lunes, 24 de octubre de 2016

Periodo de gracia

Cd. Victoria.- Por lo menos cuatro aspectos relevantes merecen ser subrayados dentro del mensaje que ofreció el gobernador CABEZA DE VACA en su visita al puerto de Altamira, la semana pasada.
Abordando el tema de la inseguridad, el Jefe del Ejecutivo planteó definiciones concretas:
(1) A manera de compromiso, fijó un plazo de año y medio (18 meses) para erradicar la violencia de Tamaulipas. Acuerdo fundamental, fuera de toda duda.
Si bien es cierto que gobernar exige propósitos generales, más claro resulta cuando se fijan metas específicas.
Y aquí aparece el padre tiempo como supremo juez que de manera puntual habrá de cotejar expectativas con resultados.
(2) El mandatario ofreció, en un primer paso, la recuperación de áreas prioritarias como son las carreteras para garantizar el flujo normal del turismo y el comercio.
Viajar seguros, dijo FRANCISCO JAVIER, en cada rincón del estado. Por ello ha dado indicaciones al titular de Seguridad Pública, vicealmirante LÓPEZ CASTRO, para activar una estrategia caminera mediante la llamada Policía Vial.
Y bueno, si usted lee la prensa tamaulipeca en las últimas semanas comprobará que este es un tema muy destacado, urgente, quemante, lo mismo en las declaraciones de las cúpulas empresariales (Canaco, Canacintra, Coparmex) que entre productores agropecuarios.
El jueves 20, el mismo día en que CABEZA DE VACA hacía públicos dichos compromisos, esta columna había llevado por título “Caminos-brechas” y, entre otras cosas, me permití anotar lo siguiente (cito de manera resumida):
-“Mientras haya un ganadero en Tamaulipas que tenga que pagar para que le permitan trabajar, mientras exista un agricultor cuyo producto de su esfuerzo sea recortado, diezmado por grupos que asumen funciones recaudatorias, mientras haya un comerciante, transportista, camionero, que se queje de lo mismo, no podremos hablar de que las políticas de seguridad estén funcionando ni presumir que los operativos de vigilancia hayan triunfado.”
Al respecto, cabe mencionar los trabajos sobre el mismo tema que en estas páginas del grupo Expreso elaboraron dentro de sus respectivas columnas los compañeros y amigos FRANCISCO CUELLAR (“La Talacha”) y ALFONSO GARCÍA RODRÍGUEZ (“Mientras Tanto”).

PREVENTIVOS, AÚN NO
(3) En cuanto a las policías locales, resulta un respiro que el gobernador haya ratificado el proyecto de mando único y reconocido que no es el momento para municipalizarlas de nuevo pues, dijo, no se tienen las condiciones para que los ayuntamientos cuenten con corporaciones adecuadas.
Y esto tranquiliza porque en los últimos tiempos (por ejemplo, en las campañas) se habló mucho de regresar al viejo esquema de seguridad municipal que tan malos recuerdos dejó.
Aquellos jenízaros mal preparados, peor pagados, a menudo controlados por la delincuencia.
El caso más patético que conocemos es el del municipio de Iguala, Guerrero (cuyo extitular policíaco, por cierto, acaba de ser detenido) aunque en Tamaulipas, mire usted, no cantamos mal las rancheras.
Por ello habrá que dar la bienvenida a la decisión gubernamental de seguir trabajando con la Marina, el Ejército y la Policía Federal, mientras no haya efectivos confiables.
Y, en este diagnóstico, necesario es decir que hay coincidencia plena con el gobierno federal.
(4) Finalmente, menester es subrayar la gestión en marcha para que SEGOB regrese a Tamaulipas los elementos de la Policía Federal que fueron llevados a otros estados como Michoacán y Oaxaca.
La pelota está en la cancha de MIGUEL ANGEL OSORIO y, por supuesto, sabremos más de ello en los pasos, ya próximos, que tan importante personaje emprenda por Tamaulipas.