jueves, 7 de junio de 2012

Activos y pasivos del #132


Cd. Victoria, Tam.- Que aún no cumpla cuatro semanas de vida y ya corran ríos de tinta en torno suyo representa un mérito innegable para ese peculiar movimiento estudiantil autodenominado #YoSoy132.
Su más reciente movilización habría ocurrido anoche frente a las instalaciones de la empresa Televisa al momento en que ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR asistiría al programa de entrevistas “Tercer Grado” que conduce LEOPOLDO GOMEZ.
Para el domingo próximo habría reuniones convocadas en distintos puntos del país bajo una consigna que se explica por sí misma: “Segundo debate, veámoslo juntos”.
Me sigue llamando la atención la ausencia de liderazgos, lo cuál puede significar una virtud que nos hable de su carácter horizontal.
Aunque al paso de los meses esto podría significar un defecto si no canalizan a través de individuos específicos la interlocución con la sociedad.
Los medios señalan algunos nombres como ROSANA HOLSCHNEIDER, BEATRIZ CREEL, SAMUEL TORRES, ISMAEL FRÍAS o GISELA MARTÍNEZ, entre tantos más, aunque no se les reconoce el carácter de guías. 
Son únicamente los que destacan por su intensidad.
Igual me parece que la consigna “antipeñista” consume la mayor parte de sus energías y esto se explica no sólo por encontrarnos en una etapa electoral.
También porque el fenómeno nace como protesta en un evento proselitista, cuando el candidato del PRI visitó la Universidad Iberoamericana aquel viernes 11 de mayo.
Necesario es insistir en que dicha bandera fundacional se agota el primero de julio. Difícil saber que harán después porque ello depende de los resultados electorales.
¿Si pierde el PRI qué harán con su “antipeñismo”, además de celebrar?
¿Y si el tricolor gana, darían continuidad a su protesta, aún a contrapelo de la voluntad ciudadana expresada en las urnas y en conciencia de que ya no impugnan a un candidato sino a un presidente electo?
Otro tema que permea sensiblemente sus acciones es la insistencia en eso que llaman “democratización de los medios”.
Concepto esquivo que acaso se escuche fascinante en un salón de clases, en los cursos de periodismo o comunicación, pero que en la vida real exige formulaciones concretas como requisito mínimo de viabilidad.
Asoma en los gritos una idea complementaria: la impugnación al duopolio televisivo y el consecuente reclamo de abrir espacios a nuevas opciones en el ramo de la televisión abierta. 
La tan pospuesta tercera cadena nacional de la cuál se viene hablando desde los años ochentas y hoy parecería tener el visto bueno de todos los candidatos en campaña.
De manera insistente, las voces del #132 ligan una cosa con otra, aunque eso no resuelve la duda. ¿Democratizar es sinónimo de ampliar el mercado?
Ciertamente, entregar a un tercer concesionario los derechos de transmisión que hoy concentran los señores AZCARRAGA y SALINAS PLIEGO representaría una mayor competencia, acaso una importante creación de puestos de trabajo en dicho campo, pero ¿Significa ello democratizar los medios?
Se quejan (y con sobrada razón) de la programación chatarra que caracteriza a la TV comercial, su desmedido afán de lucro, su vulgaridad y ramplonería, la parcialidad de sus emisiones informativas.
En ello estamos completamente de acuerdo, aunque dudo mucho que el panorama cambie automáticamente con la incorporación de un competidor más. La posibilidad es muy alta de que llegue haciendo lo mismo. 
Al momento de escribir estas líneas, no veo que las proclamas y los escritos del #132 contemplen, por ejemplo (y esto sí sería interesante) que la televisión universitaria (UNAM, IPN) pueda llegar por señal abierta a todos los mexicanos.
Por otra parte se antoja interesante que los jóvenes se estén ofreciendo ahora como observadores electorales, participación cívica que sin duda nos aportará una visión fresca de las votaciones, amen de su valor intrínseco como experiencia directa.
Activos y pasivos del #132, vulnerabilidades y esperanzas.