jueves, 2 de febrero de 2012
Puñalada a la medida
Cd. Victoria, Tam.- En vísperas del segundo y último debate sostenido por los tres aspirantes panistas a la Presidencia de la República, se esparció a través de Internet el audio de una llamada telefónica donde JOSEFINA VAZQUEZ MOTA se quejaba de las malas maneras empleadas contra ella por su contrincante ERNESTO CORDERO.
Entre otras bajezas lo acusó de emplear la agresión verbal, atacarla “de manera rastrera” y comportarse con ella como “un patán”.
Y, en efecto, amen de su obvia falta de tacto y sensibilidad política, quizás lo que más trastorna a CORDERO es la sensación de fracaso, el que su campaña no prenda pese a ser el precandidato más cercano al presidente.
Desde luego, su principal preocupación, el blanco de todas sus animosidades es JOSEFINA.
En el debate de este martes las cosas llegaron más lejos pues CORDERO traía por ahí bien guardadito un señalamiento destinado a sacudir todavía con mayor severidad a su contrincante.
Oportunamente documentado, el ex-secretario de Hacienda aborda el tema de la transparencia para de ahí alzar su queja contra el faltismo de los diputados a las sesiones del congreso, citando un periodo concreto, de febrero a abril del 2011.
Cito textual: “donde la diputada VAZQUEZ MOTA fue la que menos asistencia tuvo en las votaciones de los 500 diputados”, pues “asistió únicamente al 6% de las votaciones en este periodo”.
La acusación es, desde luego, grave porque revela un aspecto inesperado de JOSEFINA. El que, pese a su imagen de corrección y congruencia, le afloren las malas mañas de la vieja clase política nacional, el ausentismo en grado extremo, propio de quien dedica más tiempo a la grilla que a legislar.
En su siguiente turno al micrófono, la señora no respondió, se limitó a ponderar los avances de los gobiernos panistas, sin salirse un gramo de la exposición temática previamente ensayada.
Ninguna referencia al planteamiento de su detractor.
Pero la charla continuó y en la siguiente ronda de intervenciones CORDERO regresó al tema de manera decidida:
-“Reitero mi pregunta a JOSEFINA: ¿Cómo es posible que en el primer semestre del 2011, de un total de 134 votaciones, la diputada VAZQUEZ MOTA estuvo ausente en 126, únicamente estuvo presente en 8?”
Para agregar:
-“Le repito, de los 500 diputados, es la que más se ausentó a la hora de votar iniciativas y estoy hablando de iniciativas importantes, iniciativas como la expedición de la ley general para prevenir y sancionar los delitos en materia de secuestros, la ley federal de competencia económica, la ley de migración, en fin, iniciativas que son importantes para el país y a mí si me gustaría saber por que se ausentó con tanta frecuencia.”
Dada la insistencia, JOSEFINA se vio forzada a tocar el asunto, pero lo hizo de ladito, a regañadientes, sin muchas ganas y con economía de tiempo.
No mirando a CORDERO sino a la cámara, dijo:
-“Bueno, podría decir sin duda que del 100 por ciento de las sesiones del Congreso donde tuve el gran privilegio de coordinar mi bancada, participé en estas sesiones en más del 85 o el 90 por ciento.”
¡Esa fue toda su contestación!... Es decir, no respondió y ello le dio a CORDERO tema para volver a la carga por tercera ocasión:
-“En virtud de que no recibí respuesta, voy a dar un poco más de información. De los diputados con menor participación en las votaciones en el periodo de febrero a abril del 2011, en el último lugar aparece la diputada VAZQUEZ MOTA con 6 por ciento de la participación… repito: 6 por ciento… le sigue el diputado JORGE ANTONIO KAHWAGI, con 15 por ciento… resulta que KAHWAGI tuvo el doble de la participación en las votaciones que la diputada VAZQUEZ MOTA…”
La aludida volvió a guardar silencio. El golpe estaba dado de manera alevosa, en efecto, pero con lujo de puntería.
Se diría que la estocada penetró en blandito, por ese hueco detectado entre la JOSEFINA real y la JOSEFINA aparente, entre la persona que ella dice ser y la que es realmente. Fue una puñalada a la medida.