Cd.
Victoria.- Haciendo acopio de memoria y números,
conozco al periodista JOSÉ INES FIGUEROA VITELA desde hace por lo menos 25
años. Caso excepcional, jamás lo he visto enojado ni fuera de sus casillas.
Nunca.
Tampoco es alguien que insulte, riña o haga
un uso atrabiliario de su condición periodística. Comparte con su esposa, la
también reportera DORITA DE LA CRUZ, el talante parco y calmo de quienes
ejercen el oficio con educación, sencillez, responsabilidad y sin mayores
aspavientos.
Por eso llama la atención verlo de pronto
esposado y rodeado de policías afuera de un evento de mera rutina organizado este
lunes por el partido Nueva Alianza en el Poliforum de esta capital.
Recibió INÉS trato de delincuente por el sólo
hecho de cumplir con los deberes de su profesión sin portar gafete.
Y ojo con esto, en un acto donde lo que más
abundaba eran reporteros entrando y saliendo sin identificación.
Incluso pudo haber pasado como un asistente
más (¡Era un evento público!) sin necesidad de mostrar credencial alguna.
DESLINDE
NECESARIO
Cabe entonces la muy sentida querella
contra dos instancias directamente responsables de esta arbitrariedad. Por
principio, a los mandriles al servicio del profesor RAFAEL MÉNDEZ SALAS quienes,
sin ser autoridad, se abrogaron el control de un inmueble gubernamental.
Y, desde luego, a los policías estatales
que con una ausencia total de criterio le siguieron el juego al equipo de
MÉNDEZ, sin ver el daño que hacen a la institución que les ha dado arma, placa,
uniforme y sueldo.
Olvidan los policías para quien trabajan,
olvidan quienes son sus jefes, olvidan que la autoridad a la cuál deben
obedecer está en la Secretaría de Seguridad Pública y jamás en la sección 30
magisterial.
¿Quien no conoce a Dios a cualquier barbón
se le hinca?
Es una reverenda idiotez que los agentes
involucrados hayan aceptado recibir órdenes de un líder sindical o (peor
todavía) de oscuros guaruras que (al parecer) tienen pleito cazado con los periodistas.
Ya llevan varias.
Y bueno, habiendo tanto profesor holgazán
en la sección 30, lo menos que podríamos pedirle al tal MÉNDEZ es que tenga a
bien disponer de los enlaces de prensa pertinentes para darle nivel y
respetabilidad al trato cotidiano con los medios. Lo cuál de alguna manera
tiene que ver con eso que llaman relaciones públicas.
Necesario es decir que la oportuna
intervención del diputado local HERIBERTO RUIZ TIJERINA evitó que las cosas
pasaran a mayores.
Sin embargo el agravio queda y espera
respuesta.
MÁS PRONTO CAE…
Y, bueno, a propósito de las dudas que en
medios y redes suscita la figura de JAIME RODRÍGUEZ, El Bronco, el exreportero
de Proceso, hoy columnista y conductor de Milenio CARLOS PUIG nos ofrece un
detalle estremecedor en su columna de este lunes.
Resulta que el nuevo titular de Seguridad
Pública en Nuevo León es nada menos que el general en retiro CUAUHTÉMOC ANTÚNEZ,
el mismo que en marzo de 2010 era jefe en la zona militar de donde partieron
los soldados que mataron a dos estudiantes del ITESM.
Elementos del Ejército que luego alteraron
la escena del crimen, movieron los cuerpos y añadieron armas para que las víctimas
parecieran delincuentes. A cinco años de lo ocurrido, el caso sigue impune.
Importa señalar esta temprana disparidad
entre el decir y el hacer del gobernante vaquero, hoy que muchos despistados
fantasean con la idea de que haya más Broncos en estados vecinos o, incluso, en
camino a Palacio Nacional.
En Tamaulipas no han faltado, por cierto,
imitadores urgidos en tomarse la foto con el personaje de moda, a pié y en
caballo, de sonrisa impúdica y sombrero maltrecho buscando su bendición.
Oiga usted, si el original es malo, imagínese
sus clones.