Cd.
Victoria, Tam. – Presentes este
domingo en el registro de RICARDO ANAYA ante el INE, se reportaron 6 de los 16
gobernadores comprendidos en la geografía de la coalición “Por México al Frente”.
Entre ellos dos albiazules como son el
tamaulipeco FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA y MIGUEL MÁRQUEZ de Guanajuato. Dos
más que llegaron por el Sol Azteca, el capitalino MIGUEL MANCERA y el tabasqueño
ARTURO NÚÑEZ.
Y otro par con gobiernos de coalición, ANTONIO
ECHEVARRÍA de Nayarit y KIKO VEGA de Baja California. A lo cual habría que
sumar la presencia virtual de quienes enviaron representante y saludo en video.
En este grupo entrarían JAVIER CORRAL, de
Chihuahua; JOSÉ ROSAS AISPURO, de Durango; MIGUEL YUNES, de Veracruz y CARLOS
MENDOZA, de Baja California Sur.
Además de tres centenares de invitados
que convirtieron el protocolo en un mitin bien puesto, incluyendo carpa y
templete.
Entre ellos, los tres dirigentes
nacionales del PAN, PRD y MC, DAMIÁN ZEPEDA, MANUEL GRANADOS y DANTE DELGADO, así
como los inefables “chuchos”, ORTEGA y ZAMBRANO.
El plazo para el registro cierra el
próximo domingo 18. La siguiente escala será el jueves 29, una vez que el INE,
en sesión especial, otorgue (o no) validez a los aspirantes.
Las campañas arrancan el viernes 30 de
marzo y terminan el miércoles 27 de junio. Del jueves 28 al sábado 30 del mismo
mes habrá veda. El domingo primero de julio, todo mundo a votar.
Importa visualizar el calendario porque (sin
demeritar sondeos previos) serán más significativas las encuestas que retraten la
contienda con todos los candidatos trabajando.
Estos números nos dirán quiénes tienen
realmente posibilidades de triunfo. Los dos punteros que habrán de disputarse
(ojo) el voto útil.
De lo cual se habla mucho en estos días,
recordando los tres procesos anteriores (2000, 2006 y 2012) porque los
partidarios de candidatos menores (o francamente rezagados) supieron reajustar
su decisión para apoyar a un adversario mayor. El menos incómodo.
En el argot mexicano le llaman “segunda
vuelta” (sin serlo) porque tiene algunas similitudes con dicha modalidad (ballotage,
balotaje) empleada en otros países donde se
contempla una nueva elección entre los dos punteros, cuando ningún candidato alcanza
mayoría.
Se busca con ello garantizar al nuevo
mandatario la gobernabilidad básica que le permita operar con el apoyo
legislativo indispensable.
El duelo se reduce entonces a una dupla
de finalistas mejor calificados, que deberán negociar con las fuerzas excluidas,
buscando sumarlas a sus respectivos proyectos.
Y, bueno, como en México no existe la
dichosa segunda vuelta, se acude a la noción (algo cercana) del voto útil, una
vez que las encuestas permiten identificar las opciones reales.
A partir de ello, lo que corresponde es
desfondar, sin piedad, a los competidores más débiles, para atraer a sus
votantes, aunque también a sus operadores.
Se emplea para ello el argumento tantas
veces repetido por VICENTE FOX en 2000 (“que tu voto cuente”) para jalar a los
simpatizantes de CUAUHTEMOC CÁRDENAS, cuando este se desplomó, sin remedio, al
tercer lugar.
La pirueta se repite en 2006 con los
partidarios de ROBERTO MADRAZO, cuya derrota anunciada volvía inútil cualquier
sufragio a su favor. Los priístas anti-AMLO se fueron con FELIPE CALDERÓN.
Igual pasó en 2012, donde un sector
importante del PAN entendió que su abanderada JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA estaba
perdida. El miedo a LÓPEZ OBRADOR los llevó a votar por PEÑA NIETO.
En el presente 2018, con AMLO otra vez en
la punta, el dilema del momento consiste en identificar al segundo lugar.
A partir de ese momento, los dos primeros
habrán de disputarse los despojos del tercero, en una suerte de canibalismo
simbólico, con los independientes de postre.
Las encuestas de abril indicarán el
camino.