Cd.
Victoria.- Cambia de nuevo la interjección. Se
renueva con ella el encabezado de esta columna, en función de la suerte y los
caprichos del destino que hoy observa en su carrera el doctor LUIS VIDEGARAY CASO.
Evento por evento, si recordamos que (1) su
caída ameritó el 8 de septiembre pasado un lastimero “¡Ay!” y (2) los rumores
de su retorno tras la elección americana merecieron el 24 de noviembre un
cauteloso “¿Hay?”, (3) la respuesta llega ahora como un atolondrado “¡Uy!”…
Y es que el gasolinazo lo cambió todo y
hasta se diría que después de los incrementos a Premium, Magna y Diesel, ya
nada será igual.
Sobre todo si consideramos que el recién
llegado (reinstalado) fue el artífice principal de la reforma energética y el
consabido gasolinazo que hoy tiene al país patas para arriba.
Y mire usted, en tiempos de Internet el
“ping-pong” entre el poder y los medios fluye más rápido. Al menos esta vez, no
esperó siquiera la caída del sol.
Ayer mismo, a botepronto, a pocas horas
de la noticia, el columnista RICARDO RAPHAEL respondió desde EL UNIVERSAL con
una nota “exprés” pergeñada en cortito, diciendo:
-“Hace dos años fue LUIS VIDEGARAY quien,
desde la Secretaría de Hacienda, propuso la liberación del precio de la
gasolina. Él es el responsable principal del motivo que hoy tiene encabritados
a los mexicanos. Si realmente PEÑA NIETO compartiera la molestia que genera
esta medida no lo habría traído de vuelta.”
OTRO
PARADIGMA
Y permítame insistir en que el gasolinazo
le asestó un severo “reset” a nuestra interpretación del mundo, incluyendo aquí
las expectativas electorales.
Ojo al detalle, sin la inconformidad de
ahora, el retorno de VIDEGARAY habría ocasionado al menos dos “cargadas” al más
puro estilo tricolor, con tropel de búfalos, corifeos y matracas.
(1) Hacia el propio titular de Relaciones
Exteriores, al que verían otra vez como puntero en la puja presidencial, por
ser el más cercano al equipo de DONALD TRUMP. El hombre que convirtió su
defecto en virtud.
(2) Pero también con su cercano amigo de
Tamaulipas, BALTAZAR HINOJOSA quien (como es de sobra conocido) le hace ojitos
a una senaduría para el 2018.
De no haber gasolinazo el ruido callejero
estaría a cargo de las magnolias y no de choferes encolerizados.
No habrá de ocurrir así (en ambos casos)
ya que el brinco en los combustibles no solo ha puesto contra la pared al PRI
sino (incluso) erosionado las posibilidades futuras de HINOJOSA y VIDEGARAY.
Y aunque, teóricamente, el nuevo
canciller estaría volviendo a la pelea por la candidatura presidencial, la
inconformidad que hoy cubre todo el territorio nacional indica lo contrario.
Cuestión de esperar encuestas. Desde
luego, reaparecerá el personaje en las listas, desaparecido desde su caída en
septiembre pasado.
Pero cabe preguntar con qué porcentaje de
aceptación y en qué lugar, ante competidores como MIGUEL ANGEL OSORIO, ANDRES
MANUEL LÓPEZ OBRADOR, MARGARITA ZAVALA y RAFAEL MORENO VALLE.
ACÁ
TAMBIÉN
Por igual se presenta muy cuesta arriba
el proyecto de BALTAZAR, por el referido desgaste que su partido habrá de
sufrir tras la escalada de aumentos que derive del gasolinazo.
Y, además, porque la gente en todo
momento lo estará señalando como un disciplinado colaborador legislativo de
VIDEGARAY en dicha encomienda.
Ello, salvo que hubiera, en ambos
niveles, (1) una rendición de cuentas irrefutable y (2) una estrategia
inteligente de recuperación que permitiera reencauzar la economía por los
caminos del orden y el crecimiento que todos deseamos.
Soñar no cuesta, dicen, aunque el
gobierno de PEÑA NIETO está obligado, hoy más que nunca, a replantear su modelo
de trabajo. A menos que haya aceptado de antemano la derrota, como precio a
pagar por sus reformas.