lunes, 23 de enero de 2012

Divorcio precoz


Cd. Victoria, Tam.- Sorpresiva aunque no espontánea, la ruptura del PRI con el partido Nueva Alianza aflora en el horizonte noticioso marcada por un “timing” muy peculiar. Una bien medida premura.
Ocurre apenas en la víspera, en etapa temprana, cuando el cotejo aún no despunta ni está completo el menú de candidatos presidenciales. Hay tiempo, pues, para el control de daños.
Y aunque el divorcio entre ELBA ESTHER GORDILLO y ENRIQUE PEÑA NIETO se anuncie de manera súbita, tiene toda la facha de una decisión lo suficientemente estudiada.
Calculando costos y beneficios, el alto mando tricolor tomó la decisión en frío, tras diagnosticar que la presencia de ELBA ESTHER saldría más cara que el valor real de sus operativos magisteriales.
Y sale cara en dos vertientes:
(1) EL COBRO DIRECTO, constante y sonante que la dama hace por sus servicios de alcahuetería electoral, esa elevadísima tajada de poder expresada en cargos gubernamentales, senadurías, diputaciones y paraestatales jugosas como la Lotería Nacional.
Anote usted entre los antecedentes previos a este divorcio la revuelta de militantes priístas en cinco entidades (Chiapas, Sinaloa, Puebla, Jalisco y el DF) en protesta contra la abusiva entrega al PANAL de candidaturas a las dos cámaras, incluyendo los escaños senatoriales para MONICA ARRIOLA y FERNANDO GONZALEZ, hija y yerno de ELBA ESTHER, orgullos ambos de su nepotismo.
(2) LA CUOTA de desprestigio que ella aporta a la causa de PEÑA NIETO, si observamos en retrospectiva el historial francamente mercenario que la caracteriza como regenteadora de un sindicato y un partido en permanente oferta al mejor postor.
Se recordará que ELBA ESTHER fue aliada de VICENTE FOX en 2000 y FELIPE CALDERÓN en 2006, antes de su acercamiento con PEÑA NIETO.
Aunque en fecha previa coqueteó con MARCELO EBRARD, pero este desdeñó su ofrecimiento argumentando incompatibilidad ideológica.
Y es que las audacias de ELBA han abonado sustantivamente la ya larga y sinuosa historia del absurdo político mexicano.
En los primeros años de este siglo, fue simultáneamente secretaria general del PRI,  promotora confesa del PANAL y cómplice cercana de la pareja FOX-SAHAGUN: ¡Todo al mismo tiempo!
A finales del 2011, cuando anunció el acuerdo original con el PRI de PEÑA NIETO, la señora GORDILLO todavía se dio el lujo de atender un contrato previo que tenía suscrito con Acción Nacional en tierras michoacanas, donde el PANAL sería aliado de COCOA CALDERÓN.
Esa visión tan descarnada de la política le ha otorgado a ELBA ESTHER una imagen de filibusterismo que redimensiona al SNTE como una agencia de movilización electoral.
Boyante negocio que otorga a los partidos aliados el trato de simples clientes, a los cuáles puede estar dando servicio de manera simultánea en geografías paralelas, sin que ello le represente un conflicto moral.
Su argumento, finalmente, sería muy semejante al de las empresas de marketing político: “Soy profesional, carezco de ideología, voy con quien me paga, negocios son negocios, punto.”
Sin embargo los años no pasan en balde. Tras un cuarto de siglo de explotación intensiva, todo indica que el reinado de la maestra chiapaneca se acerca a su fin.
Hoy que rompe con el PRI la dama se descubre huérfana de barajitas.
No tiene muchas canicas con que seguir jugando porque en la izquierda ni ANDRES MANUEL ni MARCELO quieren saber de ella y, de hecho, ya definieron su modelo educativo en torno al exrector de la UNAM JUAN RAMON DE LA FUENTE.
Y resulta que en el PAN, la principal aspirante JOSEFINA VAZQUEZ MOTA fue titular de la SEP y desde entonces tiene pleito casado con ELBA.
El único que parece hacerle guiños a la señora GORDILLO es ERNESTO CORDERO, hombre de campaña chiquita y posibilidades todavía más pequeñitas de figurar siquiera como candidato.
Veremos si funciona ahora aquella hechicería nigeriana que, según el libro de GIL OLMOS, otorgó a ELBA ESTHER el poder de enfrentar con fortuna a sus enemigos.