viernes, 17 de junio de 2016

El 2018 a cuestas

Cd. Victoria.- En las horas siguientes a la elección, embebido aún por la euforia del triunfo, el dirigente albiazul RICARDO ANAYA se dejó querer con la idea de una alianza PAN-PRD para la presidencial del 2018.
Se dice fácil pero tendría, al menos, dos problemas que solventar, (1) la identidad del candidato común y (2) con cuál dirigencia perredista hacer el trato.
En respuesta, el comité que aún preside (no sabemos por cuánto tiempo) AGUSTÍN BASAVE, adelantó dos condiciones para una eventual alianza.
(1) Que sea con candidato propio, léase perredista, o bien (2) con un externo, lo cuál significa alguna personalidad atractiva y sin militancia partidista.
En la víspera, VICENTE FOX había destapado a MARGARITA ZAVALA, lo cuál no sabemos si sea bueno para MARGARITA, dado el desprestigio actual de FOX.
Más lejos ha llegado FELIPE CALDERÓN quien da por un hecho que su esposa estará en la boleta, aunque no está seguro de que será por el PAN.
Sin embargo, ambos (MARGARITA y FELIPE) han aceptado que ven con simpatía una probable alianza PAN-PRD.

PUJAS INTERNAS
El dilema tiene origen claro. La fuerza que ha cobrado RICARDO ANAYA tras desplazar a GUSTAVO MADERO en la dirigencia y luego del éxito cosechado el pasado 5 de junio.
Quizá por ello, la mayor parte de los observadores incluye a MARGARITA en la lista de independientes, junto a personajes como FERRIZ, CASTAÑEDA, CLOUTHIER y el Bronco.
Y bueno, suponiendo que BASAVE sobreviva en el cargo (y que sus próximas tres o cuatro renuncias no le sean aceptadas) cabría preguntar en qué categoría ubica a MIGUEL MANCERA, ¿propio o externo?
No hay respuesta fácil. Resulta que el Jefe de Gobierno podría identificarse (y no es albur) como un auténtico híbrido.
Perredista no es porque desde sus días como procurador, la posterior campaña y el actual mandato, se ha proclamado ciudadano sin partido.
Aunque resulta difícil que los panistas lo vean como externo, luego de fungir como candidato del Frente Progresista (PRD, PT, PMC) en 2012 y formar equipo de gobierno con gente de dicha coalición.
En sus más recientes declaraciones MANCERA ha dejado claro que va de frente tras la nominación del Sol Azteca.
En contrapunto, el gobernador perredista de Michoacán SILVANO AUREOLES le respondió categórico: “si quiere ser candidato presidencial debe afiliarse al PRD.”

OTRAS HISTORIAS
Cabe recordar que el antecesor y padrino de MANCERA, el exjefe de gobierno MARCELO EBRARD, también llegó al cargo en calidad de candidato externo y apoyado por la misma coalición PRD, PT, PMC.
Con la diferencia de que EBRARD tuvo la precaución de solicitar su ingreso al PRD semanas antes de tomar posesión, en el otoño de 2006.
Hay entonces elementos para pensar que la izquierda tendría al menos dos gallos para el 2018: AMLO por MORENA y MANCERA por el PRD.
Ello, en espera de que EBRARD defina sus intenciones de participar como lo prometió en 2012.
Falta saber hasta dónde le afectaron los problemas en la línea 12 del tren capitalino, fallas graves, corruptelas de contratistas, enojo de usuarios, votantes.
De lanzarse MARCELO, en cualquiera de las categorías (por el PMC, el PT o independiente) serían tres las opciones de izquierda.
En paralelo, la disyuntiva hacia adentro del PAN oscila entre la concordia o la división, según la identidad del candidato.
Si el abanderado es ARTURO ANAYA, resulta altamente probable que MARGARITA se vaya por la libre, tras la candidatura independiente. Lo cuál significa que habría dos aspirantes de la misma corriente ideológica.
En cuanto al PRI, de sobra es sabido que su candidatura no pasa por concurso. El modelo es simple en extremo, diríase que minimalista. Uno es el dedo, uno el poder que transfiere y hereda. ¿Ventaja táctica?