miércoles, 22 de junio de 2016

Colorido adiós

Cd. Victoria.- La despedida de MANLIO FABIO BELTRONES es al mismo tiempo (1) el testamento político de una generación que se bate en retirada, (2) diagnóstico personal del más reciente proceso electivo, (3) deslinde ideológico hacia las demás corrientes partidistas y (4) radiografía de la actual coyuntura oficial, el PRI y el gobierno de PEÑA NIETO.
Importante también lo que BELTRONES no dijo en público pero se filtró a los medios este martes. Columnas como “Serpientes y escaleras” de SALVADOR GARCÍA SOTO en El Universal.
El rosario de reclamos que MANLIO FABIO habría presentado en privado al presidente. Entre ellos, que el CEN a su cargo no tuviera apoyo de Los Pinos.
Y también la resistencia para enjuiciar a mandatarios corruptos y que miembros del gabinete económico estuvieran operando en favor del PAN.
Algo de esto se infiere en su discurso de este lunes ante la Comisión Política Permanente, en presencia de gobernadores, dirigentes sectoriales y presidentes de comités directivos estatales.

LA VIEJA GUARDIA
Economista de la UNAM, oriundo de Villa Juárez, Sonora, BELTRONES cumplirá 64 años el próximo agosto.
Dos veces diputado federal, dos veces senador, presidente sucesivo de ambas cámaras, gobernador de su Estado, fue líder nacional de su partido entre el 20 de agosto de 2015 y el 20 de junio de 2016.
Sería un muchacho en el entorno septuagenario de la política estadounidense, aunque en el plano doméstico sea visto como un dinosaurio por el equipo de cuarentones y cincuentones que gobierna el país.
Por citar casos relevantes, PEÑA NIETO anda en los 49 años, VIDEGARAY tiene 47 y OSORIO 51. Aunque hay de menos, NUÑO rebasa apenas los 38.
MANLIO FABIO había llegado a la jefatura priísta en pago al trabajo realizado durante la anterior legislatura, donde sacó adelante el paquete de reformas enviado por el Presidente en su primer año y medio de gestión.
Interminables sesiones donde hubo que negociar al detalle, hacer amarres paso a paso con el PAN y (más difícil aún) el PRD.
Se entendió su arribo al CEN como el reconocimiento a una trayectoria y el premio a sus servicios camerales. Aunque siempre fue un elemento externo al primer círculo de PEÑA.
Ambos habían rivalizado por la candidatura tricolor a la presidencia, disputa que terminó en noviembre de 2011 cuando MANLIO declinó en favor del mexiquense, en carta remitida al PRI, leída también en video.

POSICIONAMIENTO
En su adiós del lunes, atribuye las derrotas a la corrupción y la impunidad. También a la necesidad (insatisfecha) de que las reformas se reflejen “en los bolsillos de las familias”, principal reclamo que los priístas de viejo cuño hacen al equipo tecnócrata.
En la numeralia del proceso electoral, su mensaje de fondo es que no les fue tan mal como dicen los medios.
Resumió que su partido gobernará 15 estados con el 45% de la población nacional, logró mayoría en 7 de 12 congresos locales, amen de 262 ayuntamientos que representan el 48% de los 541 votados.
Fustigó a sus adversarios. A la derecha más conservadora recriminó sus posturas misóginas, homofóbicas y “francamente fascistas”.
Hacia la izquierda lanzó dos lancetazos. A la institucional (léase PRD) porque “empodera a la derecha”, en referencia a sus alianzas electorales.
Y a la radical (léase CNTE, MORENA) por discutir en las calles reformas que ya fueron llevadas a la Constitución.
Deslinde en ambos flancos que fue también preámbulo para dejar a sus herederos un consejo:
-“Impedir”, dijo, “que nos muevan de nuestro histórico lugar en la geografía política, el que define nuestro lema: democracia y justicia social y nos ubica en el centro progresista.”
Al final, tras el “muchas gracias” de rigor, no esperó el aplauso de rutina.
Dio un medio giro y se fue.