viernes, 10 de junio de 2016

Menos que nulos

Cd. Victoria.- El sufragio nulo jamás gastó un cinco del erario para promover candidato alguno, contratar propaganda, montar espectaculares, organizar campañas negras y ni siquiera participó en debates.
Sin embargo, si observamos la urna de gobernador, los 23 mil 531 votos reportados por el PREP en este rubro, son superiores a la suma de sufragios obtenidos por JORGE VALDEZ (PRD) y ARMANDO VERA (PT).
Algo así como 15 mil 245 el primero y 7 mil 224 el segundo. Esto es, 22 mil 469 entre ambas personalidades. Ni juntos superan a los nulos.
JORGE y ARMANDO fueron abanderados por partidos que desde su registro (PRD en 1989, PT en 1992) han consumido año con año recursos públicos, haya o no elecciones. Así fuera para gastos de operación.
El hipotético sector de los nulos supera también al candidato independiente PANCHO CHAVIRA (7 mil 948) y al abanderado del Partido Encuentro Social (PES) ABDÍES PINEDA (18 mil 124).
Ello, en una elección donde el ganador PACO CABEZA (ojo al contraste) lleva contabilizados 630 mil 513 votos y BALTAZAR HINOJOSA tiene abonadas 453 mil 062 boletas a su favor.
Es el bipartidismo realmente existente en Tamaulipas comentado en este espacio días antes de los comicios.

BROMA O PROTESTA
Dicen los chicos de PARAMETRÍA que “anular el voto de manera intencional o voto en blanco es considerado como una forma de expresión de la ciudadanía que indica el descontento con el sistema de partidos.”
Aunque no siempre es así. Hay gente que vota por algún astro de la música, el cine, o la televisión nomás por pura ocurrencia.
En los años de gloria del partido aplanadora (cincuentas, sesentas) MARIO MORENO, “Cantinflas”, solía cosechar simpatías entre ciudadanos que agradecían así los momentos de hilaridad vividos frente a la pantalla.
En los setentas, un cómico televisivo, MANUEL, “El Loco”, VALDEZ, tenía por costumbre el agradecer, al final de cada proceso, a quienes habían puesto su nombre a la boleta. En los noventas lo hacía PACO STANLEY.
Importa recordar que los recientes cambios en la forma de ilustrar las alianzas han propiciado algunos errores en el uso de la boleta electoral.
Antaño, los partidos que postulaban a un mismo candidato generaban un logotipo mixto donde aparecían superpuestos los membretes coaligados, ocupando un solo espacio en la papeleta.
Las cosas han cambiado. Si usted votó el domingo pasado, recordará que aún compartiendo candidato a gobernador (BALTAZAR HINOJOSA, en este caso) cada una de las organizaciones que lo postularon aparece por separado: PRI, PANAL, PVEM.
Ello abrió la posibilidad de que gente mal informada cruzara más de un recuadro, lo cuál constituye una de las causales más comunes de nulidad.

LOS INDIGNADOS
Igual hay personas que tachan en su totalidad la boleta, de esquina a esquina, como un gesto acaso inspirado en la ley del mínimo esfuerzo.
Y también (en menor grado) la nulidad intencionada, hecha por convicción, como protesta social de quienes desaprueban (parcial o totalmente) el proceso y pretenden dejar constancia de que ningún candidato les convence.
En estos casos la boleta observa anotaciones estridentes, lapidarias, ofensivas contra instituciones, partidos y personas. Recuerdo una: “dan asco, todos son la misma porquería”.
O también dibujos obscenos y hasta el murciélago de BATMAN, proezas de eficacia, sin consideramos el cortísimo lapso del que disponen tras la cortinilla.
El tema da para mucho, tiene cualquier cantidad de aristas, enfoques, matices, formas de abordarlo.
En particular me llamó la atención la cosecha tan pobre reportada por algunos partidos que, al resultar por debajo del voto nulo, nos hacen preguntar qué hicieron con el dinero de sus campañas.