Cd.
Victoria.- Siendo el más sólido aspirante opositor
a la gubernatura de Tamaulipas, el reynosense PACO CABEZA podría acaso convertirse
en el principal beneficiario de la guerra fraticida que hoy se expande al
interior del PRI.
Aquí, como en muchos ámbitos, nadie sabe
para quien trabaja. Hay demasiado dinero rodando en rutas tan diversas que
cuando esta primera etapa acabe y el partido tricolor tenga (por fin) candidato
formal, quedará una cantidad preocupante de muchedumbres sin dueño, multitudes alzadas
y operadores ociosos en línea franca de combate.
Gente alebrestada y en calidad de
disponible para la causa o membrete que tenga a bien reclutarla. Activos políticos
sin fidelidad precisa ni mayor lealtad que la avidez de poder.
Y también la necesidad concreta de
recuperar tiempo, dinero y esfuerzo malogrados en el puñado de aspirantes que
para entonces serán perdedores.
En efecto, muchos son los alborotados pero
(necesario es insistir) gubernatura sólo hay una. Una vez que el partido
tricolor, sectores y organizaciones, tengan a bien anunciar con voz de trompeta
la candidatura definitiva, será inevitable una operación cicatriz de
dimensiones megalíticas.
Días de alternancia los nuestros, la fuga
de adeptos no solamente es opción (“Plan B”) sino, incluso, lucrativo negocio.
Tan lo saben los partiditos opositores que a estas alturas tienen ya sus redes listas
y amarradas para capturar el mayor número de inconformes.
TOSCO
DERROCHE
Y aludo al señor CABEZA como podría
referirme a CANTUROSAS, o incluso a GUSTAVO CÁRDENAS. En distinta medida, todos
tienen experiencia en pepenar, reciclar y capitalizar los activos que se le
caen de la mesa al PRI.
Díganlo si no, las inconformidades del
tricolor con las que GUSTAVO constituyó aquel núcleo duro que le permitió ganar
el único cargo de mayoría que ostenta en su currícula, la alcaldía cueruda en
1992.
Como también resulta innegable que, siendo
panista, PACO CABEZA conquistó la presidencia de Reynosa en 2004 reciclando
activos del priísta OSCAR LUEBBERT que habían quedado sueltos tras perder este
último la carrera por la gubernatura.
No obstante, nada de ello se compara con lo
que podría ocurrir en la presente contienda 2015-2016, donde se han derrochado millones
de pesos (¿Alguien en los medios se anima a calcularlo?) en anuncios
espectaculares, cargas de caballería, comelitonas descomunales, costoso ruido
mediático y colorida folletería que ya se cuenta en cientos de miles, para su
reparto por todo el Estado.
Se escucha cruel pero todo esto será basura
en breve. O acaso ya lo sea si consideramos la orfandad, la ausencia de
contenidos que debieran referirnos al arte de gobernar, a diagnósticos y
propuestas.
Hasta ahora, salvo contadas excepciones,
todo parece reducirse al puro y llano culto a la personalidad, a una
competencia narcisista más cercana a las frivolidades del showbiz que al buen
manejo de la hacienda pública.
LA
PUJA JANAMBRE
Ejemplo aldeano, la sonrisa del millón de
dólares que caracteriza desde hace algunos lustros al extitular de finanzas
OSCAR ALMARAZ no debiera bastar, ni ser imán de taquilla suficiente para
alcanzar el sillón de ALEJANDRO ETIENNE.
Por fuerza, el gobernar debe ser algo más que
hablar largas horas de sí mismo, inflado el pecho, sanguíneo el rostro, mirada al
firmamento y voz premonitoria, entre copiosas frases de autoayuda.
Sin diagnóstico riguroso ni propuestas
claras, el intento se reduce al desplante hueco y se expresa en trucos de utilería.
Nuestro país, por desgracia, seguirá estancado
en su adolescencia electoral mientras sea la devoción por la imagen y no la
fuerza del razonamiento el verdadero fiel de la balanza.