Cd.
Victoria, Tam.- No sabemos que favores deberá, si
de campaña le vengan compromisos innombrables, simpatías extrañas, amistades exóticas,
gustos extravagantes o lealtades oscuras que le impidan aplicar la justicia.
Lo cierto es que, teniendo policía suficiente para imponer la ley, la alcaldesa
de Reynosa MAKI ORTIZ ha sido rebasada ampliamente por la actividad delictiva.
Cualquier (e) lector puede repasar la colección de
diatribas que en materia de seguridad descargó MAKI contra sus antecesores
priístas cuando buscó el voto. ¡Qué no dijo de ellos!
Hasta el más ingenuo (e) lector podrá releer al
detalle los compromisos de la doctora ORTIZ en la misma materia, sus ofertas de
tranquilidad ciudadana. ¡Todo lo que prometió!
Y mírenla ahora, entrampada en sus propias
contradicciones, ausente la autocrítica, maniatado el diagnóstico, incapaz de
asumir una culpa, desviando culpas hacia autoridades estatales y federales por
lo que ocurre en su tierra.
Nomás le falta denunciar a DONALD TRUMP. Tal vez el
proyecto del muro sea el origen y explicación de la hiperactividad que grupos
delincuenciales manifiestan en sus dominios.
HORA DE
CUMPLIR
Razón tenía el maestro RUDY GIULIANI. Se hace
campaña en poesía, se gobierna en prosa. En algún momento (de preferencia, ojo,
al tomar posesión) todo gobernante debe renunciar a la poesía para abrazar la
prosa.
Compromiso inalienable, en el entendido de que la
prosa es seca, ruda, carece de metáforas amables. Es concreta, reclama hechos
que la respalden, determinaciones drásticas.
Acciones convincentes que le demuestren a la gente
para qué estás ahí. Le llaman a esto eficacia porque con las puras promesas de
campaña no se gobierna. La realidad tampoco se modifica con palabras.
Acaso este haya sido el principal problema de
VICENTE FOX cuando quiso darle continuidad a su lirismo electoral mientras ya
le tocaba mandar.
Tuvo que interrumpirlo en un informe doña BEATRIZ
PAREDES para decirle, con firmeza amable: -“Señor, le recuerdo que ya no está
en campaña.”
Lo mismo que hoy le ocurre a DONALD TRUMP quien
tardíamente descubre la diferencia entre el marketing que posiciona a un
producto en el contexto de una competencia electoral y el ejercicio puntual del
mando.
Tiene una linda sonrisa la doctora MAKI pero esto
no sirve para atajar al crimen organizado. Acaso sea dueña de un persuasivo
tono de voz que tampoco ayuda mucho a disminuir el delito.
Y cierta tozudez para el reclamo, cuando se trata
de endosar responsabilidades a otros niveles de gobierno.
En particular si su ciudad está en llamas y nada de
lo prometido asoma en la incómoda realidad de todos los días. Le queman
patrullas, le vuelcan camiones, le cierran calles, avenidas, bulevares.
LO MISMO
Siguiendo el recetario que antes le vimos a doña
LETY SALAZAR (la de Matamoros) doña MAKI hace su mezcla de pánico con denuncia.
Solo que entre el pavor y la crítica (igual que LETY) jamás se acuerda de sí
misma.
Tan fácil como recordarle que desde el primer día
es y ha sido su responsabilidad mantener la paz. Imposible que tan pronto haya
olvidado promesas.
En el caso de LETY, los mandos medios le decían que
actuaban, aunque su efectividad fuera el equivalente a la palabra nada.
Si con MAKI ocurre lo mismo, es algo que los
reynosenses deberán observar, valorar y decidir. Y, mejor aún, denunciar.
Son sus calles, sus dominios, es el territorio por
el cuál pidió el voto, prometiendo encarar de la mejor manera posible sus
problemas. Transferir la culpa es casi autocondena. Otra vez, igual que
LETICIA.
O peor todavía, el seguir confiando en subordinados
que no responden y sostenerlos devotamente en el mando, es hacerse cómplice de
sus ineptitudes (y peor) de sus corruptelas.