martes, 12 de junio de 2012

A cada quien su debate


Cd. Victoria, Tam.- La noche del domingo, al concluir el segundo debate presidencial me fui a la cama con la idea de que los tres candidatos principales (ENRIQUE, JOSEFINA y ANDRES MANUEL) habían mejorado sensiblemente y que el más modesto (QUADRI) demostró su verdadera pequeñez de miras.
No pensé en un ganador, entre otras razones porque no es una competencia cuyos resultados sean fácilmente cuantificables.
En mi subjetividad otorgué algo parecido a un empate entre los tres grandes, por considerar que lucieron un equiparable muestrario de fortalezas y debilidades.
Mi sorpresa al día siguiente fue encontrar una proporción amplia de opiniones que daban por ganadora a JOSEFINA, mientras las redes sociales hervían en felicitaciones para AMLO.
A cada quien su debate. Se insiste mucho en que la señora VAZQUEZ MOTA mejoró sustantivamente, que fue perseverante en sus señalamientos y aún así se dio tiempo para hacer sus propuestas.
Otras trincheras subrayan que LÓPEZ OBRADOR ganó en templanza y equilibrio, se le vio sonreír con mayor soltura y preocuparse más por la oferta que por el ataque.
Por mi parte, creo que PEÑA NIETO confirmó mi observación en torno al gran control que tiene de sus emociones.
Se comporta con el hermetismo de un jugador de póker pues jamás deja que asomen a la superficie sus fluctuaciones anímicas. Ningún brote de temor o enojo, aunque tampoco de entusiasmo o alegría.
En el anterior debate, el del 6 de mayo, usando una escala del uno al diez les puse un seis a los tres grandes y un siete al hombre que entonces se había convertido en novedad por su claridad y frescura, GABRIEL QUADRI.
En este segundo encuentro creo que QUADRI se derrumbó, perdió aquel envidiable centro de gravedad que nos asombró a todos, incurriendo en propuestas extravagantes y, para colmo, insistiendo hasta la saciedad en que los demás siguieran su agenda temática, sin el menor de los éxitos.
Por ello esta vez no dudo en calificar a GABRIEL abajo de cinco, esto es reprobado.
A los demás los igualo en ocho puntos, porque efectivamente mejoraron aunque no observé que alguno de ellos se hubiera impuesto sobre los demás.
Debo insistir en que mi apreciación no coincide con la del sentir que palpo en amigos, vecinos, familiares y en el horizonte mediático.
Rescato, sin embargo, una reflexión que leí a media mañana de LUIS CARLOS UGALDE, expresidente del Instituto Federal Electoral (IFE), donde dijo:
-“JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA tuvo el mejor desempeño del debate (hace cinco semanas tuvo el peor) debido a que fue más asertiva, directa y logró argumentar las debilidades y contradicciones de sus adversarios.”
Añadiendo luego…
-“Tengo la intuición de que un segmento de los indecisos o de los jóvenes de #YoSoy132 la verán como una alternativa real. Y justamente por esa razón, creo que el beneficiario neto del debate será ENRIQUE PEÑA NIETO: porque AMLO se estaba convirtiendo en un retador ascendente y es probable que la combinación del probable ascenso de JOSEFINA más los espots negativos en su contra detengan su subida e incluso lo bajen.”
Para concluir…
-“Lo peor para PEÑA NIETO hubiera sido un mal desempeño de JVM porque eso habría consolidado a LÓPEZ OBRADOR como el único retador posible y habría fortalecido su estrategia de voto útil anti-PRI. Veremos las cifras de las encuestas de los próximos días, pero mi intuición me dice que los números de EPN cambiarán poco y es probable que VÁZQUEZ MOTA pueda dar un salto de 3 o 4 puntos hacia arriba.”
Hasta aquí la cita de UGALDE. Me interesa su observación porque aún dando por bueno que JOSEFINA superó a sus rivales, no veo que haya tenido la contundencia para ganar por nocaut. En lenguaje boxístico, la suya fue una decisión dividida.
Conquista que acaso le alcance para regresar al empate técnico con LÓPEZ OBRADOR, después de que en las últimas semanas este la había rebasado por más de cinco puntos.
Se emparejan de nuevo los cartones en el segundo lugar. Esperemos a ver cuanto pierde PEÑA NIETO.