martes, 23 de mayo de 2017

Retroceso partidista

Cd. Victoria, Tam.- A las generaciones futuras de tamaulipecos les costará trabajo entender la endeble vida de partidos que ha privado históricamente en la región.
Situación que pareció agravarse desde 1999, año uno de TOMAS YARRINGTON, hasta el actual 2017, bajo FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.
Si en la primera década y media de este siglo, el poder del PRI era prácticamente omnímodo, hoy el PAN observa una situación análoga.
Antes y ahora, bajo distinto signo, el Ejecutivo estatal opera sin contrapesos, con mayoría legislativa y una buena cuota de ayuntamientos.
El control político de la entidad pasó de un extremo a otro sin mediar gradualismo alguno. Es decir, sin transitar por el empate de fuerzas que vivieron FOX y CALDERÓN.
Razón de más para que la tercia de organizaciones ubicadas en la oposición (PRI, PRD, MORENA) se hubieran puesto a trabajar desde hace meses. A desquitar la paga.
Los tres parecen haber olvidado la importancia medular de las tareas proselitistas. En los dos membretes de izquierda, ello se reduce a la ocasional bravata mediática y la piratería de cartuchos quemados que antes fueron del tricolor.
Aunque no asoma mucho interés por la formación de cuadros ni el incremento de sus bases militantes. Acaso por temor a perder el control del financiamiento oficial. Toca más si se reparte entre menos.
En cuanto al PRI, hoy marcha en pos del cero absoluto. Ni siquiera podemos decir que haya tocado fondo. Cuesta abajo en su rodada, como el tango de GARDEL, aún les falta abismo por recorrer.

TRINCHERA AZUL
Para Acción Nacional, en cambio, empiezan a quedar atrás los años de inmovilismo que marcaron al reinado de GUSTAVO CÁRDENAS.
Más allá de simpatías o afinidades, la obligación central de todo sistema de partidos consiste en servir de contrapeso al poder. Competencia, en lugar de incompetencia. La espada de DAMOCLES, hoy ausente.
Solo dos alcaldes priístas le disputan los reflectores al Ejecutivo Estatal, OSCAR ALMARÁZ de Victoria y CHUCHÍN DE LA GARZA en Matamoros.
Aunque con total carencia de esgrima ideológica. Su rastro en los medios es más parecido al de las revistas de corazón y la nota de sociales, que al de una política alternativa. Se publicitan como reinas de la primavera.
En el Congreso, la bancada priísta sobrevive acuartelada en el mutismo. Todo el control lo tiene el diputado presidente CARLOS GARCÍA GONZÁLEZ, junto a operadores como JOAQUIN HERNÁNDEZ CORREA.
Parece que fue ayer cuando personajes como SUSANA HERNÁNDEZ, MÓNICA GONZÁLEZ GARCÍA, RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES y ALEJANDRO ETIENNE partían plaza en la más alta esfera del poder.
Exiliados en terruño propio, sobreviven aferrados al bajo perfil, agazapados en su curul, sin avanzar un milímetro en actividad partidista alguna.
Mismo caso el de las presuntas figuras nacionales: BERNAL, GUILLEN, CAVAZOS, HINOJOSA.
Tan mal acostumbrados quedaron a la disciplina tricolor que hoy lucen engarrotados, ajenos por completo al futuro de la militancia. Al devenir mismo del Estado.
Mal y de malas para ellos porque el PAN sigue creciendo, renovando cuadros y reorganizando a quienes serán sus operadores políticos del año entrante. Convirtiendo su clientela de ayer en el voto duro de mañana, como se comentó en este mismo espacio.
La impresión es que ALMARÁZ y CHUCHÍN, tienen puesta la mira en su proyección individual, como plataforma y trampolín de proyectos releccionistas, sin importarles un rábano el rescate del partido.
La duda es si el puro y simple voluntarismo personal les alcance para repetir en el cargo, hoy que la estructura priísta luce desmantelada.

Peor aún, cada paso que den estará vigilado con lupa, incluyendo (por supuesto) el origen y empleo de los recursos públicos.