Cd.
Victoria.- Alegoría olímpica, como los gimnastas a
manos libres, el teacher JOAQUÍN LÓPEZ DORIGA preparó bien su número, estudió
con tiempo la rutina, calculó el ritmo y eligió cuidadosamente el momento. Solo
que, al final, le falló el salto de salida.
Esa magistral frialdad de todos conocida,
su legendario autocontrol (“¡Es una máquina!”, dijo alguna vez ABRAHAM
ZABLUDOVSKY) pareció quebrarse en los tiempos extra cuando ya había concluido
el programa de despedida, en la charla posterior con ADELA MICHA.
Ahí mostró incontinencia, dejando salir un
chisguete de bilis por demás innecesario, que será recordado en sus años
restantes, con secuela inmediata en redes sociales.
-“Fui víctima de la canalla, la injuria, la
infamia, la mentira”, “no tienen derecho a meterse con mi familia”, querían “acabar
conmigo y ¡mira, mira! aquí estoy”, dijo.
Ciertamente, a nadie le gusta quedar
cesante por culpa de una intriga. Por ello JOAQUÍN hizo valer sus años de
servicio con los tres AZCÁRRAGA (VIDAURRETA, MILMO, JEAN) para negociar un
puente de plata.
Atrás iba quedando su bronca con la
empresaria ASUNCIÓN ARAMBURUZABALA, quien desde agosto de 2015 acusaba a
JOAQUÍN de extorsión en grado de tentativa.
Según la poderosa dama, el comunicador le
habría mandado pedir cinco millones de dólares para permitirle construir un
polémico condominio en Polanco.
Apenas el 3 de agosto pasado, la
Procuraduría capitalina anunció el carpetazo a la demanda de ASUNCIÓN,
confirmando así el inejercicio de cualquier acción penal.
Todo cuadraba, pues, para una salida
elegante tras su anuncio formal un lunes 23 de mayo, con fecha programada (lea
usted) para 89 días después (12 semanas y cacho) el pasado viernes 19.
Salto con red protectora, previsto y
cocinado con la suficiente largura para otorgar al comunicador el beneficio de la
duda.
Se iba con honores y entre aplausos, en
presencia de su tercer jefe (AZCARRAGA JEAN), el saludo de sus amigos, la
nostalgia anticipada, con lagrimita de colaboradores, sonrisa triunfal y copas
de champagne.
El problema ocurre en el espacio posterior,
los 48 minutos que le dedica ADELA MICHA a la entrevista con el conductor.
Afloran entonces las frases lapidarias.
En pocos segundos echó abajo su adiós de
terciopelo y confirmó la tesis de sus detractores. Cabe imaginar la sonrisa de
ASUNCIÓN, de oreja a oreja.
EDUCACIÓN
TECNOLÓGICA
En el plano local, otro adiós, este sí muy bien
plantado. Un buen amigo, MARCO VALDEZ VALENCIA, dejó la dirección del CBTIS 236
al cerrar la semana pasada, tras 10 años y 8 meses de trabajo continuo.
Institución escolar que desde su fundación
en 1988 hasta la llegada de MARCO en 2005, había tenido 10 directores. Fue
VALDEZ el número 11, en efecto.
Le tocó vivir la maduración de un plantel que
había iniciado actividades con 320 alumnos y hoy luce una población de 2350
estudiantes, repartidos en 23 grupos de turno matutino y 22 del vespertino, con
seis especialidades.
En estos años la institución creció en recursos
docentes y calidad educativa, espacios y capacidades, nuevas aulas, auditorio,
biblioteca, cafetería, laboratorios, sala de maestros, canchas deportivas, jardines,
estacionamientos, barda perimetral y caseta de seguridad.
Logros difíciles porque se hacen con dineros
que las escuelas no siempre tienen a la mano. Apoyos que exigen tocar puertas
en diferentes instancias federales y estatales, entre un mar de requisitos,
antesalas, tiempos de espera, insistencia y paciencia.
El nuevo director es LEONARDO PÉREZ
COLUNGA, con largo historial de servicio en el mismo centro de bachillerato,
donde se había venido desempeñando como titular de planeación educativa. Lo
conoce bien y eso ya es una gran ventaja.
Enhorabuena para ambos.