Cd.
Victoria, Tam.- Leo con interés una nota donde el
gobernador de Tamaulipas anuncia el apoyo y asistencia de personal militar
adscrito a la IV región para otorgar salvaguarda a cosechas de granos y
oleaginosas.
La crucial vigilancia a la producción,
almacenamiento y traslado de productos como sorgo, maíz y frijol en diversos puntos
del la geografía estatal.
Lo malo es que dicho reporte está fechado el 3 de
junio del 2010, el mandatario es EUGENIO HERNÁNDEZ y la historia posterior
habría de contarnos que (1) la violencia, lejos de amainar, se multiplicó, (2)
semanas después ocurriría el trágico episodio del doctor RODOLFO y (3) la
producción agropecuaria (hoy, en 2017) sigue igual o peor de insegura.
A lo largo del sexenio siguiente, el ingeniero
EGIDIO TORRE formuló (y aterrizó) numerosas propuestas de ese corte, año con
año, con movilización amplia de diversas corporaciones, a petición explícita de
productores.
Hoy le toca a FRANCISCO JAVIER escuchar historias
similares entre ganaderos y agricultores en todo el Estado.
Claman por su seguridad ante la persistencia
imbatible de hábitos criminales como el cobro de piso, cuotas, extorsión, robo
de ganado y hasta la intermediación delictiva en la compra de cosechas.
Más allá de cualquier reclamo a gobernante alguno
(de ayer o de hoy) la cuestión de fondo es si el campo (espacio abierto por
excelencia) es compatible con una estrategia de blindaje, lingüísticamente
asociada a la protección de lugares cerrados.
Preguntar si es concebible un plan humanamente
capaz de proporcionar seguridad al agro estatal en su conjunto.
Y aunque el acoso se agudiza cuando el dinero fluye,
importa subrayar que la amenaza es permanente. Por ende, la necesidad real no
se agota en época de cosechas sino que se expresa todo el año.
Acaso el blindaje pudiera verse como un primer
escalón, dentro de un propósito más amplio de mediano y largo plazos. Fincar una
relación cercana, estable y fluida entre productores y corporaciones de
seguridad, civiles y militares.
MÁS DE EDOMEX
Un amigo y lector me envía resultados de una
encuesta elaborada el 9 de mayo por la firma MassiveCaller, con tendencias algo
distintas al trabajo comentado aquí del diario EL UNIVERSAL.
Para ahorrar espacio, le recuerdo el nombre de los cuatro
candidatos principales que abajo habré de citar por las siglas de sus partidos:
ALFREDO DEL MAZO (PRI), DELFINA GÓMEZ (MORENA), JUAN ZEPEDA (PRD) y JOSEFINA
VÁZQUEZ MOTA (PAN).
Recordando, EL UNIVERSAL colocó los porcentajes en este
orden: PRI 19.1%, MORENA 17.5%, PRD 10.7 y PAN 10.4%.
Más reciente, MassiveCaller los ubica así: PRI
29.7%, MORENA 26.4%, PAN 21.5% y PRD 7.2%.
Pero hay más encuestas, van otras dos:
El periódico LA RAZÓN presenta este orden: PRI 21%,
MORENA 19%, PRD 16% y PAN 15%.
Y también el diario 24 HORAS, único que pone arriba
a MORENA con 35.1%, luego al PRI con 28.5%, el PAN con 15.8% y PRD con 12.4%.
La natural desconfianza ciudadana hacia los sondeos
hace indispensable citarlos en conjunto, tratando de paliar la suspicacia del
lector. Resultados, pues, para diversos gustos.
DOS
VENGANZAS
Una nueva historia de crueldad reiterada acaba de
escribirse en San Fernando, tras la ejecución de la activista ciudadana MIRIAM
RODRÍGUEZ, rafagueada en la puerta de su casa por un comando criminal el pasado
miércoles 10 de mayo.
Desde la desaparición de su hija, MIRIAM consagró
sus días a la búsqueda y localización de personas secuestradas y el castigo a
los responsables.
Su caso recuerda, en buena medida, al de MARISELA
ESCOBEDO, en Chihuahua (2010) quien también recuperó el cuerpo de su hija y
logró que el asesino confesara la falta.
Pese a ello, el jovenzuelo fue liberado por un juez
y, meses adelante, buscó venganza asesinando a MARISELA. Casos paralelos.