martes, 28 de febrero de 2012

La traición de Fox


Cd. Victoria, Tam.- Panista nunca fue VICENTE FOX, al menos en el significado clásico del término, entendido este como militante sincero y entregado a la causa, doctrina, valores, ideales, prácticas y principios sembrados por aquel grupo de intelectuales nacionalistas, demócratas, clasemedieros y (a su manera) liberales que encabezó MANUEL GÓMEZ MORIN en 1939.
En sentido estricto, FOX pertenece al grupo de opositores circunstanciales, hacendados ricachones agraviados por las medidas populistas de LUIS ECHEVERRÍA y JOSE LOPEZ PORTILLO.
Empresarios antes avenidos al feliz contubernio con los gobiernos del PRI y que ya mayorcitos deciden buscar mejores aires en un partido de oposición, apoderándose de las siglas albiazules.
Quienes escribíamos desde aquellos lejanos años ochentas recordamos con claridad el epíteto “neopanista”, utilizado en referencia a señores como FOX o CANALES CLARIOND.
Convertido VICENTE en candidato y luego en Presidente, poco o nada había en sus hechos y palabras que nos recordase a GOMEZ MORIN, GONZALEZ MORFIN o CHRISTLIEB IBARROLA.
El puñado de fórmulas económicas con que ascendió FOX al poder parecía más emparentado con los recetarios neoliberales de LUIS PAZOS que con el humanismo panista original.
Al propio GOMEZ MORIN le hubiera desconcertado (acaso asqueado) ese juego perverso que ligó el destino de FOX con las ambiciones de una dirigente truculenta, símbolo y encarnación de los peores vicios sindicales del país como es ELBA ESTHER GORDILLO.
Por eso hoy, que en calidad de ex-mandatario VICENTE empieza a cargarse a favor de ENRIQUE PEÑA NIETO, vale la pena precisar los términos de esa fidelidad partidista que en FOX siempre estuvo en duda.
En el fondo su única lealtad comprobable es hacia el poder mismo. Y esto lo demostró desde sus épocas como gobernador de Guanajuato cuando catapultó sus aspiraciones presidenciales sin permitir mayores opciones.
Se ganó la candidatura de facto en 1999 por la vía del posicionamiento mediático, las encuestas y el rating, hacia lo cuál siempre estuvo avocado con certeza fría de mercadotecnista, vendedor (al fin y al cabo) de refrescos embotellados.
Su así denominado centro de estudios es reflejo fiel de ese pragmatismo que lo mismo recibe a próceres de la falange española que a pregoneros del neoliberalismo americano, autores de autoayuda (tan caros al gusto de la señora SAHAGUN) o abre sus puertas a la “buena vibra” del DALAI LAMA.
Observadores de prensa consignan que también han pasado por ahí personajes como los hermanos MOREIRA VALDEZ (RUBEN y HUMBERTO).
Todo cabe en su pragmatismo menos la congruencia. Esto explica por qué ahora, cuando su “gallo” SANTIAGO CREEL ha sucumbido de nueva cuenta en sus aspiraciones presidenciales, FOX no oculte el deseo de irse a la “cargada” con quien piensa que puede ganar.
Y no hay mucha ideología de por medio en un hombre como VICENTE cuya concepción de la política es muy cercana al espíritu deportivo. Le apuesta al que va adelante y punto.
Se sabe que en estos cinco años y medio de vida en la banca no ha dejado de cabildear con un ramillete amplio de poderes locales y regionales, sin distingo de partidos. La fragancia del presupuesto, al margen de cualquier ideología.
Porfiado, ha querido tocar la puerta en tierras gobernadas por el partido tricolor entre los ríos Pánuco y Bravo. No ha encontrado respuesta, ni tiene por qué encontrarla. Ni siquiera le toman la llamada.
Los devaneos de FOX con causas distintas a las de su partido lo acercan brutalmente al espíritu mercenario de la señora GORDILLO, expulsada del PRI precisamente por eso, por engordar visiblemente banderas contrarias.
Cabe hacer la proyección a julio próximo y preguntarnos que ocurrirá con la relación entre FOX y CALDERON, en particular ante un escenario donde JOSEFINA fuera derrotada.
Viviríamos de nuevo el pandemónium aquel que protagonizaron SALINAS y ZEDILLO en los noventas. Acaso peor.