Cd.
Victoria, Tam. – Aún se recuerdan aquellas
palabras de JESÚS MARÍA cuando pidió licencia como diputado para buscar la
alcaldía de Reynosa, por el partido albiazul.
Seguro estaba de lograrlo, creyó ver
señales en lo alto que lo ubicaban así, predestinado al cargo que hoy ocupa
MAKI ORTIZ y para el cuál la jefa edilicia enfrentaría alguna suerte de veto
por su polémico desempeño.
Cabalgaba, pues, CHUMA MORENO, sobre penco
ganador, se congratulaban sus íntimos, los lejanos se volvían cercanos, entorno
gozoso el suyo, triunfal la sonrisa.
Pero la sabiduría popular tiene en sus
reservas enseñanzas útiles. Como aquella de que “no por mucho madrugar”, o
bien, “del plato a la boca”, entre otras.
Sobre el voluntarismo impera el contexto.
En un entorno competitivo, el interés individual pasa siempre por la prueba del
ácido. Los números fríos, la estadística de precampañas y de intercampañas.
Y en ello CHUMA salió raspado. Dicho en
palabras del profeta macuspano, lo cepillaron. Y no personas concretas sino la vida
misma, las variables que determinan un proceso selectivo.
Popularidad, arraigo y (sobre todo) la
prospectiva basada en los posibles rivales que deberá enfrentar. La
consistencia y proyección de sus adversarios.
Aquí es donde el hombre perdió piso. Se
diría incluso que su ruidoso traspiés va más allá de las variables regionales o
los talentos personales.
Tiene que ver con la competencia
nacional, donde la causa de MORENA parece haber alcanzado (así sea temporalmente)
el añejo mote de “aplanadora partidista”.
¿Por cuánto tiempo?, no lo sabemos. Al menos,
en la elección de julio próximo, aunque ello resulte suficiente para marcar
derroteros a las decisiones locales.
Si el membrete de AMLO amenaza hoy con impregnar
a las urnas vecinas (diputados, senadores, alcaldes) es variable que pesa y habrá
que tomarla en cuenta.
Ocurre que en redes hoy día comparan al
tabasqueño con el viejo marino genovés CRISTOBAL COLÓN. A todo mundo embarca.
Y ello sin importar si son opuestos
ideológicos, tránsfugas de la “mafia del poder” o carne de prisión. Por regla,
ANDRES MANUEL los trepa en montón.
Está convencido de que su autoridad
moral servirá de engrudo, de alquímico solvente acaso, para equiparar, igualar,
homologar a tirios y troyanos en su proyecto de país.
Autoridad cuestionable, por cierto. Pero
suponiendo (sin conceder) que así fuera el caso, la duda persiste en torno a
las astucias que deberá poner en juego al amalgamar sustancias tan disímbolas.
Por citar ejemplos, cuál sería la fórmula
para que hicieran equipo naturalezas opuestas como la de TATIANA CLOUTHIER y NAPOLEÓN
GOMEZ URRUTIA, el foxista ALFONSO ROMO y el chavista FERNÁNDEZ NOROÑA.
O bien, el exdirigente albiazul GERMÁN
MARTÍNEZ CÁZARES y ALBERTO ANAYA, jefe del PT y admirador confeso del sátrapa
norcoreano KIM JONG UN.
Amén de fauna diversa sin ideología visible,
como el exfutbolista CUAUHTEMOC BLANCO, la comunicadora LILLY TELLEZ y los
divos telenoveleros OMAR FIERRO y SERGIO MAYER.
¿Tienen algo en común ELENITA PONIATOWSKA
y CARLOS BONAVIDES, el inefable “Güicho” DOMINGUEZ?
Acaso de aquí derive la preocupación central
del aparato panista en Tamaulipas. El que MORENA irrumpa en el escenario
político estatal con disposición abierta de reclutar, sin distingos, a quien se
acerque y pida abrigo.
Damnificados del geñismo, huérfanos del
tomasismo, náufragos del cavacismo, americanistas, manotuistas, panistas
resentidos, profesores inconformes, burocracia hostil y hasta “gente de
respeto” que ambicione mayores privilegios.
Puntual llegó el correctivo
instrumentado en Reynosa. Declina CHUMA, compite MAKI. No está el horno para
bollos, o (como decía un exgobernador del PRI) si han de ensuciar, que lo hagan
de adentro para afuera y no de afuera para adentro.
Al respecto, falta mucho por ver.