Cd.
Victoria, Tam.- Siete días atrás, lunes 8, martes 9,
iniciaba bien su semana el gobierno de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.
El brote de inseguridad en Reynosa empezaba a disminuir.
El gran tema de los días entrantes tendría que ser constructivo, favorable.
Desde Llera, el esfuerzo a futuros de la energía
limpia, tecnología y esperanza.
Billonaria inversión en parques eólicos, visita del
Subsecretario de Energía CÉSAR HERNÁNDEZ y personalidades de la industria como
NIELS RYDEER enviado de la trasnacional Oak Creek Energy y ANGÉLICA RUÍZ de
Vestas México.
En el calendario cercano, una fecha noble por
excelencia, el Día de la Madre, celebración vinculada de manera natural a los
valores familiares, con toda la cauda de información positiva que genera el
DIF.
La noche del miércoles vino el ramalazo. La
noticia, en San Fernando había sido asesinada MIRIAM RODRÍGUEZ, activista y
líder de activistas que piden justicia por muertos y desaparecidos.
Alevosía imperdonable, ocurre en pocos segundos pero
descompone todo. Provoca malestar y rabia en la base ciudadana, cambia la
agenda de trabajo institucional, impregna medios y redes de tintes oscuros y es
noticia amarga que da rápidamente la vuelta al mundo.
Versiones encontradas sobre la autoría material van
del asesino solitario al comando armado.
En medio del disgusto general, videos con palabras
puntuales que la víctima había expresado en días previos, de visita a la
capital cueruda.
Temía por su vida, dijo, necesitaba seguridad ya
que entre los reos recientemente fugados de Tamatán al menos dos cumplían
encierro gracias a sus denuncias. Luego se diría que uno.
Estrépito en medios locales y nacionales, pero
también reportes en las principales metrópolis del planeta, Nueva York, Los
Ángeles, Paris, Moscú, Beijing. La muerte caló hondo en el entorno noticioso
global.
ANTECEDENTE
Vino a la memoria ciudadana el recuerdo de aquel
arranque de campaña donde el entonces candidato del PAN a la gubernatura de
Tamaulipas convocó a medio millar de familias sanfernandenses, a quienes
prometió apoyar su reclamo de justicia.
Una cosa lleva a la otra. Tan categórica como fue la
oferta electoral, es ahora la exigencia de verla cumplida. Con más razón cuando
ven caer nuevamente a uno de los suyos.
Figura central, mujer valiente, decidida, MIRIAM había
otorgado a esta causa la conducción y el coraje necesario para vencer inercias
burocráticas, sortear amenazas, reunir elementos probatorios y difundirlo todo
en la opinión pública.
En mensaje de video, el gobernador CABEZA DE VACA
renovó compromisos este fin de semana. Prometió castigo y ratificó su propósito
de recuperar la paz regional. Antes había mandado condolencias por Twitter.
También hubo de abrir espacio en su agenda el viernes
para atender al representante de ACNUR-México, Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos, JAN JARAB, quien llegó acompañado del abogado
sinaloense JAIME ROCHÍN, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a
Víctimas (CEAV).
JARAB es oriundo de República Checa y tiene rato
trabajando en este campo, desde que encabezó la Oficina Regional de Europa y
antes aún, cuando fue ombudsman en su país natal. Preside ACNUR-México desde
junio de 2016.
Es experto en temas como desapariciones forzadas,
tortura, detención arbitraria, seguridad ciudadana, defensa de pueblos
indígenas y derechos de las mujeres.
Sopesando de nuevo el problema, el dolor de San
Fernando significa para Tamaulipas el equivalente a los hechos de Ayotzinapa,
Guerrero.
Sólo que en número bastante mayor (allá buscan a
43, acá son centenares) y sin la cobertura de prensa nacional que ha otorgado
un inmenso espacio a los normalistas y minimizado desdichas igual o más graves,
como las de Tamaulipas.