lunes, 12 de octubre de 2015

Narcisismo, botín

Cd. Victoria.- Siendo el más sólido aspirante opositor a la gubernatura de Tamaulipas, el reynosense PACO CABEZA podría acaso convertirse en el principal beneficiario de la guerra fraticida que hoy se expande al interior del PRI.
Aquí, como en muchos ámbitos, nadie sabe para quien trabaja. Hay demasiado dinero rodando en rutas tan diversas que cuando esta primera etapa acabe y el partido tricolor tenga (por fin) candidato formal, quedará una cantidad preocupante de muchedumbres sin dueño, multitudes alzadas y operadores ociosos en línea franca de combate.
Gente alebrestada y en calidad de disponible para la causa o membrete que tenga a bien reclutarla. Activos políticos sin fidelidad precisa ni mayor lealtad que la avidez de poder.
Y también la necesidad concreta de recuperar tiempo, dinero y esfuerzo malogrados en el puñado de aspirantes que para entonces serán perdedores.
En efecto, muchos son los alborotados pero (necesario es insistir) gubernatura sólo hay una. Una vez que el partido tricolor, sectores y organizaciones, tengan a bien anunciar con voz de trompeta la candidatura definitiva, será inevitable una operación cicatriz de dimensiones megalíticas.
Días de alternancia los nuestros, la fuga de adeptos no solamente es opción (“Plan B”) sino, incluso, lucrativo negocio. Tan lo saben los partiditos opositores que a estas alturas tienen ya sus redes listas y amarradas para capturar el mayor número de inconformes.

TOSCO DERROCHE
Y aludo al señor CABEZA como podría referirme a CANTUROSAS, o incluso a GUSTAVO CÁRDENAS. En distinta medida, todos tienen experiencia en pepenar, reciclar y capitalizar los activos que se le caen de la mesa al PRI.
Díganlo si no, las inconformidades del tricolor con las que GUSTAVO constituyó aquel núcleo duro que le permitió ganar el único cargo de mayoría que ostenta en su currícula, la alcaldía cueruda en 1992.
Como también resulta innegable que, siendo panista, PACO CABEZA conquistó la presidencia de Reynosa en 2004 reciclando activos del priísta OSCAR LUEBBERT que habían quedado sueltos tras perder este último la carrera por la gubernatura.
No obstante, nada de ello se compara con lo que podría ocurrir en la presente contienda 2015-2016, donde se han derrochado millones de pesos (¿Alguien en los medios se anima a calcularlo?) en anuncios espectaculares, cargas de caballería, comelitonas descomunales, costoso ruido mediático y colorida folletería que ya se cuenta en cientos de miles, para su reparto por todo el Estado.
Se escucha cruel pero todo esto será basura en breve. O acaso ya lo sea si consideramos la orfandad, la ausencia de contenidos que debieran referirnos al arte de gobernar, a diagnósticos y propuestas.
Hasta ahora, salvo contadas excepciones, todo parece reducirse al puro y llano culto a la personalidad, a una competencia narcisista más cercana a las frivolidades del showbiz que al buen manejo de la hacienda pública.

LA PUJA JANAMBRE
Ejemplo aldeano, la sonrisa del millón de dólares que caracteriza desde hace algunos lustros al extitular de finanzas OSCAR ALMARAZ no debiera bastar, ni ser imán de taquilla suficiente para alcanzar el sillón de ALEJANDRO ETIENNE.
Por fuerza, el gobernar debe ser algo más que hablar largas horas de sí mismo, inflado el pecho, sanguíneo el rostro, mirada al firmamento y voz premonitoria, entre copiosas frases de autoayuda.
Sin diagnóstico riguroso ni propuestas claras, el intento se reduce al desplante hueco y se expresa en trucos de utilería.

Nuestro país, por desgracia, seguirá estancado en su adolescencia electoral mientras sea la devoción por la imagen y no la fuerza del razonamiento el verdadero fiel de la balanza.