Cd.
Victoria.- Priísta, al senador hidalguense OMAR
FAYAD se le conoce en paralelo por su condición de (1) abogado con carrera
policiaca, pues ya fue comisionado de la Policía Federal y Procurador en su
estado.
Aunque también por chambas más pacíficas
como (2) titular estatal de educación, agricultura y desarrollo social, amen de
(3) cargos de elección como alcalde de Pachuca, diputado, senador y, por todo
ello, (4) aspirante naturalito a la gubernatura.
Como legislador, el 22 de octubre presentó una
Iniciativa con Proyecto de Decreto por la cuál se habría de expedir la
denominada Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Informáticos.
La idea formal sería combatir abusos como
el ciberbullying, aunque en boca de representantes opositores, profesionales de
la comunicación, analistas políticos y en las propias redes, muy pronto mereció
el rudo epíteto de “Ley Mordaza”.
El común de las trincheras respondió que el
proyecto podría eventualmente ser empleado como parapeto jurídico para ejercer
la censura.
Expertos han añadido que la propuesta
estaría mal redactada y podría resultar violatoria al ejercicio informativo y (ojo)
a la privacidad.
Y bueno, mostrando buenos reflejos, el
propio FAYAD sacó rápidamente su castaña del fuego y anunció la decisión de
retirar su iniciativa.
Aunque también ratificó la intención (si
fuera necesario, enfatizó, “partiendo de cero”) para prevenir y combatir
conductas criminales en la red electrónica.
“Se rajó”, editorializó PEPE CÁRDENAS en su
columna de EXCELSIOR este martes.
FOROS
REBASADOS
Ello, en un medio donde predomina algo más
que libertad. El amplio margen de acceso anónimo a foros de alto tráfico permite
exuberancias de todo tipo, desde pleitos de cantina hasta mensajes delictivos.
Incluso en portales periodísticos, la idea
misma de otorgar al lector un espacio contiguo (regularmente al calce) de sus notas
informativas y escritos editoriales se ha desvirtuado a tal extremo que dichos foros
hoy lucen rebosantes de insultos y amenazas contra redactores y columnistas… ¡En
el órgano mismo donde colaboran!
Internet es espacio privilegiado para la
expresión generosa de la ciencia, las letras y las artes, pero también es
utilizada por cárteles de la droga, redes de terrorismo islámico y bandas de
pornografía infantil.
Alguna vez me topé con un portal español
dirigido al público adolescente donde se obsequiaban recetas para producir estupefacientes
caseros, haciendo de paso apología del crimen y presentando como héroes a los autores
de las recurrentes masacres en escuelas norteamericanas.
SEGUIMIENTO
PUNTUAL
Año con año, organizaciones no
gubernamentales vienen presentando un reporte específico del estado que guarda
en cada país la libertad de expresión vía Internet.
De ello suele desprenderse una lista negra
de naciones donde este derecho se encuentra severamente restringido o, de plano,
cancelado.
Suelen figurar antiguos y nuevos regímenes
socialistas (de China a Venezuela), gorilatos africanos y también estados
teocráticos donde la ley islámica aspira al control totalitario de la vida
pública y privada.
Discusión de doble filo, ¿Cuáles serían,
pues, los enemigos de Internet, quienes buscan combatir sus abusos o quienes
los perpetran?
Por eso la desconfianza hacia la iniciativa
de OMAR FAYAD, pues emanó de un escritorio y no del consenso previo, lo cuál
hace temer un propósito coercitivo, por bien intencionada que sea o parezca.
Acaso lo más rescatable de este episodio
(por ahora, fallido) sea la convicción de que el problema debe discutirse en un
marco plural y con una perspectiva multidisciplinaria, antes (mucho antes) de emplazar
las armas para su combate.