miércoles, 18 de enero de 2012

El diagnóstico ausente



Cd. Victoria, Tam.- Desde luego, sería ingenuo pedir a los precandidatos del PAN que cuestionen de manera abierta y frontal el desempeño de FELIPE CALDERÓN, mandatario emanado del mismo partido.
Sin embargo, el discurso de todo aspirante al más alto cargo político del país pierde congruencia, credibilidad y también impacto social si elude un diagnóstico realista en torno a la problemática nacional y encubre los errores cometidos en la conducción del país.
Aún sin personalizar la crítica, al menos debiera quedar clara la voluntad de los prospectos para impulsar cambios sustantivos en asuntos de gran apremio como es la lucha contra la delincuencia, la impunidad en todos los órdenes y la desigualdad social.
Escuchando al detalle el debate entre JOSEFINA VAZQUEZ MOTA, SANTIAGO CREEL y ERNESTO CORDERO, mi impresión es que siguen desperdiciando tiempo y tribuna.
Ello, en momentos clave cuando sus mensajes tienen el privilegio de no enfrentar el contrapeso de sus adversarios (AMLO y PEÑA NIETO) por ser estos candidatos únicos y encontrarse de momento impedidos para realizar propaganda abierta y directa.
Lo cierto es que hoy debiera escucharse con mucha fuerza la voz del PAN y eso está muy lejos de ocurrir.
Convocados en el auditorio “GÓMEZ MORÍN”, JOSEFINA, SANTIAGO y ERNESTO demostraron encontrarse al parejo en ese ánimo de alarmante tibieza que hoy embarga a todo el aparato albiazul, empezando por su dirigente formal GUSTAVO MADERO.
El portal mismo de Acción Nacional en Internet es testigo de dicho decaimiento emocional. Invito al lector a que visite las páginas de los tres partidos principales que contenderán el próximo julio: PAN, PRI y PRD.
Al abrir la del PAN por momentos uno olvida que ya estamos en 2012 (jelou, toctoc, ya llegamos, ¿Hay alguien ahí?) ante una exposición de textos y gráficas acaso inspirada en esos blogs huérfanos de propósito que algún aburrido internauta diseña a medias para luego abandonar a su suerte.
Nada que ver con la ebullición creciente hoy visible en los espacios electrónicos del PRD y el PRI donde, en efecto, los dioses del marketing ya tienen rato operando en pos del poder, entre proclamas, mapas, videos, logotipos, imágenes, consignas… ¡Vida!...
El ánimo pues (o, mejor dicho, el desánimo) del PAN se confirma ahora en el debate.
Es tanta la mesura de JOSEFINA, tan férrea la autovigilancia que ejerce sobre todas y cada una de sus palabras, que su alocución por momentos parece propia de una ceremonia de fin de cursos y no la de alguien que busca gobernar a 115 millones de mexicanos.
ERNESTO, por su lado, parece haber ensayado algunas tonalidades agudas que (alguien le dijo) estarían emparentadas de alguna manera con el entusiasmo, mismas que consideró prudente emplear cada vez que se adjudicaba los presuntos logros económicos del gobierno calderonista, del cuál fue fugaz jefe hacendario.
Desde luego, el espectro cruel de la violencia debió soltar una risotada siniestra cuando escuchó decir a SANTIAGO que para combatirlo crearía dos instancias burocráticas más: la “Secretaría del Interior” y una “agencia especializada para combatir el crimen” (¿Otra?).
Y bueno, cualquier estudiante de derecho podría explicarle a JOSEFINA que el incremento de la pena corporal no desalienta de manera automática la comisión de delitos graves.
Especialmente cuando la dama propuso instaurar la "cadena perpetua" para castigar a los políticos que se coluden con el crimen organizado.
Y es que, mire usted, en Acción Nacional todo se mueve hoy demasiado despacio y con un sopor preocupante, a grado tal que un cartonista de REFORMA dibujó hace poco a la organización blanquiazul como la tortuga del cuento.
Recostada cansinamente bajo un árbol, acurrucada en su caparazón, la especie aludida deshoja la margarita de sus precandidaturas mientras a lo lejos dos liebres (una roja copetona y otra amarilla con su inconfundible “gallito” de canas) se alejan a toda prisa en dirección a la meta.
¿Así o más claro?