Cd. Victoria.- El comentario proviene del equipo compacto y más antiguo que acompañó a BALTAZAR HINOJOSA durante su malograda campaña gubernamental.
Como argumento, se suma a la lista de pretextos que buscan justificar la derrota del candidato tricolor, haciendo recaer la responsabilidad en terceros. Sin asumir culpa alguna.
Se quejan de los medios, esa prensa caníbal que se apuró a convertir en leña al árbol caído, masacrando al perdedor sin reconocerle virtud alguna.
La consideración merece respuesta. El problema es de interpretación. Aún antes del destape, BALTAZAR era para los medios un auténtico acertijo. Hay suficiente tinta publicada al respecto.
El matamorense mostraba aquello que JULIO SCHERER solía observar en los políticos capitalinos, cuando escribió: “No hay peor retórica que la cortesía. Enerva como un veneno dulce.”
Las otras cartas (con sus defectos y virtudes) eran de sobra conocidas. Gustaran o no, GUEVARA, CÁRDENAS, BERNAL y ETIENNE tenían, a los ojos del reportero, contornos definidos.
Fortalezas y debilidades a la vista para el que quisiera elegir, apoyar o cuestionar.
No ocurrió así con el enigmático diputado HINOJOSA, al que, si bien se le reconocían experiencia y logros como presidente de la comisión hacendaria, buena parte de los colegas no acabó de sentirse a sus anchas en su presencia.
ANTES Y DESPUÉS
Y esto me lleva al comentario inicial. El diagnóstico crítico que hoy tienen los medios en torno a BALTAZAR ya se compartía ampliamente a todos los niveles.
Se comentó antes y durante la campaña, desde el reportero más joven, al ejecutivo medio, columnistas, mandos superiores y, desde luego, editores.
Con agudeza, alguna dirigente de colonias habría añadido un apunte personal sobre el candidato: “parece seminarista”, dijo.
Observó acaso su porte abotonado hasta el cuello, impecable el corte de pelo, correcto en todos y cada uno de sus gestos, almidonado.
Una esfinge, de amabilidad distante, cortesía lejana y sonrisa contenida. Cualquiera que revise columnas puede ver señalamientos al respecto, particularmente, en las notas del primer debate.
Desde luego, a toro pasado no valdría la pena ahondar en ello si no fuera porque dichas quejas ya encuentran eco en la trinchera opuesta.
El antipriísmo, en todas sus variantes, afirma que los ataques de los medios contra BHO vinieron después, lo cuál es completamente falso.
Todo el alud de crítica periodística que se abatió sobre la humanidad de BALTAZAR en los últimos días, no fue más que el corolario de las incomodidades, desencuentros, desaires y sinsabores que el candidato tricolor provocó en los meses previos.
Este lunes, el colega y amigo MAURICIO ZAPATA reseñó un pasaje significativo en su columna “Punto por punto”. Muy recomendable su lectura.
RUDEZA INNECESARIA
Y, bueno, en estos tiempos cuando la posesión de enervantes está siendo despenalizada en buena parte del mundo, resulta lamentable el escándalo que redes y medios montaron en torno al caso de JAVIER CÁRDENAS DÁVILA.
En la ciudad de México la nota no habría pasado de un mero “apañón” sin consecuencias.
En territorios de MIGUEL MANCERA toda la acción policial va dirigida contra el vendedor, el “dealer” (“pusher” le decíamos antes) y sus proveedores, sin mayor problema para el consumidor, el cuál por lo general es liberado, previo trámite.
En San Pedro Garza García, en cambio, armaron un escándalo mayúsculo, acusando al joven tamaulipeco de pretender arrollar a los agentes que intentaron detenerlo.
Difícil probar el dolo (o peor aún, la intención homicida) en un acto que más bien tiene todo el aspecto de un intento de escape emprendido por un comprador apanicado ante el despliegue policial.