Cd. Victoria.- La memoria me remonta al otoño de 2007, cuando ERICK SILVA SANTOS estaba por concluir su exitosa campaña tras la presidencia de Matamoros.
Lo contacté en un evento tumultuario, entre cartelones, silbatos y matracas del sindicato de jornaleros.
El inmueble donde los trabajadores de la maquila todavía veneran la imagen del líder fundador AGAPITO GONZÁLEZ. De ahí nos fuimos a almorzar.
Su perfil era motivo de orgullo. Delante de la grabadora me dijo entonces que se definía como un “político templado en la cantera local”, sin títulos en universidades privadas ni postgrados en el extranjero.
Ingeniero industrial, egresado (al igual que su hermano gemelo) del Tecnológico Regional, SILVA se asumía como representante genuino de la cultura del escalafón y del esfuerzo, ufanándose de haber cursado el 100% de su educación en escuelas públicas, desde el primer grado de primaria.
PELDAÑOS
Orador de la vieja escuela, formado en el Frente Juvenil Revolucionario, regidor a los 21 años (1993-1995) bajo la alcaldía de TOMÁS YARRINGTON, después sería Secretario de Educación con HOMAR ZAMORANO (1999-2001) y titular de SEDESOL municipal en el ayuntamiento de MARIO ZOLEZZI (2002-2004).
Durante la presidencia de BALTAZAR HINOJOSA (2005-2007) ERICK fue líder del PRI local. Había sido suplente de HINOJOSA en la diputación federal.
También colaboró con EUGENIO HERNANDEZ en el plan “Unidos Avanzamos Más”, asumiendo luego la alcaldía cuando faltaban dos semanas para cumplir los 36 años.
“Una carrera municipalista”, como el mismo la definía, donde pudo conocer (se jactaba) todos los ejidos y colonias de Matamoros.
Aunque su tema favorito de entonces era el haber realizado la campaña más corta de las 43 que tuvieron lugar en aquella elección y la más austera en toda la historia de su municipio.
¿LADO OSCURO?
Parece otro el ERICK SILVA que hoy vemos en la prensa texana, acusado por delitos graves como lavado de dinero, apropiación ilegal de fondos públicos, fraude en diversas modalidades y depósitos bancarios en Islas Bermudas.
La administración posterior que encabezó ALFONSO SÁNCHEZ reportaría haber heredado una hacienda municipal endeudada, mientras la prensa regional hablaba de una sobrefacturación cercana a los 60 millones de dólares.
En noviembre de 2014 se publicó en el vecino país una orden de arresto en su contra. Noticia que en medios mexicanos fue vista con una pizca de desconfianza por encontrarnos en la víspera de una elección federal y figurar el propio ERICK como aspirante a diputado.
Parecía el típico “descontón” gringo contra figuras de la política mexicana, con datos que a menudo suelen perder precisión y acaban siendo revelaciones de dudosos testigos protegidos. Al menos así parecía.
NOTA FRESCA
Sin embargo, las acusaciones contra el ingeniero SILVA SANTOS fueron lo suficientemente duras para impedir su retorno a la política por la puerta grande de San Lázaro.
La actualización más reciente del caso ocurrió esta semana. El gobierno americano informó haberle incautado bienes y fondos bancarios calculados en 2.8 millones de dólares.
Confiscación definitiva, dice el juez RANDY CRANE desde su Corte de McAllen, al no realizarse el reclamo de los activos embargados en 2014.
Entre los inmuebles se cita una casa en Brownsville, un departamento en Isla del Padre y un complejo de 20 apartamentos también en el condado de Cameron.
Como en ocasiones anteriores, la respuesta de ERICK fue inmediata, defensiva y se difundió en medios y redes.
“Es totalmente falso, difamatorio, todo esto”, dice en su texto, calificando como “aberrante e inconcebible” el que mexicanos sean “juzgados y auditados por autoridades norteamericanas”.
Dos versiones, dos perfiles de la misma persona.
Veremos.