miércoles, 4 de noviembre de 2015

Enemigos de Internet

Cd. Victoria.- Priísta, al senador hidalguense OMAR FAYAD se le conoce en paralelo por su condición de (1) abogado con carrera policiaca, pues ya fue comisionado de la Policía Federal y Procurador en su estado.
Aunque también por chambas más pacíficas como (2) titular estatal de educación, agricultura y desarrollo social, amen de (3) cargos de elección como alcalde de Pachuca, diputado, senador y, por todo ello, (4) aspirante naturalito a la gubernatura.
Como legislador, el 22 de octubre presentó una Iniciativa con Proyecto de Decreto por la cuál se habría de expedir la denominada Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Informáticos.
La idea formal sería combatir abusos como el ciberbullying, aunque en boca de representantes opositores, profesionales de la comunicación, analistas políticos y en las propias redes, muy pronto mereció el rudo epíteto de “Ley Mordaza”.
El común de las trincheras respondió que el proyecto podría eventualmente ser empleado como parapeto jurídico para ejercer la censura.
Expertos han añadido que la propuesta estaría mal redactada y podría resultar violatoria al ejercicio informativo y (ojo) a la privacidad.
Y bueno, mostrando buenos reflejos, el propio FAYAD sacó rápidamente su castaña del fuego y anunció la decisión de retirar su iniciativa.
Aunque también ratificó la intención (si fuera necesario, enfatizó, “partiendo de cero”) para prevenir y combatir conductas criminales en la red electrónica.
“Se rajó”, editorializó PEPE CÁRDENAS en su columna de EXCELSIOR este martes.

FOROS REBASADOS
Ello, en un medio donde predomina algo más que libertad. El amplio margen de acceso anónimo a foros de alto tráfico permite exuberancias de todo tipo, desde pleitos de cantina hasta mensajes delictivos.
Incluso en portales periodísticos, la idea misma de otorgar al lector un espacio contiguo (regularmente al calce) de sus notas informativas y escritos editoriales se ha desvirtuado a tal extremo que dichos foros hoy lucen rebosantes de insultos y amenazas contra redactores y columnistas… ¡En el órgano mismo donde colaboran!
Internet es espacio privilegiado para la expresión generosa de la ciencia, las letras y las artes, pero también es utilizada por cárteles de la droga, redes de terrorismo islámico y bandas de pornografía infantil.
Alguna vez me topé con un portal español dirigido al público adolescente donde se obsequiaban recetas para producir estupefacientes caseros, haciendo de paso apología del crimen y presentando como héroes a los autores de las recurrentes masacres en escuelas norteamericanas.

SEGUIMIENTO PUNTUAL
Año con año, organizaciones no gubernamentales vienen presentando un reporte específico del estado que guarda en cada país la libertad de expresión vía Internet.
De ello suele desprenderse una lista negra de naciones donde este derecho se encuentra severamente restringido o, de plano, cancelado.
Suelen figurar antiguos y nuevos regímenes socialistas (de China a Venezuela), gorilatos africanos y también estados teocráticos donde la ley islámica aspira al control totalitario de la vida pública y privada.
Discusión de doble filo, ¿Cuáles serían, pues, los enemigos de Internet, quienes buscan combatir sus abusos o quienes los perpetran?
Por eso la desconfianza hacia la iniciativa de OMAR FAYAD, pues emanó de un escritorio y no del consenso previo, lo cuál hace temer un propósito coercitivo, por bien intencionada que sea o parezca.
Acaso lo más rescatable de este episodio (por ahora, fallido) sea la convicción de que el problema debe discutirse en un marco plural y con una perspectiva multidisciplinaria, antes (mucho antes) de emplazar las armas para su combate.