miércoles, 28 de octubre de 2015

Sustentar lo dicho

Cd. Victoria.- Por el bien de la transparencia, la sana competencia y hasta del buen entendimiento entre autoridades de distintos partidos, la alcaldesa de Matamoros LETICIA SALAZAR tiene no solo la responsabilidad moral sino (sobre todo) la obligación legal de acudir como de rayo al AMP más cercano y denunciar lo que sepa (poco o mucho) sobre los presuntos acuerdos económicos entre sus antecesores priístas y la delincuencia organizada.
Ello, sin importar el origen de la información que dice tener, si son datos fidedignos o solamente versiones “de oídas”, si son testigos de calidad o simples soplones, puesto que se trata de un reiterado daño contra la hacienda municipal, nada menos que entre 20 y 25 millones de pesos mensuales.
Cabe pensar que si la dama pudo precisar el monto de dichos pagos es porque detectó los faltantes en las cuentas del ayuntamiento, los agujeros presupuestales sin justificación real pero con responsables directos (nombres y apellidos) que habrían autorizado y despachado tales erogaciones.
Y mire usted, el llamado “derecho de piso” inflingido a diversas instituciones municipales constituye una práctica bien identificada que cobró notoriedad en entidades como Michoacán y Guerrero durante la segunda mitad del calderonato y al arranque del actual gobierno peñista.
Sin embargo, por su gravedad misma, cualquier señalamiento al respecto exige el compromiso serio de ser presentado con el debido sustento y ante las instancias correspondientes.

HISTORIAS DE FANTASMAS
Nada malo hay, pues, en que dicho caso se ventile como nota principal de un prestigiado diario de circulación nacional como, sin duda, lo es EXCELSIOR.
Aunque la primera obligación de cualquier ciudadano que conozca de un probable delito es hacerlo saber a la autoridad competente.
De otra manera tenderíamos a pensar que se trata de otro (uno más) de los argüendes mediáticos a los que nos tiene acostumbrados LETICIA y en los que recae de manera lastimosa, recurrente, con más pena que gloria, desde que llegó a la oficina principal de la calle Sexta.
Lo cuál va desde sembrar pánico entre sus gobernados a través de redes sociales, hasta rodearse de una fuerza policial espuria que en realidad funciona como pandilla de guardaespaldas y renombrar a Playa Bagdad con sus colores partidistas, al tiempo que invoca la ayuda sobrenatural en calidad de inspiración perenne.

DESVIAR LA CULPA
Y estamos hablando del mismo grupo “Hércules” al que la señora RAQUEL ALVARADO culpa del secuestro y asesinato de sus tres hijos, ERICA, ALEX y JOSÉ ANGEL, en octubre de 2014, hace un año.
Al inicio de la presente semana, los familiares de las víctimas reportaron haber recibido amenazas telefónicas que les exigen abandonar el caso.
Es, precisamente, en el contexto de este primer aniversario cuando la presidenta municipal lanza su nuevo obús, el de los pagos multimillonarios, involucrando al partido opuesto, así nomás por el puro gusto de aventar carne a los leones.
Al final del día, lo que subsiste es el dolor de doña RAQUEL y la impunidad que aún encubre a los uniformados locales, responsables del “levantón” sufrido por los tres jóvenes posteriormente hallados muertos y con rastros de tortura.
La insensatez ha llegado a tal extremo que, siendo LETY oradora estrella durante la presentación en sociedad del grupo “Hércules” (aquel recordado día, cuando estrenó disfraz de boina y camuflaje) luego declararía con escalofriante frescura ante los medios nacionales que tal engendro institucional no existe.
Le quedaba, por cierto, nadando el uniforme, como a FELIPE CALDERÓN la casaca militar. Complexiones, ambas, un tanto enclenques para portar esas galas.