miércoles, 29 de junio de 2016

¿Nada que reclamar?

Cd. Victoria.- Al segundo día de su retorno formal, BALTAZAR HINOJOSA salió al encuentro de los medios, el indispensable bombardeo de preguntas que en casos como el suyo sirve de catarsis.
Sin embargo, quienes esperaban alguna revelación temeraria, digna de las primeras planas nacionales, se quedaron con las ganas.
A estas alturas, sus ojos buscan el mediano plazo. El 2018, cuando concluya la encomienda legislativa y el camino se abra previsiblemente para el senado.
De aquí la prudencia. Cero reclamos contra equivocaciones de su equipo, golpes bajos del gabinete nacional, insuficiencias del CEN o fuego amigo regional.
Es ropa sucia que decidió lavar en casa. En buena medida porque ningún señalamiento que haga modificará la voluntad popular expresada el 5 de junio. Por ello recalca que no hubo traiciones ni guarda rencor.
¿Y los demás aspirantes del partido tricolor a la gubernatura?
Trabajaron de la mano, se esforzaron duro para sacar adelante el proyecto y en funciones específicas cada uno.
Pueden dormir tranquilos (si es que alguna vez se inquietaron) GUEVARA, CÁRDENAS, BERNAL, ETIENNE y compañía.
Tampoco quiere hablar de aspiraciones futuras, aunque su destino más lógico sea la cámara alta, quedando disponible para una subsiguiente disputa por la gubernatura.

LA DEMOCRACIA
Luego por ahí se suscitó un malentendido. En algún momento de la charla con los periodistas, HINOJOSA parece cometer un despropósito.
Algunos creyeron escuchar aquello de “conocimos la democracia”, así lo anotaron y cabecearon.
De haber ocurrido el dislate tendría repercusiones graves. ¿Conocieron porque antes no la practicaban, no la habían experimentado jamás?
Casi tanto como decir “mi primera vez”, el equivalente a perder la virginidad democrática.
Escuchando la grabación se aclara el entuerto. Una sílaba previa habría quedado en la penumbra, la que complementa la palabra “reconocimos”.
De ser lo segundo, entonces el abanderado tricolor estaría aludiendo al evento de la jornada posterior a las votaciones cuando, en efecto, reconoció los resultados como producto de un proceso democrático.
Lo cuál embona y tiene coherencia con sus dichos posteriores al valorar la contienda como “una lección de democracia” y un “proceso electoral sin precedentes”.

REINVENTARSE
La ponderación domina su discurso. Cualquiera diría que busca salir del difícil trance en que se encuentra y desmontar el programa de “candidato perdedor” para reinstalar el software de “legislador trabajando”.
Va por la despedida en los próximos días. Tiene que hacerlo antes de que la gubernatura cambie de manos.
Su reserva también aflora cuando le preguntan por el sucesor de RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES en el CDE tricolor.
De nuevo la mesura, no tiene favorito. Hay muchas figuras pero predilecto ninguno, amén de que el cambio en la dirigencia nacional antecede a los que deban venir en los liderazgos estatales.
Tampoco busca presidir el Comité Directivo Estatal del PRI, por si alguien lo pensó algún día, así fuera como mera ocurrencia.
De pasadita dijo desconocer cuánto dinero gastó en su campaña, aunque aseguró que ni tiene deudas con proveedores ni rebasó los topes de gastos. El asunto, en todo caso, está en manos de la autoridad electoral.
Viene ahora la tarea de renovación al interior del PRI. Organismo que necesita una transformación de fondo, en la dirigencia estatal, sectores y organizaciones.
Aparece entonces la reflexión moral que sirve de consuelo. El tiempo dará la razón a los tamaulipecos que creyeron en su propuesta.
Para dejar luego un postrero raspón a sus verdugos:
-“Los de enfrente no saben gobernar, ya los vimos en la Presidencia de la República y no supieron responder.”
A ver que le contestan allá.