Cd. Victoria.- Con amigos y enemigos poderosos, el exgobernador de
Coahuila HUMBERTO MOREIRA está de regreso, o al menos eso intenta cuando dice
que quiere ser diputado.
Ya no por su
partido, claro. Es más fácil adoptar un membrete y hacer una campaña personalista,
sin ideología.
Para eso están
(que caray) artefactos como el llamado “Partido Joven” que (para asegurar la
curul y garantizar la inversión) postularía a HUMBERTO en lista plurinominal.
Legendaria la
trayectoria de este profesor saltillense de educación primaria, que para llegar
a gobernador (y figurar, según Forbes, entre los 10 mexicanos más corruptos) remontó
una larga carrera escalafonaria.
De dar clases en
una secundaria técnica a la jefatura de recursos humanos en el área de
normales, hacer escoleta desde secretarías particulares, ser delegado de
CONAFE, alcalde capitalino, titular educativo en su estado, gobernador y
finalmente líder nacional del PRI.
Y, también, el
mandatario que más ha endeudado a Coahuila (37 mil millones), con amigos
sujetos a proceso por lavado de dinero en Estados Unidos.
Carismático, platicador,
bailarín consumado, aún se le recuerda danzando el “Chúntaro Style” en los
preámbulos de la puja presidencial, durante su recorrido inicial por la
República.
Hiperactividad,
discursos floridos y guateque, mucho guateque, con esa pegajosa mezcla de hip-hop,
reggae, norteño y vallenato que por entonces daba a conocer la banda
regiomontana “El Gran Silencio.”
CONFRONTACIÓN
Hombre de
carácter, chocó desde un principio con el presidente CALDERÓN quien llegó al
año siguiente de iniciada su administración, en 2006.
De mecha corta
ambos, los dimes y diretes jamás cesaron, ni siquiera al concluir su gestión en
Coahuila.
Desde el último
informe como gobernador le advirtió a CALDERÓN que pronto iría a otra misión donde
se volverían a encontrar.
Ese nuevo
desafío fue la presidencia nacional del PRI, a la cuál llegó el 4 de marzo de
2011, para encaminar la precandidatura de PEÑA, entonces gobernador mexiquense.
La historia
contará después que en Palacio Nacional no se quedaron quietos ante el ascenso
del popular dirigente tricolor.
Pronto vino la
respuesta, al estilo de CALDERÓN, con filtraciones al norte del río Bravo,
donde los expedientes sobre lavado son siempre bienvenidos (si son de
políticos, cuánto mejor) se investigan por oficio y jamás caducan.
De allá vinieron
los golpes a MOREIRA, los arrestos a su gente y su caída del PRI, poco antes de
iniciar la campaña de PEÑA, entrando al reemplazó PEDRO JOAQUÍN COLDWELL, el 2
de diciembre de 2011.
REAPARICIONES
En la banca sin
remedio, MOREIRA jamás fue llamado al equipo triunfador de PEÑA en diciembre de
2012. Era impresentable.
Regresaría a la
fama mundial hasta 2016 cuando lo arrestan en el aeropuerto madrileño de Barajas,
por su expediente abierto en la justicia americana. Preso duró una semana, del
15 al 22 de enero. Para febrero aterrizaba en México.
Hoy MOREIRA es
noticia no solo porque busca una curul local en la competida elección coahuilense.
También porque su enemigo FELIPE CALDERÓN anda metido en las campañas locales,
haciendo amarres para el proyecto presidencial de doña MARGARITA.
En ese camino se
han encontrado de nuevo, con mayor rispidez que antes.
Frontal, FELIPE
no duda en llamar ladrones a los hermanos HUMBERTO y RUBEN MOREIRA. Promete cárcel
para ambos, de favorecer el voto al candidato panista a la gubernatura
GUILLERMO ANAYA.
Tampoco HUMBERTO
se mide en sus respuestas. Llama “borracho” al expresidente, “asesino”
y “usurpador”. De paso afirma que en 2006 FELIPE robó la presidencia a LÓPEZ
OBRADOR.
La pregunta que cualquier seguidor de
AMLO haría, aflora natural:
¿Por qué no lo dijiste entonces?
Por supuesto, el pleito apenas empieza.