jueves, 5 de noviembre de 2015

Modelo disfuncional

Cd. Victoria.- Se confirma el error de los aspirantes tamaulipecos que de manera precoz y cercana al oportunismo se apresuraron a vincular sus respectivas imágenes con la de JAIME RODRÍGUEZ, el Bronco, cuando tocaba la cúspide de su popularidad, a mitad de campaña.
En verdad, no tenía demasiada ciencia imaginar, prever, que la “broncomanía” era una endeble burbuja mediática, de eficacia apenas temporalera y fecha de caducidad temprana.
Tampoco era necesaria mucha materia gris para saber que tan repentina y contagiosa notoriedad descansaba en el carácter espectacular de sus promesas y que este habría de convertirse en su flanco más vulnerable.
En consecuencia, estaba muy visto que de no materializarse con rapidez las expectativas de cambio, el actuar a cuentagotas, entre pretextos y disculpas, significaría decirle adiós a su reputación, adiós aplausos, adiós niveles de aceptación.

IMITACIÓN FALLIDA
Al suelo también la imagen pública de quienes, desde el vecindario norestense, se treparon con dientes y uñas a la cola de ese cometa, pensando que los llevaría lejos, sin calcular la perspectiva de un desastre.
Lo cuál ya está ocurriendo. Comenta ayer CIRO GÓMEZ en El Universal (“Un bronco muy, muy, light”) que el gobernador independiente de Nuevo León cerró su primer mes de mandato con poco que recordar.
Abunda CIRO: “porque en campaña le prometió sangre a la raza y la raza, al menos parte de la raza, debe estar esperando sangre.”
Algo muy distinto, señala el articulista, al “huracán pendenciero que hace cinco meses se levantó con el 49% de los votos y arrasó al PRI y al PAN, como nadie lo había hecho.”
Fin de la cita. Relacionado con esto, le comenté hace algunos días sobre la transformación que sufren algunos candidatos al convertirse en mandatarios electos, entre ambas etapas, “antes y después de la urna”.
Parecería que retroceden, involucionan (1) de la expectativa vehemente, desbordante, mostrada durante las jornadas de oferta proselitista (2) a la cautela medrosa y hasta mezquina que asoma al día siguiente del triunfo.
Puesto que hoy nos encontramos en esta segunda etapa (“después de la urna”) resulta que la deuda de Nuevo León no es de 100 mil sino de 60 mil millones y es más urgente pelearse con AMLO, FOX y los promotores de la marihuana que abrir en canal a la familia MEDINA, como prometió JAIME (perdón que insista) “antes de la urna”.

GARGANTA PROFUNDA
A trece meses de Ayotzinapa, el reo SIDRONIO CASARRUBIAS hace revelaciones que debimos haber escuchado al día siguiente de su captura, en el otoño de 2014.
Tan urgida anduvo la PGR buscando a los 43 normalistas que poco se habló de los negocios que dieron fuerza y sustento a Guerreros Unidos. Menos aún de sus afinidades en el mundo legal de las cúpulas empresariales y el sector gubernamental.
De ahí la sorpresa por ese rosario declarativo donde se retoma el asunto de las cuotas cobradas por diversos cárteles a los ayuntamientos de Guerrero.
Y también la inesperada acusación contra el empresario argentino CARLOS AHUMADA, como celestino en activo de la delincuencia organizada.
Amén de testimonios que suponen nuevos cargos contra la emperatriz de Iguala MARIA DE LOS ÁNGELES PINEDA, esposa del exalcalde JOSE LUIS ABARCA, ambos en prisión.
Verdadera bocanada de oxígeno para la PGR que había visto desmoronarse el caso, temiéndose que la pareja, entre cañonazos y argucias abogadiles, pudiera recuperar su libertad.
La ventaja de tener al declarante listo es que un soplo certero y oportuno puede reforzar las acciones de la fiscalía cuando la fortaleza de sus argumentos parece flaquear. La nota es que el dueto ABARCA PINEDA permanece donde está.