lunes, 2 de enero de 2012

Cinco en camino: AMLO

Cd. Victoria, Tam.- Salvo imponderables que daría miedo imaginar, los nombres destinados a figurar en la boleta de julio próximo saldrán de un menú con cinco opciones que para febrero serán tres.
El PRI de PEÑA NIETO, las izquierdas de LOPEZ OBRADOR y quien gane la contienda panista entre JOSEFINA VAZQUEZ, SANTIAGO CREEL y ERNESTO CORDERO.
Primero en el tiempo, ANDRES MANUEL vivirá su segunda contienda presidencial.
Es también el de mayor edad. En noviembre pasado festejó sus 58 años, frente a los 57 de CREEL, los 51 que cumple este mes JOSEFINA, los 45 de PEÑA NIETO y los 43 de CORDERO.
Tiene AMLO cuatro hijos varones: tres con su primera esposa ROCÍO BELTRÁN (fallecida en 2003) y uno con la segunda, BEATRIZ GUTIÉRREZ MÜELLER, con quien casó en 2006.
Significativamente, la familia de LOPEZ OBRADOR anida lejos de los reflectores. Tampoco la emplea como parapeto para proyectar su imagen.
Mejor aún, al sobreproteger su vida privada, manda un mensaje a los medios. Conmigo todo, con ellos nada.
Se dice fácil pero sobran ejemplos de políticos mexicanos cuya parentela se convierte en una monserga omnipresente con la cuál debe lidiar la opinión pública día con día.
Del 2006 al 2012 AMLO observa un cambio sustantivo de imagen que no sabemos si en verdad refleja su fuero interno o constituye un simple truco de cosmetología electoral.
Sus tatuajes de guerra han sido reemplazados por mensajes de amor y concordia, tan cercanos en su chabacanería al marketing comercial que el propio subcomandante MARCOS los vinculó a la literatura chatarra de autoayuda estilo CARLOS CUAUHTEMOC SANCHEZ.
Para los seguidores de ANDRES MANUEL la forma no cuenta mucho: lo importante es llegar, ganar, alcanzar la Presidencia que les ha sido negada desde 1988.
Prioridad de las izquierdas en 2012, la agenda de AMLO aflora rica en encuentros cercanos con aquellos nichos de mercado que mayormente descuidó en 2006, las piedras de su zapato: empresarios, comerciantes, clases medias, plataformas de profesionistas, iglesias.
La aplicación de fórmulas estilo LULA DA SILVA es visible aunque el pejelagarto lo niegue.
Sus ejemplos son también la chilena BACHELET, la argentina KIRCHNER y, hasta hace poco, el español RODRIGUEZ ZAPATERO.
Su antinomia es el venezolano HUGO CHAVEZ y, de hecho, todos esas reuniones con el empresariado estarían orientadas a conjurar los temores de un “chavismo azteca” (o, siendo exactos, olmeca).
El encuentro de AMLO con JOAQUIN LOPEZ DORIGA el 16 de noviembre pasado mereció la portada del semanario PROCESO al domingo siguiente con una cabeza que parafrasea a JAIME SABINES: “Los amorosos”.
Las malas lenguas del 2006 decían que el aspirante de las izquierdas tardó 10 años para graduarse en la UNAM como licenciado en ciencias políticas.
Me queda claro que la complejidad del pensamiento, ideales, pulsiones y sentimientos de un individuo como LOPEZ OBRADOR está más allá de cualquier etiqueta.
Entre 2005 y 2006 su figura se vio catapultada por las simpatías que le abonó el proceso injusto emprendido por el gobierno de VICENTE FOX cuando intentó desaforarlo.
En enero de aquel año ANDRES MANUEL llevaba una clara ventaja de dos dígitos que lo hacía verse en el espejo como el candidato “inalcanzable”.
Al final de la carrera los números reflejaron otra cosa y una sucia guerra propagandística se encargó de magnificar los bordes rijosos del tabasqueño, logrando sembrar el voto del miedo contra una opción estigmatizada como “un peligro para México”.
En apariencia, hoy tendríamos un AMLO distinto: conciliador, tolerante y ecuánime. Un entusiasta promotor de la República Amorosa.
Como en toda metáfora, será prudente aguardar sus límites.

ZIGZAG
*** GRACIAS MIL al apoyo de mis editores en todo el Estado, hoy regreso formalmente al columnismo regional, tras algunos meses de asueto sabático. *** MI RETORNO no esperó abril, llega en enero. *** LAS METAS se alcanzaron antes. ***