Cd.
Victoria.- Armar equipos con figuras de otras organizaciones
es costumbre típica de partidos en gestación o recién llegados a la vida
institucional.
La razón es casi de PEROGRULLO. No pueden
tener militantes egresados de sus filas, pues ello exige formación de cuadros
cuyo trabajo supone años que aún están por transcurrir.
Nacen, pues, con operadores emigrados de
otras trincheras. Incluso en las etapas posteriores, de tiempo en tiempo observamos
candidatos de similar perfil y denominados “externos”, para diferenciarlos de
los “internos” que en la dinámica de crecimiento empiezan a surgir.
Lo insólito ocurre ahora. Que un partido
con 27 años de historia como es el PRD (nacido en 1988) se haya visto obligado
a (1) promover a toda prisa una modificación en sus estatutos para permitir que
(2) un ciudadano ajeno a sus filas como es AGUSTIN BASAVE pudiera convertirse a
toda prisa en militante, con el propósito explícito de gobernarlos.
Sin demeritar, por supuesto, la trayectoria
académica, virtudes cívicas, reconocimiento y prestigio del doctor BASAVE,
constituye una verdadera tragedia el hecho mismo de que el Sol Azteca se haya
visto obligado a recurrir a un liderazgo externo.
LA
HEMORRAGIA
Lo cuál en muchos sentidos representa una
confesión de culpa, el reconocimiento tácito de que (1) en sus 27 años de
existencia no haya sido capaz de formar cuadros competentes, o bien (2) tampoco
ha podido preservar ese capital humano en constante mudanza a otras trincheras,
por el feroz canibalismo que ha sacudido a dicha institución partidista.
Algo que ya platicamos aquí. El PRD en toda
su historia solo ha tenido dos candidatos presidenciales, el ingeniero CÁRDENAS
(1988, 1994, 2000) y ANDRES MANUEL (2006, 2012). Hoy ambos están fuera de ese
partido.
Igual he recordado que de sus seis jefes de
gobierno en el DF, entre electos y sustitutos, ninguno milita ahora en sus
filas.
Ni CUAUHTEMOC, ni su suplente ROSARIO
ROBLES, tampoco AMLO ni su suplente ALEJANDRO ENCINAS, ni MARCELO EBRARD (primero
y único en terminar su mandato) ni el actual MIGUEL MANCERA.
Los primeros cinco porque se salieron. El
último porque jamás ha querido militar en alguno de los partidos que lo
abanderaron dentro del llamado Frente Progresista: MC, PT y PRD.
Igual se fueron cuadros fundamentales como
MARTÍ BATRES (hoy jefe de MORENA) y RICARDO MONREAL, quien de líder
parlamentario en el PT pasó a su actual jefatura en la Delegación Cuauhtémoc,
por el mismo MORENA. Otra lumbrera ausente, el hoy retirado PORFIRIO MUÑOZ
LEDO.
EL
REMIENDO
Ciertamente, el doctor BASAVE es un estuche
de monerías. Regiomontano, licenciatura en cómputo por el ITESM, doctorado en
Oxford (Ciencia Política), autor de libros, conferencista, catedrático, jefe
académico en universidades como la Iberoamericana, editorialista de EXCELSIOR y
REFORMA, investigador en la UNAM, abajofirmante de no pocas causas
progresistas, opinólogo de TV y entrevistador en radio.
Faltó añadir que fue asesor de LUIS DONALDO
COLOSIO, amen de haber militado en el PRI (en los 90s fue diputado federal y titular
de la Fundación COLOSIO) hasta el año 2002 cuando anunció su renuncia.
Con VICENTE FOX en el poder, BASAVE fue
embajador de México en Irlanda (2001-2004). Peregrinaría luego a proyectos vinculados
con AMLO, especialmente en la coalición llamada Frente Amplio Progresista, la
del 2012.
Méritos no le faltan, pues, en el plano de
la academia y en el ejercicio de la estrategia, como formulador de idearios y
proyectos. La duda clave es si en verdad estamos ante un animal político.
De resultar lo que muchos temen (un
apacible y venerable burócrata) el colapso final del PRD se antoja inminente.