martes, 28 de marzo de 2017

Malquerencia añeja

Cd. Victoria.- Con amigos y enemigos poderosos, el exgobernador de Coahuila HUMBERTO MOREIRA está de regreso, o al menos eso intenta cuando dice que quiere ser diputado.
Ya no por su partido, claro. Es más fácil adoptar un membrete y hacer una campaña personalista, sin ideología.
Para eso están (que caray) artefactos como el llamado “Partido Joven” que (para asegurar la curul y garantizar la inversión) postularía a HUMBERTO en lista plurinominal.
Legendaria la trayectoria de este profesor saltillense de educación primaria, que para llegar a gobernador (y figurar, según Forbes, entre los 10 mexicanos más corruptos) remontó una larga carrera escalafonaria.
De dar clases en una secundaria técnica a la jefatura de recursos humanos en el área de normales, hacer escoleta desde secretarías particulares, ser delegado de CONAFE, alcalde capitalino, titular educativo en su estado, gobernador y finalmente líder nacional del PRI.
Y, también, el mandatario que más ha endeudado a Coahuila (37 mil millones), con amigos sujetos a proceso por lavado de dinero en Estados Unidos.
Carismático, platicador, bailarín consumado, aún se le recuerda danzando el “Chúntaro Style” en los preámbulos de la puja presidencial, durante su recorrido inicial por la República.
Hiperactividad, discursos floridos y guateque, mucho guateque, con esa pegajosa mezcla de hip-hop, reggae, norteño y vallenato que por entonces daba a conocer la banda regiomontana “El Gran Silencio.”

CONFRONTACIÓN
Hombre de carácter, chocó desde un principio con el presidente CALDERÓN quien llegó al año siguiente de iniciada su administración, en 2006.
De mecha corta ambos, los dimes y diretes jamás cesaron, ni siquiera al concluir su gestión en Coahuila.
Desde el último informe como gobernador le advirtió a CALDERÓN que pronto iría a otra misión donde se volverían a encontrar.
Ese nuevo desafío fue la presidencia nacional del PRI, a la cuál llegó el 4 de marzo de 2011, para encaminar la precandidatura de PEÑA, entonces gobernador mexiquense.
La historia contará después que en Palacio Nacional no se quedaron quietos ante el ascenso del popular dirigente tricolor.
Pronto vino la respuesta, al estilo de CALDERÓN, con filtraciones al norte del río Bravo, donde los expedientes sobre lavado son siempre bienvenidos (si son de políticos, cuánto mejor) se investigan por oficio y jamás caducan.
De allá vinieron los golpes a MOREIRA, los arrestos a su gente y su caída del PRI, poco antes de iniciar la campaña de PEÑA, entrando al reemplazó PEDRO JOAQUÍN COLDWELL, el 2 de diciembre de 2011.

REAPARICIONES
En la banca sin remedio, MOREIRA jamás fue llamado al equipo triunfador de PEÑA en diciembre de 2012. Era impresentable.
Regresaría a la fama mundial hasta 2016 cuando lo arrestan en el aeropuerto madrileño de Barajas, por su expediente abierto en la justicia americana. Preso duró una semana, del 15 al 22 de enero. Para febrero aterrizaba en México.
Hoy MOREIRA es noticia no solo porque busca una curul local en la competida elección coahuilense. También porque su enemigo FELIPE CALDERÓN anda metido en las campañas locales, haciendo amarres para el proyecto presidencial de doña MARGARITA.
En ese camino se han encontrado de nuevo, con mayor rispidez que antes.
Frontal, FELIPE no duda en llamar ladrones a los hermanos HUMBERTO y RUBEN MOREIRA. Promete cárcel para ambos, de favorecer el voto al candidato panista a la gubernatura GUILLERMO ANAYA.
Tampoco HUMBERTO se mide en sus respuestas. Llama “borracho” al expresidente, “asesino” y “usurpador”. De paso afirma que en 2006 FELIPE robó la presidencia a LÓPEZ OBRADOR.
La pregunta que cualquier seguidor de AMLO haría, aflora natural:
¿Por qué no lo dijiste entonces?
Por supuesto, el pleito apenas empieza.