrepoblación, autogobierno, corrupción, malos salarios, obsolescencia de las instalaciones siguen ahí.
Mientras no cambie la problemática que hizo posible la llamarada del miércoles pasado (y todas las trifulcas anteriores) el riesgo sigue latente. Territorio minado.
Polvorín acaso en espera de la siguiente chispa.