Cd. Victoria, Tam. – Semana de
proselitismo para los tres aspirantes a presidir el Comité Estatal del PRI,
SERGIO GUAJARDO, OSCAR LUEBBERT y ALEJANDRO GUEVARA, oriundos de Matamoros,
Reynosa y Mante, respectivamente.
Cada
cual deberá convencer a medio millar de consejeros que (1) su proyecto es
mejor, más viable (2) están preparados para la urgente tarea de reconstruir la
estructura partidista, sectores y organizaciones y (3) que la prioridad suprema
de su mandato (más allá de ambiciones personales) será lograr el mejor
resultado en 2018.
Circula
la duda en el edificio tricolor en torno a la asistencia de los consejeros, cuántos
van a participar realmente. Según voces, podrían ser alrededor de 300, aunque
nada hay escrito. Igual puede ser una votación copiosa.
En
cuanto a perfil académico, GUAJARDO es ingeniero agrónomo de la UAT, LUEBBERT
es economista del ITESM y respecto a GUEVARA (bueno) su currícula oficial en el
portal de la LXIII legislatura federal menciona la palabra “licenciatura”, sin
especificar carrera ni institución.
Del
mismo GUEVARA, el citado documento electrónico menciona la fecha de su
cumpleaños (ya pronto, el 26 de agosto), aunque no el año de nacimiento ni su
estado civil.
Ello,
mientras LUEBBERT y GUAJARDO han hecho pública su edad y su condición de
hombres casados.
El
primero con MARÍA ESTHER CAMARGO y tiene tres hijos. El segundo con LUZ DEL
CARMEN CASTELLANOS con quien también ha procreado tres vástagos.
TRAYECTORIAS
La
terna de finalistas tiene en común su experiencia amplia en el servicio público,
trayectoria de partido y cargos de elección popular.
Mientras
GUAJARDO ha sido diputado local, GUEVARA es actualmente diputado federal con
licencia y LUEBBERT ya fue diputado federal, alcalde y senador, amén de
dirigente estatal de su partido, lo mismo que busca hoy.
Dos
de ellos han ocupado puestos dentro del gabinete estatal. En Desarrollo Rural
GUAJARDO y LUEBBERT en SEDESOL.
Sería
largo citar al detalle los méritos de cada cual, aunque la hoja oficial de GUEVARA
señala dos cargos de importancia estratégica: Coordinador de Información del CISEN
y Coordinador General de Giras Presidenciales.
Ello,
amén de su innegable amistad con el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, lo cual
representa un envidiable punto a su favor, al menos de hoy al 2018.
En
un audio que circuló la semana pasada, el delegado JOSÉ MURAT comentó que llegó
a Tamaulipas tras resolver un proceso sucesorio similar en Baja California,
donde hubo candidatura única.
Aceptó,
sin embargo, que no hay dos entidades federativas iguales. Cada cual tiene una
problemática particular que viene, sin duda, de su historia.
EL PROCEDIMIENTO
La
tentación por la unidad descansa en que ha sido el método más socorrido desde
hace 88 años, cuando la revolución se bajó del caballo para convertirse en
partido y en instituciones.
Las
fórmulas únicas han sido la regla. Aplicable no solo para elegir dirigentes
locales, estatales y nacionales, sino también al nombrar candidatos, lo mismo
de regidores, síndicos y alcaldes, que de diputados locales y federales
(mayoría y pluri), senadurías y gubernaturas.
La
competencia interna en este partido constituye una experiencia incipiente. No observa
una práctica regular, sino que aparece y desaparece, como rara avis, de tiempo
en tiempo, en forma intermitente.
Para
decirlo pronto, los priístas están curtidos en la cultura del dedazo y la cargada,
lo cual les funcionó de maravilla los primeros 70 años y todavía suele
conservar cierta eficacia parcial, como se demostró en Baja California.
En
Tamaulipas, a menos de una semana de que culmine el proceso, parece haberse
consolidado el modelo de competencia. Experimental, sin duda, habrá oportunidad
de comentar al respecto.