Cd.
Victoria.- El quinto informe de EGIDIO TORRE CANTÚ ya
ocurrió, es noticia de hoy, impresión de la semana, opinión para los próximos
días, imágenes del umbral político que abren una etapa nueva en Tamaulipas.
Entre círculos cercanos al aspirantado
priísta (esos terceros y cuartos niveles, donde la neurosis se palpa) pareció
dibujarse un acuerdo tácito. Que la recta final empieza hoy.
Es decir, este jueves 19 de noviembre, al
día siguiente de la comentada ceremonia en Tampico, donde la clase política
regional se dio cita con un ojo al anfitrión y otro a los convidados de postín.
Ahora sí van con todo, dicen, quienes vislumbran
al diputado BALTAZAR HINOJOSA echando toda la carne al asador en su anunciado
recorrido por la entidad.
Y ven a MARCO BERNAL pisando a fondo el
acelerador, en una estrategia pensada en torno a “tiros de precisión”, donde
los grupos pequeños y la charla directa con personas identificables, tienen
prioridad sobre los actos de masas que se estilan en otras trincheras.
Y por el mismo camino irían ALEJANDRO
ETIENNE, ENRIQUE CÁRDENAS, ALEJANDRO GUEVARA, quienes pueden o creen que
pueden.
Noviembre cierra con fuerza, diciembre será
muy intenso y enero definitivo. Huelga decir que en cada causa abundan
seguidores y cuadros intermedios que asumen la tarea como una guerra santa.
De ahí el patetismo y las caras de dolor
que después vemos entre quienes se engancharon con causas perdidas. Cuestión de
recordar las cuatro o cinco justas anteriores.
TAREA
EXPOSITIVA
Y bueno, en el evento de ayer se hicieron
presentes dos exgobernadores, MANUEL CAVAZOS y EUGENIO HERNÁNDEZ. Hermético el
primero, sus antiguos simpatizantes son vistos cerca de BALTAZAR. Prudente el
segundo, hay razones para pensar que su gallo es BERNAL.
El formato documental que asomó en el
primer informe de EGIDIO luce hoy la naturalidad de una idea ya muy madura. Infogramas
en movimiento, acaso la gente los prefiera a la solitaria voz de antaño.
Lo cierto es que una vez cumplida la
obligación formal de entregar el reporte anual al Congreso, la posterior
ceremonia carece de formato fijo, aunque la costumbre hizo que así lo
creyéramos.
De hecho, seguimos llamando con el nombre
de “informe” a la ceremonia de gala que presiden los jefes del ejecutivo
estatal y nacional, donde dirigen un mensaje a su gente, fuerzas vivas,
invitados especiales.
Aunque en sentido estricto, si nos apegamos
a lo que dice la ley, el informe ocurre cuando la documentación es entregada al
poder legislativo, en papel o memoria digital. Hasta ahí.
Lo demás ya no es el informe sino ceremonia
alusiva al año de trabajo, donde no hay cartabón fijo y las posibilidades expresivas
son tantas como la imaginación lo desee.
Por ello en los últimos años se han ido
separando ambas etapas. Lo cuál es visible en las rutinas que hoy marca la
Presidencia de la República, con ENRIQUE PEÑA NIETO.
En el México de la alternancia, el famoso
“Día del Gobernador” como el “Día del Presidente”, han sido ajustados a los
rigores de la razón.
Aquellos recorridos del jefe político
nacional en auto descubierto y entre lluvias de papel picado, porristas y
matraqueros, son hoy historia patria.
Su equivalente en los estados igualmente
cambió para adquirir visos de un audiovisual didáctico, con su principal
responsable ahí presente, en primera fila.
Luego vendría el mensaje político, este sí,
muy personal, en voz del gobernante, tribuna, podium, micrófono, espacio para
él.
Ocasión donde el mandatario refrendó su “determinación
y compromiso” en “la Consolidación del Tamaulipas justo al que aspiramos”, dijo,
“el Tamaulipas próspero con el que soñamos” y “el Tamaulipas que todos
queremos.”