viernes, 2 de marzo de 2018

Detonando Burgos


Cd. Victoria, Tam. – En la capital del país, el gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA presidió este jueves junto al Secretario de Energía PEDRO JOAQUÍN COLDWELL, el lanzamiento formal de la nueva (y diversificada) licitación para explorar y extraer hidrocarburos en la región de Burgos, Tamaulipas. La llamada “Ronda 3”.
Tiene especial interés el que la riqueza potencial de nuestro subsuelo combine los dos tipos conocidos de hidrocarburos, convencionales y no convencionales.
Si usted me pregunta cuál es la diferencia, le diré que son la misma cosa: petróleo y gas, en uno y en otro caso.
Lo que cambia es dónde se encuentran ubicados, en qué tipo de cavidades subterráneas, porque ello marca una modificación importante, sustantiva, tajante, en la manera de extraerlo, costos y riesgos.
Los convencionales se encuentran albergados en roca porosa y permeable, de donde pueden fluir libremente hasta la superficie una vez que se perfora.
Huelga decir que (aplicando la ley del mínimo esfuerzo) este ha sido el modelo preferido por dicha industria, desde que el coronel neoyorquino EDWIN DRAKE excavó el primer pozo petrolero de la historia, en el condado de Crawford, Pensilvania, un día de 1859.
En contraste, los hidrocarburos no convencionales serían aquellos que (existiendo también en abundancia) no pueden ser extraídos con la tecnología tradicional, porque se encuentran confinados en oquedades de roca muy duras y compactas.
En este segundo caso, no basta agujerar. Es necesario “estimular” la salida de gas y petróleo mediante fracturación a gran escala del nicho, inyectando agua a presión, mezclada con arena y aditivos químicos. Le llaman “fracking”.
Y aunque el procedimiento se conoce desde principios del siglo XIX y extendió su empleo a mediados del XX, su aplicación se disparó hasta los años noventa, tras lograrse una exploración exitosa en la cuenca de Forth Worth, Texas. Lo cuál marca un antes y un después en el desarrollo de las exploraciones no convencionales.
Método polémico al que grupos ambientalistas no han dudado en etiquetar como contaminante del subsuelo, tóxico por el gas metano que libera a la atmósfera y dañino para la salud de la población aledaña.
Sin embargo, instituciones públicas y privadas involucradas en dicha industria han respondido al reto de los ecologistas amortiguando el efecto nativo y promoviendo fuentes alternas de energía, como los cada día más numerosos parques eólicos.
En paralelo, automotores híbridos y eléctricos han empezado a desplazar a los de gasolina y diésel. La energía solar se está trasladando de la industria a los hogares.
Para Tamaulipas el desarrollo en la Cuenca de Burgos ofrece una perspectiva interesante en el corto y mediano plazos. Inversión cuantiosa y generación de empleos, con todo su efecto multiplicador.
La convocatoria dada a conocer por PEDRO JOAQUÍN describe “9 bloques de exploración y extracción” en una superficie “de 2 mil 704 km2.”
Ello, con un potencial de 53 millones de barriles en recursos convencionales y 1,162 millones de barriles en reservorios no convencionales.
El propio gobernador CABEZA DE VACA calculó la llegada de 2 mil millones de dólares, 23 mil empleos directos e indirectos y la consecuente detonación de los sectores alimenticio, minero, manufacturero, hotelero y de la construcción.
Los contratos de licencia serán adjudicados el próximo 5 de septiembre. La prensa especializada ha señalado que el renglón de excavaciones no convencionales representa el sueño de compañías americanas que ya operan en territorio contiguo, al otro lado de la frontera.
Los propósitos más amplios, explica la SENER, son fortalecer la seguridad energética, revertir la tendencia a la baja en la producción de hidrocarburos y fomentar las energías limpias. Suena bien, falta que cumplan.