Cd. Victoria.- Lo advirtieron los medios mexicanos desde que el
priísta ROBERTO SANDOVAL llegó a la gubernatura de Nayarit en septiembre de
2011. Algo olía mal en su equipo de seguridad y justicia.
Particularmente
en Procuraduría (renombrada “Fiscalía”) donde fue titular el abogado EDGAR
VEYTÍA, vinculado al Cartel de Jalisco nueva generación (CJNG).
Desde el pasado
lunes el hombre está detenido en San Diego, California, por conspiración para introducir
droga a Estados Unidos.
En Nueva York,
una Corte de Distrito había pedido su arresto dando pelos y señales de las
acusaciones, incluyendo apodos (“Diablo”, entre ellos).
Y también la
intención de decomisar sus bienes en Estados Unidos, con valor calculado en 250
millones de dólares.
Perfil del
norteño clásico, piel clara, corpulento, ceja poblada y bigote rotundo al
estilo PANCHO VILLA, aparece VEYTIA con una pistola al cinto en muchas fotografías.
En una entidad
como Nayarit donde ha prosperado el tráfico de efedrina y las metanfetaminas,
especialidad (por cierto) del cercano Cartel de Colima, el de los hermanos
AMEZCUA.
El pasado 27 de
agosto de 2016, el semanario PROCESO publicó un reporte que el tiempo
terminaría de corroborar tal cuál.
Con título “ÉDGAR
VEYTIA, el oscuro fiscal de Nayarit”, el trabajo no tiene desperdicio. En buena
manera prefigura la información que ahora circula.
ZONA DORADA
Aeropuerto
binacional, el que une a Tijuana con San Diego, lleva el nombre de ABELARDO L.
RODRÍGUEZ, general revolucionario, expresidente de la República (1932-34),
gobernador de dos estados, el entonces territorio de Baja California (1923-30)
y su natal Sonora (1943-48).
También
empresario, acaso uno de los ejemplos más antiguos (y conspicuos) del
narcopolítico mexicano. Bajo su amparo traficaron gomeros en las dos entidades
que tuvo bajo mando.
Con su
protección, capitales mafiosos que huían de la ley seca fundaron en 1927 el
casino de Agua Caliente en Tijuana.
La historia
negra de Tijuana está ligada a capos legendarios que habrían llegado atraídos
por la complicidad mexicana, como BUGSY SIEGEL, MEYER LANSKY y VIRGINIA HILL.
Cerquita está la
Mesa de Otay, alargado sistema de mesetas y lomeríos bajos en ambos lados de la
frontera. Al norte bosques hermosos, al sur lomas desérticas, secas, sucias, pedregosas.
Por esos parajes
de naturaleza degradada, cruza el bordo, antecedente obligado del muro que proyecta
DONALD TRUMP.
Al otro lado de
Tijuana está San Ysidro, pueblucho tan insignificante como Hidalgo, Texas. La
verdadera localidad gemela de Tijuana es San Diego (como de Reynosa lo es
McAllen).
En la baja y la
alta California, ciudades “narcas” por excelencia, donde el dinero se respira
en el ambiente. Del aeropuerto se vuela a toda la Unión Americana, también a
Tokio y Shangai.
EL PUENTE
Vaso comunicante
sobre el límite internacional, el puente fronterizo Cross Border Xpress, en
Otay. Funciona desde 2015, con sus tiendas libres de impuestos, instalaciones
aduaneras, autoridades migratorias.
Y esa diversidad
étnica donde oaxaqueños, coreanos, afrocaribeños y anglosajones le aportan un
aire cosmopolita.
Paso elevado de
120 metros que interconecta sin obstáculos a los usuarios del puerto aéreo que
se mueven a San Diego o Tijuana.
A nadie extrañe,
pues, que la zona se haya convertido en plataforma favorita para el lavado de
dinero, de narcos y políticos mexicanos. Que en algunos casos es lo mismo.
Al extremo sur
de la bahía de San Diego, sobre la llamada Isla Coronado se encuentran las dos
residencias de la maestra GORDILLO, en un club de yates sobre la avenida Green
Turtle.
Fue en el Cross
Border donde la justicia americana montó su espiadero. Esperó, aguardó y
finalmente capturó a VEYTIA. Terremoto político para Nayarit, que tiene
elecciones este año.