martes, 14 de junio de 2016

Voto antigobiernista

Cd. Victoria.- Difícil hoy día, ser candidato del partido en el poder. La inconformidad es caldero que hierve a la más alta temperatura en la base de la pirámide social.
México tiene una población con bolsillos vacíos y alta criminalidad. Entre la indignación y el terror, el votante abandona su tradicional conformismo y se anima a sufragar distinto.
En Tamaulipas se diría que al PRI le tocó pagar la cuenta, la factura nacional de una violencia que no cesa y una economía familiar que tampoco da señales de recomponerse.
Aunque el partido receptor de todos los reclamos puede ser cualquiera, según quien gobierne, de una entidad a otra.
Lo vemos en Guerrero, que en 2015 votó por la alternancia cambiando del PRD al PRI. Ahora el blanco de los ataques ya no es la autoridad del Sol Azteca sino su relevo tricolor.
Un año después la inconformidad es la misma, los insultos también, la delincuencia no amaina, ni el hambre, ni el desempleo. Los chistes crueles contra la clase política se calcan de los anteriores, acaso idénticos, solo cambian de nombre.
El gobernador emanado del PRI HECTOR ASTUDILLO recibe en medios y redes un trato similar al que padecieron sus antecesores del PRD, ROGELIO ORTEGA (sustituto) y ANGEL AGUIRRE (electo y luego depuesto).
En Jalisco ocurrió lo mismo, solo que del PAN al PRI. Hasta 2013, la bestia peluda de la política regional era el gobernante panista EMILIO GONZÁLEZ MÁRQUEZ.
Sus detractores le endilgaron toda suerte de artimañas. Hombre de temperamento atrabancado que mentaba la madre a los periodistas desde la tribuna, con un “caballito” de tequila en la mano y un cardenal aplaudiendo en primera fila.
Borrachín, conflictivo, títere del clero, ya para finalizar su régimen le achacaron trafiques multimillonarios en la construcción de las instalaciones donde tuvieron lugar los Juegos Panamericanos.
Pero su relevo ARISTÓTELES SANDOVAL no mejoró mucho las cosas. El hartazgo social dirige hacia él sus baterías como antes lo hizo contra EMILIO.
Ineficacia en áreas clave, seguridad, justicia, Jalisco sigue siendo el mismo campo de batalla de las organizaciones criminales sin que el cambio de logotipo o membrete partidista haya significado mejoría.

DESEQUILIBRIOS
Los problemas estructurales están ahí y la salud del país no regresará mientras se recurra a remedios superficiales.
La derrota histórica del salario en manos de la espiral inflacionaria se ubica en los ochentas. Finales del JLP, principios de MMH.
De entonces data el agravio acumulado, la debacle del trabajo como valor fundamental. Valor de valores en cuya caída arrastra al esfuerzo, la disciplina, la lealtad, la puntualidad, la integridad.
El ingreso fue pulverizado por un torbellino alcista en los precios de pan, la leche, el frijol y la tortilla, transporte, tarifas de electricidad y agua, gasolinas.
Durante las últimas décadas del siglo 20, México pasó de un esquema populista que derrochaba el tesoro nacional en nombre de los pobres, a un modelo neoliberal que dijo cuidarlo con celo, también en nombre de los pobres.
En 2000, cuando por fin ocurre la alternancia y ZEDILLO entrega el poder a FOX, los grandes desequilibrios a nivel macroeconómico estaban solventados: paridad, deuda, balanza de pagos, pero los bolsillos de la población mayoritaria estaban devastados.
Pasó la docena conservadora de FOX y CALDERÓN, más los cuatro años que lleva el gobierno neoliberal de PEÑA NIETO.
La modernidad está arriba, los cambios también, Leyes vanguardistas que promueven la transparencia, legisladores de tablet y smartphone, cultura elevada a nivel de secretaría, equidad de género, tolerancia a la diversidad sexual y consumo legal de mariguana.
Abajo, el horno desborda en llamaradas.