Cd. Victoria.- Para bien y para mal, no tiene precedente el reto de ÓSCAR ALMARAZ en el ayuntamiento de Victoria. Al menos habrá de transitar por dos hitos interesantes.
Será el primer alcalde del PRI que coexista con un gobernador de partido distinto al suyo, en este caso, el panista CABEZA DE VACA.
Pero, además, se convierte en el primer munícipe que llega en condiciones de reelegirse y permanecer en el cargo del 17 Hidalgo los mismos años que la autoridad estatal.
Mandatos paralelos, al menos en potencia, habrá que hacer votos para que la relación sea buena, por el bien de la ciudadanía.
Que no se repita aquella rivalidad que tanto daño hizo a Victoria en el trienio 1993-95. Relación agria y sumamente improductiva que sostuvieron el alcalde (entonces) panista GUSTAVO CÁRDENAS y el gobernador MANUEL CAVAZOS, del PRI.
Por experiencia sabemos que sin importar quien gane o se imponga en esas reyertas burocráticas, el gran perdedor es el pueblo, la ciudad.
Máxime ahora cuando la explosión delictiva exige una óptima coordinación en los tres niveles de gobierno. Por lo menos hasta 2018, la federación está en manos de un gobierno tricolor.
Entre dicha diversidad de siglas que habrán de conjugarse en los tres niveles, lo mejor que puede pasar es que sepan hacer a un lado diferencias doctrinarias y puedan trabajar en colaboración ante los desafíos del país, la región, las localidades.
VEREDICTO JUDICIAL
La noticia es que el Tribunal Electoral de Tamaulipas ya declaró válida la elección de OSCAR ALMARAZ en el municipio de Victoria.
Con lo cuál se estaría cerrando un capítulo en la lucha electoral, abriéndose otro en el plano de la gobernabilidad. Ello, aunque aún quede como instancia de apelación la Sala Superior de Monterrey.
De las 176 casillas impugnadas por el candidato albiazul ARTURO SOTO, las nueve anuladas por el Tribunal le permiten al priísta ALMARAZ preservar todavía una ventaja superior a 3 mil votos.
Detalle interesante para las nuevas administraciones locales, la posibilidad de ser reelectos representa un estímulo extra para que multipliquen sus empeños.
Esto es, que los resultados hablen por sí mismos y abran la posibilidad de ser votados de nuevo al periodo subsiguiente.
Para nadie es un secreto que el entrante alcalde cuerudo ha cultivado aspiraciones por la gubernatura, no de ahora, desde los tiempos de EUGENIO HERNÁNDEZ.
Lo cuál le abona razones para que oriente su trabajo en función de resultados acordes con sus pretensiones de mediano y largo plazos.
Dada la juventud del panista ARTURO SOTO, nada raro sería que persevere en su afán de competir por el cargo que se le ha negado ya dos veces.
PILAS, PILAS
La capital de Tamaulipas tiene uno y mil problemas. A la inseguridad que hoy amenaza con regresarnos a los escenarios de 2010, habrá que añadir las numerosas quejas en materia de servicios públicos.
El eterno clamor ciudadano para que las pavimentaciones sean de verdad y tengan vigencia larga y no únicamente (como sucede ahora) el tiempo que tarde en llegar la siguiente temporada de lluvias.
El centro antiguo tiene años esperando una gobernanza creativa y propositiva que abra espacios y le aporte un orden más inteligente a la vialidad, incluyendo el (tantas veces pospuesto) rescate de edificios antiguos, áreas de estacionamiento, más y mejores espacios verdes.
Solo que el presupuesto del ayuntamiento local resulta insuficiente si ALMARAZ no construye una relación sana con el nuevo régimen estatal, por encima de la diversidad partidista.
En los tres niveles de gobierno deberán entender que la competencia por el poder terminó y la etapa entrante es de administrar, cumplir, responderle a la gente y encontrar las vías del trabajo conjunto.