lunes, 22 de mayo de 2017

El paso siguiente

Cd. Victoria, Tam.- Comentado aquí en los primeros días del triunfo panista, el gran reto del nuevo partido oficial en Tamaulipas sería convertir el apoyo coyuntural en sufragio duro. La simpatía temporal en militancia consistente.
Fue amplio el arco de votantes ocasionales que le dieron cuerpo al triunfo de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA en junio de 2016.
Cito algunos:
(1) El hartazgo ante 87 años ininterrumpidos de gobiernos priístas (1929-2015). Dato todavía más abultado que el de VICENTE FOX en 2000. Por entonces eran 71.
(2) La paliza mediática asestada al priísmo tamaulipeco durante aquella inolvidable “alerta migratoria” que involucraba a tres exgobernadores y cuyo origen apócrifo no impidió su formidable impacto en las preferencias del voto.
(3) La compleja estrategia de operación política que el PAN de CABEZA DE VACA instrumentó con precisión de relojero, recursos, paciencia y tiempo suficientes.
(4) Las nuevas generaciones de la iniciativa privada en municipios clave de la geografía estatal. Empresariado joven, en buena medida supo cancelar el factor que por años mantuvo al sector patronal atado al partido tricolor. Aquel añejo temor a ser excluidos de compras y contratos gubernamentales.
(5) La exasperante situación de inseguridad, que siendo nacional (y aún teniendo origen en los sexenios de FOX y CALDERÓN) suele afectar al partido que está gobernando el día de la urna. El PRI en ambos niveles, tamaulipeco y nacional.
(6) La punzante propaganda de CABEZA DE VACA, la promesa de jamás claudicar (“ni me vendo ni me doblo”) que encontró su mejor momento los debates. Instrumento que por primera vez se experimentó en Tamaulipas.
(7) El bajo perfil de BALTAZAR HINOJOSA, abanderado oficial cuya indudable preparación jamás pudo reflejar en el manejo de su imagen pública. La suya fue una campaña marcada por la autocomplacencia, el sectarismo y la frialdad burocrática.
(8) Amen de un equipo de colaboradores a quienes la edad alcanzó y muy poco tenían que decirle al votante joven, identificado con el candidato de los cuernos, ícono exitoso que otorgó identidad a la esperanza de un futuro diferente.
(9) La imposibilidad del propio BALTAZAR para sumar a las huestes que por miles se involucraron en las precampañas de ALEJANDRO GUEVARA, ENRIQUE CÁRDENAS, MARCO BERNAL y ALEJANDRO ETIENNE.
(10) En este sentido, la operación cicatriz que antaño supieron manejar magistralmente hombres como CHUY VEGA o RICARDO GAMUNDI, esta vez brilló por su ausencia.
(11) Sin duda por ello, las multitudes quedaron sueltas y (así, sueltas) acabaron sumándose a CABEZA DE VACA, sin que personajes como RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES o ANTONIO MARTÍNEZ TORRES pudieran impedirlo.
(12) Otra versión indica que ni siquiera mostraron interés en hacerlo. No se quisieron despeinar, obstinados en preservar la posición de privilegio que ocupaban en la burbuja de BALTAZAR.

AQUÍ Y AHORA
Todo esto viene a cuento hoy que el PAN reorganiza cuadros y liderazgos con miras a la elección del 2018. La cuál, amén de la silla presidencial, significa senadurías y diputaciones federales.
A manera de ajuste necesario. El momento mágico que hizo factible el triunfo arrollador de FRANCISCO JAVIER ya pasó. De hecho, está por cumplirse un año de dicha jornada histórica.
Vivimos días cercanos al aniversario que además se ven aderezados con la presentación formal (esta semana) del esperado Plan Estatal de Desarrollo. Diagnóstico y programa, propósitos generales y metas específicas.
Se diría, incluso, que el gobernador y su equipo están cruzando una frontera temporal para incursionar en una nueva etapa donde la algarabía del triunfo es asunto del pasado y el sustento ciudadano de su régimen deberá fincarse en resultados.
Inclusión, diálogo, gobernanza.