viernes, 25 de agosto de 2017

Anaya, rara sincronía

Cd. Victoria, Tam. – Antecedente y consecuente. No bien se había informado que la familia del líder panista RICARDO ANAYA regresaba a México tras dos años de residencia en Estados Unidos, se activó de inmediato el fuego amigo contra el también aspirante presidencial.
La noticia habría sido interpretada como una señal de que RICARDO (1) continúa considerándose viable para la nominación, (2) no tiene intenciones de abandonar el cargo y (3) piensa que es factible brincar del CEN a la candidatura, igual que ROBERTO MADRAZO en 2006.
Ello, aunque la circunstancia y condiciones del PRI once años atrás son muy distintas a las del PAN en 2017.
Amén de que sus mecanismos de selección interna obedecen a tradiciones diferentes. En el primero, las candidaturas de unidad son regla y las competencias excepción. En el segundo la elección interna es un hábito bien arraigado.
Y, bueno, parece natural que si un reportero tiene datos precisos sobre asuntos como el enriquecimiento inexplicable de un personaje público (ANAYA) se lleve la nota principal de un periódico.
Lo raro es que esa nota vaya acompañada (en paralelo) por columnas que tratan el mismo asunto y otros reporteros realicen tareas de apoyo buscando opiniones negativas entre los adversarios de RICARDO. Todo en paquete.
Aún más extraño se antoja que al menos tres medios coincidan en el tiempo, alimentados con datos inéditos, sobre propiedades y bienes del personaje y su familia.
Cabe aquí el viejo dicho. Si tiene pico de pato, camina y grazna como pato, es altamente probable que sea un pato.
Si con lujo de sincronía, numerosas plumas nacionales, en distintos diarios y portales, con diversidad de géneros (nota, reportaje, entrevista, columna) golpean a la misma persona, cabe pensar en una acción orquestada.

¿QUIEN DISPONE?
Y para identificar la mano que mueve esa cuna basta preguntar a quién beneficia. En charla con CARLOS LORET, el exvocero de FOX, RUBÉN AGUILAR, identificó el fenómeno como una filtración pagada desde Los Pinos.
Por supuesto, AGUILAR no es ningún novato y si apunta en una dirección definida sin argumentación ni pruebas, lo único que hace es librar el escollo sin comprometer su palabra.
Decir que el golpe viene de otro partido (el PRI) resulta muy cómodo. Es la respuesta obvia (cliché, cartabón) para no asumir lo verdaderamente grave. Que los golpes contra RICARDO ANAYA vienen de adentro, no de ahora, desde años anteriores.
Es fuego amigo, atizado por el mismo grupo calderonista que en redes sociales, de manera abierta, ha exigido piso parejo en la contienda interna, ha criticado la omnipresencia de ANAYA en los espots televisivos del PAN y demanda su renuncia.
Lo saben hacer muy bien. Desde sus tiempos de gobierno adquirieron experiencia en ello, conocen los botones, palancas y manivelas que mueven a los medios en una dirección y en otra, amén de tener los contactos necesarios.
Y acaso buena parte de la culpa descanse en el propio RICARDO, por abusar de su condición de dirigente, disponiendo de una intensa exposición personal en medios.
Muy cierto, los espots con su voz y rostro se difundieron por millares y sirvieron para posicionarlo en la preferencia del voto.
Lo metieron en la pelea, cuando apenas a medio sexenio era un ilustre desconocido al que GUSTAVO MADERO le prestó un ratito el timón y acabó quedándose con él, traicionando a MADERO.
Motivo hay, entonces, para el reclamo de sus enemigos íntimos. Aunque ello no justifica esa aparatosa, descomunal, guerra sucia.
Ya antes lo vimos (y señalamos) en el PRI y el PRD. Cuando suceden esta clase de reyertas entre personajes y grupos, dicha terquedad por golpear al enemigo interno, al que verdaderamente afecta y daña es al partido. En este caso, el PAN.