Cd. Victoria.- Si ubicamos al presente 2017 como el año definitorio
en la carrera por las candidaturas presidenciales, todo indica que la trinchera
panista ya concentró su juego en la terna formada por el exgobernador poblano
RAFAEL MORENO VALLE, la exprimera dama MARGARITA ZAVALA y el líder nacional
RICARDO ANAYA.
A la pregunta de
si cabe alguno más habría que responder que el tiempo prácticamente se agotó
para quien quisiera hoy construir y posicionar otra opción real de poder.
El detalle más
interesante de la competencia albiazul (planteado aquí desde el otoño pasado)
es el uso que cada jugador hará de su respectivo capital político.
Se diría que (1)
la disputa luce cerrada y (2) acaso ninguno pueda ganar solo, a menos que (3)
se teja alguna alianza buscando simplificar la lucha a dos rivales y (4) uno de
los contendientes endose su fuerza al más amigable.
Haciendo
memoria, tanto la elección interna concluida en octubre de 2005 como la que se
libró en febrero de 2012 fueron peleas de tres.
En el primer
caso, FELIPE CALDERÓN venció (en números redondos) con 52% del voto contra 32%
de SANTIAGO CREEL y 16% de ALBERTO CÁRDENAS.
En el segundo, JOSEFINA
VÁZQUEZ MOTA obtuvo (números redondos) 54% contra 39% de ERNESTO CORDERO y 06%
de SANTIAGO CREEL.
Para el proceso
venidero resulta todavía difícil confiar en las encuestas, puesto que cada
precandidato (MORENO, ZAVALA o ANAYA) publicita aquellas que le resulten favorables.
Por lo pronto, el único indicio es que arranca más pareja.
ALIANZA FACTIBLE
De hecho, la
señora ZAVALA pinta ya como el enemigo a vencer, aunque necesario es decir que
no por mucho margen.
La pregunta es
cuál de los otros dos (MORENO o ANAYA) será el rival más débil en cuyas manos
estaría elegir entre (1) participar a sabiendas de que obtendrá la medalla de
bronce o bien, algo inédito hasta ahora (2) convertir su capital político en
voto útil y pasarle su bolsa de canicas a quien las encuestas ubiquen en
segundo sitio.
La primera
opción (competir para perder) es la que escogieron ALBERTO CÁRDENAS (tercer
lugar en 2005) y SANTIAGO CREEL (tercero en 2012).
La segunda no
tiene precedentes en la historia de las internas panistas tras la primera
magistratura de la nación.
Aunque nada
impide que sea una opción para la dupla de ANAYA y MORENO VALLE si (como creemos)
MARGARITA afianza su condición de puntera.
En 2005,
CALDERÓN obtuvo mayoría absoluta (52%) lo cuál significó que ni juntando los
votos de CREEL y CÁRDENAS podrían ganarle.
En 2012 ocurrió
algo similar. Ni sumando los apoyos de CORDERO y CREEL habrían vencido a
JOSEFINA y su cómodo 54%.
¿POLARIZACIÓN?
Y bueno, en la
interna que viene, resta por ver si MARGARITA es capaz de cosechar más votos
que sus dos rivales juntos.
O si una
eventual alianza de RAFAEL y RICARDO hiciera factible la sinergia de fuerzas para
ganar la nominación. Sobre todo si consideramos que esta vez la disputa luce
más cercana que en 2005 y 2012.
¿La suma del
segundo y el tercero podría rebasar a quien marche en primero?
Por supuesto, aún
está pendiente de precisar el modelo de selección que disponga el partido. Sin
embargo, la estratégica ubicación de RICARDO ANAYA en la dirigencia hace pensar
en una batalla interna no muy diferente a las dos anteriores.
Y algo más. Todo
indica que la feroz campaña mediática orquestada contra ANAYA durante el año
pasado tuvo por principal beneficiaria a MARGARITA.
Ni quien lo dude,
son golpes que abollan la imagen pública, hieren el ego, afectan a la familia y
(ojo al dato) dejan rastro en la memoria.
En este sentido,
la guerra sucia estaría marcando un precedente oscuro que ahora podría
escalarse. De ida y vuelta.
Una probadita de
lo que nos espera en los próximos meses, cuando la carrera tome forma. Mucho
que reseñar.