Cd.
Victoria.- Cuenta regresiva para el umbral político
estadounidense más temido y polémico de los tiempos contemporáneos.
El nuevo jefe de la Casa Blanca ha
demostrado (desde la víspera) una firme disposición a cumplir puntualmente sus
promesas de reorientar la economía hacia un proteccionismo agresivo que corta
de tajo inversiones considerables en México.
La presión exitosa sobre marcas como
Carrier y Ford continúa ahora sobre los planes de BMW y General Motors.
La fórmula es draconiana pero muy simple,
como todo lo que emprende DONALD TRUMP. Una tasa confiscatoria del 35% a los
aranceles de importación para las marcas norteamericanas que hoy operan en
México.
Aunque esto apenas empieza. Tampoco hay
duda de que buscara renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente desde
1994, en términos más ventajosos para su país y lesivos para el nuestro.
En lo inmediato también habremos de
sentir la anunciada repatriación masiva de ilegales cuyo impacto principal se
habrá de sentir en entidades fronterizas como Tamaulipas.
LA
MURALLA
Y, bueno, el centro de la expectativa,
aún envuelto en cierto misterio, es cómo hará (con qué medios y recursos) para
cumplir con su amenaza de construir un muro fronterizo.
El personaje ya ha repetido hasta el
cansancio que México pagará la obra, aunque todavía queda por verse de dónde
tomará el dinero.
Es obvio que no será del erario mexicano,
al cuál no tiene acceso. Aunque sí puede intervenir en transacciones de alto
volumen como las remesas que nuestros paisanos radicados en aquel país envían a
sus familias.
Los cuáles, desde luego, no se quedarán
con los brazos cruzados y en espera de que les arrebaten sus bienes.
Cuestión de pensar en los mil y un
vericuetos por donde corre el dinero más allá de los límites fronterizos.
Y también en las posibilidades de
triangulación que (a río revuelto) hoy se abren para los intermediarios de otras
naciones, capaces de operar bajo formatos distintos al clásico “money order.”
Otra probable fuente de recursos para
financiar dicho muro son los dineros del “Plan Mérida” que en 2016 ejerció 900
millones de dólares destinados a la zona de México y Centroamérica.
El Presidente de Estados Unidos tiene
plenas facultades para cancelar el proyecto y reciclar estos recursos de manera
inmediata.
LA
ALIANZA
Ello mientras en Nuevo Laredo los
gobernadores fronterizos convocados por FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA dieron
un paso más en sus acuerdos de colaboración que buscan cerrar filas ante los
efectos de la nueva política (anti) migratoria norteamericana.
El naciente bloque de mandatarios se hizo
acompañar su colega morelense GRACO RAMÍREZ, a la sazón presidente temporal de
CONAGO,
Amén del anfitrión tamaulipeco, la
llamada Segunda Mesa de Trabajo contó con la asistencia de JAIME RODRÍGUEZ
(Nuevo León), JAVIER CORRAL (Chihuahua) y KIKO VEGA (Baja California), a los
que se sumó el titular de Migración ARDELIO VARGAS.
La estrategia anunciada de 12 puntos es
noticia de primera plana este martes en todos los medios nacionales y locales.
En ella destaca la aquí mencionada creación
de un “Fondo de Fronteridad” destinado a solventar los costos inherentes a los
migrantes repatriados y en tránsito.
También el exhorto al gobierno federal
para que no reduzca los Fondos de Seguridad y, por el contrario, incremente el
Fondo de Apoyo al Migrante para los ejercicios 2017 y 2018.
Quedó, pues, formalmente constituida la
Alianza de Gobernadores de la Frontera Norte avocada a cooperar en temas
precisos como migración, crimen organizado, seguridad, costos de energía
eléctrica, combustibles derivados del petróleo, carestía de productos básicos,
derechos humanos, salud y vivienda.